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Lo que los gustos de los oyentes nos desvelan de la música “indie”
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Héctor G. Barnés

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Héctor G. Barnés

Lo que los gustos de los oyentes nos desvelan de la música “indie”

La página web de música indie Pitchfork, referencia en Internet sobre el género, acaba de publicar “The People’s List”, una relación de los discos que más

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Lo que los gustos de los oyentes nos desvelan de la música “indie”

La página web de música indie Pitchfork, referencia en Internet sobre el género, acaba de publicar “The People’s List”, una relación de los discos que más han gustado a los lectores de la página durante los últimos quince años, que es el tiempo que ha pasado desde la creación de la revista digital. Una de las grandes diferencias que confieren valor adicional a esta lista frente a las que se suelen realizar día tras día es su apetitosa minuciosidad demográfica: el lector puede consultar las votaciones de los participantes por edades, países y géneros. Quizá se deba a la participación de la marca deportiva Converse como sponsor por lo que han podido realizar tal esfuerzo estadístico, pero es de agradecer que, por una vez, podamos comprobar que en Houston prefieren a Arcade Fire mientras que en la vecina Austin muestran una mayor predilección por Neutral Milk Hotel.

En primer lugar, es difícil obviar que los primeros puestos están copados por los grupos superventas que han sabido conservar su reputación crítica. Apenas hay espacio para la sorpresa en el top ten; todos los discos que figuran en él recibieron en su día una puntuación superior al nueve y, en la mayor parte de los casos, un diez redondo. En el primer puesto figura el OK Computer de Radiohead, seguido por Kid A de la misma banda, Funeral de Arcade Fire, In The Airplane Over the Sea de Neutral Milk Hotel (quizá el grupo menos masivo de todos los presentes en los puestos de honor), Is This It? de The Strokes, In Rainbows de Radiohead, Yankee Hotel Foxtrot de Wilco, Merriweather Post Pavilion de Animal Collective, My Beautiful Dark Twisted Fantasy de Kanye West y, cerrando la decena predominante, el Illinois de Sufjan Stevens.

Apenas se vislumbra algún conato de rebelión por parte de los lectores, salvo en casos como el debut de Bon Iver, que recibió un 8.1 en su día –pero que ha sido uno de esos sleepers cada vez más reivindicados a medida que el tiempo pasa– y, especialmente, el Elephant de The White Stripes, que casi se cuela entre los veinte primeros con un seis raspado. Aunque, claro, se trata de un álbum superventas que despachó más de diez millones de ejemplares en todo el mundo. Las votaciones recibidas desde España se encuentran en la misma línea que la media mundial, salvo quizá por la tímida aparición de The xx en un bastante apreciable quinto puesto, diez más arriba que en la lista general, y por el recuerdo a DJ Shadow cuyo …Endtroducing figura mucho más arriba en nuestro país que en los otros veinticinco que se presentan en la encuesta.

Radiohead como epítome

Las  bandas actuales necesitan tanto publicaciones digitales como Pitchfork como el propio Pitchfork las necesita a ellas. La página se ha convertido en la gran referencia de la música indie, y la marca de calidad otorgada por sus críticos en una condición sine qua non para ser aceptado por la comunidad. Históricos son los sopapos propinados a discos como NYC Flowers & Ghosts de Sonic Youth, que recibió un contundente cero en su valoración, o al Shine On de Jet, cuya crítica era simplemente un link a un vídeo en el que aparecía un mono orinando en su propia boca. Y la polémica generada tras el tibio recibimiento al debut de los Cold War Kids llevó a Slate a publicar un artículo titulado ¡Muere, Pitchfork, muere! El sitio indie que todos desean odiar.

Es sensato acudir a los dos puestos de cabeza de Radiohead (que se completan con una presencia en el número seis gracias a In Rainbows, en el 20 con Amnesiac y en el 40 con Hail to the Thief) como una buena muestra de la clase de grupo que el nuevo indie prefiere: intelectuales pero fácilmente comprensibles, sensibles e introvertidos (aunque sónicamente monumentales) y capaz de apelar a las grandes audiencias sin perder su factor diferencial. También, capaz de poner de acuerdo a públicos con prioridades muy diferentes, un factor esencial en este tipo de listas y que comparten otras bandas del top como Arcade Fire, The Strokes o Wilco.

Público blanco, música negra

Otro detalle significativo de la lista publicada por Pitchfork es que, al contrario de lo que viene siendo habitual en sus votaciones de fin de año, el hip-hop y el rap prácticamente brillan por su ausencia en la relación, salvo con una gran figura como Kanye West, que sí figura en los diez primeros puestos. Apenas hay 24 discos de música negra en los 200 que aparecen reflejados en la lista, algo que contrasta con la célebre tendencia de la página de Chicago (Illinois) a introducir cada año un amplio porcentaje de rap en sus listas de fin de año, como ocurrió el año pasado con la presencia de Danny Brown, DJ Quik o Jay-Z y Kanye West. Quizá esta sea la muestra más clara, como señalaba Simon Reynolds a El Confidencial, de la división entre una música blanca producida por blancos para blancos, a la que la música racial ha dejado de interesar a pesar de haber sido parte esencial de la misma durante décadas, y otra escena aislada, basada en el hip-hop y el rap, donde sólo los ojos de algunos críticos se posan. Quizá este sea el momento de segregación musical más claro desde finales de los cincuenta.

¿La última enseñanza que nos puede proporcionar el exhaustivo trabajo de Pitchfork? Quizá, la mala memoria (o juventud) de un amplio  sector de los lectores: la gráfica que se presenta en el estudio señala que, salvo ocasionales picos, la mayor parte de discos que se presentan en la lista pertenecen a los últimos años; una tendencia que probablemente sería totalmente opuesta en caso de que la wasp Rolling Stone fuese la encargada de realizarla. Por ejemplo, apenas hay cuatro discos de 1996 y nueve de 1997 (los primeros años que aparecen reflejados), mientras que 2007 y 2010 están representados por veinte cada uno. ¿Quién decía que cada vez se hace mejor música? Ni siquiera aparecen en la lista Bob Dylan o Neil Young, un par de viejas glorias valoradas positivamente por los mayores de cuarenta años que han participado en la encuesta y Tom Waits lo hace en los últimos puestos. Tampoco hay ni rastro del “indie de estadio” de Muse o Coldplay.

Quizá todos estos datos no hagan más que reflejar esa visión del panorama indie como volátil mercado de valores musical, en el que la sucesión de tendencias devalúa los productos del pasado y mantienen en boga a los más recientes, hasta que les llegue su turno.

La página web de música indie Pitchfork, referencia en Internet sobre el género, acaba de publicar “The People’s List”, una relación de los discos que más han gustado a los lectores de la página durante los últimos quince años, que es el tiempo que ha pasado desde la creación de la revista digital. Una de las grandes diferencias que confieren valor adicional a esta lista frente a las que se suelen realizar día tras día es su apetitosa minuciosidad demográfica: el lector puede consultar las votaciones de los participantes por edades, países y géneros. Quizá se deba a la participación de la marca deportiva Converse como sponsor por lo que han podido realizar tal esfuerzo estadístico, pero es de agradecer que, por una vez, podamos comprobar que en Houston prefieren a Arcade Fire mientras que en la vecina Austin muestran una mayor predilección por Neutral Milk Hotel.