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Una empresa de comida canina pide perdón por patrocinar peleas de animales
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Héctor G. Barnés

Empecemos por los principios

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Héctor G. Barnés

Una empresa de comida canina pide perdón por patrocinar peleas de animales

A nadie le queda duda hoy en día que no únicamente las personas son seres morales que han de comportarse de acuerdo con unos principios inamovibles,

Foto: El patrocinio de la 'caza del oso' en Ucrania ha perjudicado a la marca Royal Canin.
El patrocinio de la 'caza del oso' en Ucrania ha perjudicado a la marca Royal Canin.

A nadie le cabe duda hoy en día de que no únicamente las personas son seres morales que han de comportarse de acuerdo con unos principios éticos, sino que las empresas, organizaciones e instituciones deben también vigilar su comportamiento y sus decisiones si no quieren que su imagen de marca se vea seriamente perjudicada. La responsabilidad social corporativa, es decir, la contribución activa y voluntaria al mejoramiento social, económico y ambiental por parte de las empresas, se ha convertido en parte esencial de estas. Por eso, meteduras de pata como la que ha hecho a Royal Canin disculparse públicamente pueden acabar de manera rápida y sencilla con todo el trabajo realizado durante años.

La polémica saltaba a los medios de comunicación hace unos días, cuando se publicó que la marca de comidas para perros Royal Canin (subsidiaria de Mars) había patrocinado un evento celebrado el pasado mes de abril en Vinnytsia (Ucrania) en el que un grupo de perros peleaba contra un oso encadenado. Para más inri, no se trataba de un acontecimiento del que no hubiese ninguna información y, por lo tanto, tuviese el beneficio de la duda (y existiese la posibilidad de que fuese un simple bulo), sino que aparecía ilustrado con todo detalle por un vídeo difundido por una organización de lucha por los derechos de los animales.

La marca ofrecía trofeos a los perros que más puntos hubiesen obtenido

En él se apreciaba cómo el oso era atacado por un grupo de perros y se distinguía con total claridad el material proporcionado por la marca para la celebración del evento. El oso había sido desprovisto de sus garras y se encontraba encadenado al árbol mientras los perros lo atacaban. La marca ofrecía una serie de trofeos a los perros que más puntos hubiesen obtenido en dicha competición. Como era previsible, la noticia corrió como la pólvora y pronto todos los foros de defensa de los animales y las redes sociales se llenaban de mensajes condenando el patrocinio de Royal Canin, que tiene como lema “respetar la naturaleza animal de perros y gatos”.

Una acertada disculpa a tiempo

La marca salió pronto al paso de las acusaciones y, en un comunicado oficial que se puede consultar en su página web, pedía perdón y afirmaba que nunca volverá a “patrocinar un evento de este tipo” y se comprometía a “seguir trabajando intensamente con sus colaboradores para proteger el bienestar animal”. Además, calificaba el hecho como “infame” y manifestaba su desconocimiento de que su franquicia ucraniana estuviese patrocinando ese tipo de eventos.

La marca afirma que esta polémica le ha servido de lección

La nota de prensa de la compañía era tan sincera y acertada como equivocado había sido el patrocinio del “Hostigamiento del Oso”. En ella, la compañía aceptaba su error y señalaba que este le había servido de “lección”, al mismo tiempo que se comprometía a “trabajar intensamente con nuestros colaboradores para prevenir el maltrato animal” y cambiar y mejorar sus políticas. En concreto, harían especial énfasis en “mejorar el bienestar de los osos ucranianos y los perros dedicados a las peleas con ellos”.

Además, agradecían a la organización de protección animal austriaca que había difundido el vídeo, Four Paws, haber avisado del acontecimiento, lo que permitió a la marca abrir la investigación que acabó con el patrocinio de dichos eventos. Por último, Royal Canin recordaba a “todos los empleados la importancia de respetar nuestra política a favor del bienestar animal y los patrocinios coherentes con ella”. La rápida y certera actuación de Royal Canin quizá no los redima de sus errores, pero sí demuestra que una buena reacción comunicativa y el reconocimiento de los fallos puede contribuir a reforzar nuestra reputación aun cuando nos hayamos visto envueltos en una polémica tan negativa como esta.

A nadie le cabe duda hoy en día de que no únicamente las personas son seres morales que han de comportarse de acuerdo con unos principios éticos, sino que las empresas, organizaciones e instituciones deben también vigilar su comportamiento y sus decisiones si no quieren que su imagen de marca se vea seriamente perjudicada. La responsabilidad social corporativa, es decir, la contribución activa y voluntaria al mejoramiento social, económico y ambiental por parte de las empresas, se ha convertido en parte esencial de estas. Por eso, meteduras de pata como la que ha hecho a Royal Canin disculparse públicamente pueden acabar de manera rápida y sencilla con todo el trabajo realizado durante años.

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