Ni la renovación de Messi salva al Barcelona de otra semana horrible

No es oficial, pero se da por hecho. Dani Ceballos firmará por el Real Madrid para las próximas seis temporadas. No es una súper estrella, muchos aficionados azulgrana recuerdan sus tuits ofensivos cuando aún era menor de edad, pero es el último portazo que ha recibido el FC Barcelona en una semana en la que ni siquiera el anuncio de la renovación de Leo Messi ha servido para disipar los nubarrones que amenazan tormenta. Cuando el club confirma que la máxima estrella del fútbol mundial seguirá en sus filas hasta el 2021 y la percepción general es que la fenomenal noticia ha pasado medio inadvertida entre un lío y otro, entre un fichaje frustrado y otro, con un presidente que se explica a la carta y elude dar la cara en rueda de prensa, es que hay un problema. Y gordo.

El próximo miércoles Ernesto Valverde se presentará ante la plantilla. Una plantilla que, si no hay un sorpresón de última hora, seguirá siendo casi exactamente la misma que la de la pasada temporada. El único que faltará es Mathieu, que ha fichado por el Sporting de Lisboa —y por el que el Barça no ingresará ni un solo euro, cuando le compró hace tres temporadas al Valencia por 20 millones— y la única incorporación es la de Deulofeu, al que el club culé repescó del Everton tras hacer efectiva la cláusula de recompra de 12 millones de euros.

Encima, el delantero catalán debe estar que trina después de escuchar a Bartomeu calificarle como “el quinto delantero” en la entrevista que ofreció a 'Catalunya Ràdio'. Si Paco Alcácer apenas ha tenido minutos siendo el cuarto, que el presidente diga que estás incluso por detrás no es precisamente empezar de nuevo en el Barça con la ilusión por las nubes. Aunque si a Deulofeu le sirve de consuelo, será Valverde el que elija y decida. Ese será su cortijo y no el del club, en el que hay un presidente que cada vez que sale a hablar sube el pan y bajan las expectativas, como ha demostrado, de nuevo, en la última semana.

Bartomeu no se sabe explicar

El desastre ha sido tal que a estas alturas, que Messi renueve debería haber sido recibido con aleluyas por parte de la afición y la noticia ha pasado como si tal cosa; era algo esperado, no se ha percibido como una noticia extraordinaria y el club lo anunció el miércoles en medio de las turbulencias provocadas por las informaciones de 'TV3' sobre el negocio de los asientos liberados que no han podido desmentir por muy enfadados que estén —“parece que 'TV3' no quiere seguir yendo de la mano con nosotros”, llegó a decir Bartomeu en 'Catalunya Ràdio'-—. Ese mismo día, además, el Barça confirmó que Pep Segura es el nuevo manager general de la entidad. Una decisión estratégica y fundamental dentro de la estructura y el ornanigrama deportivo del club que se da a conocer como si fuera un asunto menor.

Un año y medio después del despido de Andoni Zubizarreta como director deportivo, en la previa de la Noche de Reyes en Navidad, el Barcelona se ha dado cuenta de que necesita una figura, alguien que ordene, mande y organice desde el juvenil hasta el primer equipo. ‘Sólo’ les ha costado un año y medio darse cuenta. Y para cuando lo han hecho es el mes de julio, Valverde ya es el entrenador del primer equipo y las primeras opciones de fichaje, e incluso las segundas como Paulinho o Ceballos, se les han escapado. El inefable Bartomeu tuvo la ocurrencia además de, en la entrevista concedida al diario 'Sport', relacionar el nombramiento de Segura con las fugas de las perlas de la cantera, Mboula y Eric García; la frase exacta fue que “lo había propiciado”. Es decir, que nombras a un director deportivo que hasta el momento era el secretario técnico del área formativa y vinculas su nuevo cargo con la marcha de dos talentos de la cantera, de la que él se ocupaba. Tampoco parece, en fin, la mejor carta de presentación.

A todo esto, se desconoce en qué posición queda exactamente Robert Fernández, el secretario técnico azulgrana, pero es evidente que ha sido relegado, que le han obligado a dar un paso atrás con el nombramiento de Pep Segura. Y Fernández es el que eligió, junto a Bartomeu, a Ernesto Valverde como entrenador.

Ni un solo fichaje

Después de una temporada en la que sólo se conquistó la Copa del Rey y el llamado ‘fondo de armario’ no dio la talla —solo Umtiti se salvó de la quema— el Barça tenía como obligación atinar en el mercado este verano. De los tres fichajes prioritarios, Dembélé, Verratti y Bellerín, ni siquiera el tercero sigue pareciendo, ni aunque sea levemente, posible de atar. Del primero ya ni se habla y Bartomeu admitió en todas las entrevistas que ofreció que el PSG se negaba a negociar por Verratti. El italiano, que había apretado para fichar por el Barcelona, ha dado no uno, sino mil pasos atrás después de volver a los entrenamientos con su equipo: “Quiero pedir disculpas a todo el mundo del club, a todos los aficionados, los compañeros y el presidente. Me siento feliz en el PSG”.

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De los nombres que han sonado, solo Verratti ilusionaba a la afición culé. Así que o el Barça se está guardando un as en la manga, o sigue subiendo su oferta por Paulinho —por el que el que el equipo chino Guangzhou Evergrande comunicó oficialmente que había rechazado 20 millones— o ya veremos cuál es el próximo movimiento para maquillar lo que, en principio, parece un fracaso de las expectativas y las negociaciones.

Una mala semana la puede tener cualquiera, pero es sorprendente que se entienda así cuando el notición debería ser que Messi continua, lo que da medida exacta de lo horrible que ha sido.