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El 'gratis total' no es cultura: modelos para la supervivencia de la industria
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Iván Gil

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El 'gratis total' no es cultura: modelos para la supervivencia de la industria

Las industrias culturales atraviesan su peor momento desde el inicio de la crisis. La recaudación en taquilla ha caído en todos los sectores. Un 11,3% menos

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El 'gratis total' no es cultura: modelos para la supervivencia de la industria

Las industrias culturales atraviesan su peor momento desde el inicio de la crisis. La recaudación en taquilla ha caído en todos los sectores. Un 11,3% menos en teatro, un 38% en danza, un 27,2% en óperas y zarzuelas, un 14,3% en música clásica y un 11,3% en la música popular. Unas cifras todavía peores en el mercado del disco, con un descenso en las ventas del 41,6%, y en el DVD, cuyo descenso acumulado en las ventas desde 2008 llega al 58,5%, según se recoge en el Anuario SGAE 2012 de las Artes Escénicas, Musicales y Audiovisuales.

En este contexto de supervivencia muchos creadores se quedarán en el camino, disminuyendo la calidad y la oferta (el número de representaciones teatrales cayó un 17,3% y en danza un 37,9%), sobre todo a partir de septiembre cuando entre en vigor la subida del IVA cultural, que pasará del 8 al 21%. A pesar de la dramática caída de ingresos y espectadores, estas cifras se han visto maquilladas gracias al auge de los musicales que, con un elevado precio de las entradas, han logrado mantener la fidelidad del gran público. Su conexión con los espectadores es cada vez mayor y el teatro musical ha sido la mejor novedad de los últimos años en las artes escénicas.

El propio documento elaborado conjuntamente por la Fundación Autor y la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) apunta a diferentes factores como causantes de esta situación, más allá de la coyuntura económica. Se trata de problemas estructurales que simplemente se han intensificado con el inicio de la crisis, como es el descenso de la financiación, tanto pública como privada, a través del patrocinio, a lo que se suma la falta de incentivos fiscales.

La cultura, una responsabilidad social

La demanda también se ha reducido, aunque no así el consumo. Es decir, el nuevo paradigma tecnológico, que supone un cambio de soportes y hábitos culturales, ha hecho del ‘todo gratis’ la seña de identidad de los consumidores mudados al mundo digital. Un consumo que, según la entidad, “en su mayor parte se realiza infringiendo las leyes de propiedad intelectual”. Sin embargo, el presidente de la SGAE, Antón Reixa, apuntaba esta misma semana a El Confidencial que no se trata de castigar y sancionar al usuario, sino de “innovar en los modelos de negocio y de hacer accesibles de forma legal en la red la mayoría de los contenidos culturales”.

En medio de esta situación, la responsabilidad de la sociedad para financiar la cultura y contribuir a su supervivencia se hace cada vez más evidente por cuatro razones. En primer lugar, el público tiene que ser consciente de que la gratuidad de los contenidos debe ser una decisión que implique únicamente al autor, una posibilidad que existe en diferentes formas y grados bajo las licencias Creative Commons.

En segundo lugar, la única expresión cultural libre e independiente es la que se financia colectivamente, sin interesados patrocinios públicos o privados. En tercer lugar, los contenidos gratuitos y masivos, si existen, no son cultura, sino mensajes propagandísticos interesados. En cuarto y último lugar, si no se financia la cultura española y de las comunidades periféricas, el único modelo cultural que sobrevivirá será aquel diseñado para consumir en un mundo globalizado, de carácter banal y acrítico, cuyos ingresos cubrirían los costes al contar con una difusión masiva.   

Las industrias culturales atraviesan su peor momento desde el inicio de la crisis. La recaudación en taquilla ha caído en todos los sectores. Un 11,3% menos en teatro, un 38% en danza, un 27,2% en óperas y zarzuelas, un 14,3% en música clásica y un 11,3% en la música popular. Unas cifras todavía peores en el mercado del disco, con un descenso en las ventas del 41,6%, y en el DVD, cuyo descenso acumulado en las ventas desde 2008 llega al 58,5%, según se recoge en el Anuario SGAE 2012 de las Artes Escénicas, Musicales y Audiovisuales.