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Sean Penn se la saca ante 'El Chapo' Guzmán. Duelo egocéntrico de titanes
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Carlos Prieto

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Sean Penn se la saca ante 'El Chapo' Guzmán. Duelo egocéntrico de titanes

Lo interesante de la entrevista más polémica del año no es lo que dice el narcotraficante (que no dice gran cosa), sino lo que escribe (y cómo lo escribe) el megalomaniaco y oscarizado actor

Foto: Fotografía: Rolling Stone. Cortesía de Sean Penn
Fotografía: Rolling Stone. Cortesía de Sean Penn

La noticia es la siguiente: Sean Penn entrevistó a 'El Chapo' Guzmán cuando el narcotraficante más famoso del mundo estaba aún en la clandestinidad. Heroicidad periodísticapara unos, escándalo mayúsculo para otros;hayquien cree incluso que la justicia mexicana podría crujir al actorpor no haber facilitado información sobre el paradero del Chapo, detenido finalmente hace unos días, aunque la lógica indica quea Penn le amparaba su condición de periodista.

Elactor visitó a Guzmán en calidad de reportero dela revista 'Rolling Stone'. Por tanto, que Penn no seaperiodista profesional, sino estrella rebelde de Hollywood y (sobre todo)hombre de acción, no debería tener consecuencias penales; si acaso, humorísticas... En efecto, bastaanalizar la entrevista desde el punto de vista formal, parapoder acusaraPenn, pero no de protegeral narco, sino decrímenesegocéntricos contra la humanidad. Por concretar la acusación: como periodista, a Penn se le va la pinzaque da gusto.

En efecto, lo interesante de la entrevista quizá no sea lo que dice 'El Chapo' (que no dice gran cosa en realidad), sino lo que escribe (y cómo lo escribe) el oscarizado protagonistade 'Mystic River'. Penn logra, de hecho, una granproeza periodística: hablar con el hombre más buscado del planeta y conseguir eclipsarle a golpe de sintaxis florida y egomaniaca. Gracias, Chapo, por venir a mi homenaje.

Penn logra una proeza periodística: hablar con el hombre más buscado del planeta... y eclipsarle. Gracias, 'Chapo', por venir a mi homenaje

En efecto, la noticia no es tantocómo logró Penn una exclusiva mundial o qué piensa el hombre más peligroso del planeta, sino entendercómo es posible que 'ElChapo' parezca más en sus cabalesque Penn. Lo importante, por tanto,no es el intercambio pregunta/respuesta, sino la larguísimaintroducción escrita por Penn, convertida en unfascinante egotrip.

Pennabre su reportaje (nada más y nada menos) que con una cita de Montainge: “Las leyes de la conciencia no proceden de la naturaleza, sino de la costumbre”- y va a tope desde la primera línea:

“Mi cabeza está hecha un caosetiquetando móviles desechables, uno por llamada, uno por día, destruir, quemar, comprar, ajustar niveles de encriptación… Es un espectáculo de terror clandestino para el analfabeto tecnológico más grande del mundo. A mis55 años, nunca he aprendido a utilizar un portatil. ¿Todavía fabricanportátiles?No tengo ni idea”. Traducción:Sean Penn está tanocupado viviendo al límite que no tiene tiempo para tonterías como saber si todavíafabrican portátiles.

Lo que sigue es una película de espionaje protagonizada por el divo hollywoodiense: mientras trata de cerrar lacita con 'ElChapo', Penn se aloja en el mismo hotel neoyorquino que la persona que lidera la caza del narco: Enrique Peña Nieto, presidente de México, que asiste a la Asamblea General de la ONU. En la calle hay “blindados policiales” listos para “transportaral presidente de México”, pero no es fácil centrarse en la seguridad delpresidente cuando uno tiene delante al VERDADERO JEFE: Sean Penn.“Un oficial deseguridad del cuerpo diplomático mexicano me pregunta si me puedo hacer un selfie con él”, escribe el actor.

Visto lo visto, Penn procede a cruzar su biografía con la de 'El Chapo' Guzmán; y así nos enteramos de que el actorya era un espíritulibre ensu más tierna infancia: “Mientras yo surfeaba las olas enlas playas de Malibú, a los nueve años, él ya estaba trabajando en los campos de marihuana y amapola en las remotas montañas de Sinaloa”. En efecto, vidas paralelas. Duelo de folclóricas de libro.

Mientras yo surfeaba las olas en Malibú a los 9 años, él ya trabajaba en los campos de marihuana y amapola en Sinaloa

Según aterriza en México, Penn empieza a emitir señales de megalomanía: “No me enorgullece mantener secretos que pueden ser percibidos como un modo de proteger criminales, ni mucho menos presumo de los selfies que me piden guardaespaldas desconocidos. Pero voy a mi propio ritmo, todo lo que diga tiene que serverdad”. Resumiendo: Penn no quiere presumir de los selfies que le piden constantementeagentes mexicanos ymamporreros de Guzmán, pero no puede parar dehacerlo, y en todo caso, va a ir siempre a su bola. ¡Rock 'n' roll!

“La mía serála primera entrevista alcapo fuera de una sala de interrogatorios, carezco deantecedentes para medir los riesgos, aunque he visto suficientes videos y fotografías explícitas de personas decapitadas y desmembradas”, narra un Penn enfebrecido en su rolde superhéroe de unblockbuster sobre la guerra contra las drogas.

Como es lógico, la paranoia de Penn alcanza dimensiones épicas en suelo mexicano: “Sospechaba de cualquier objeto y ser vivo, revisaba los coches, los conductores, las madres con hijos, los abuelos, los peatones, las azoteas de los edificios y las cortinas corridas. Hasta buscaba helicópteros porel cielo. Estaba seguro de que la DEA y el gobierno mexicano nos seguían los pasos”. Oh, yeah.

“Hemos analizado los riesgos, pero me siento confiado. He participadoen aventuras que escapan a mi control en numerosos países marcados por la guerra, el terror, la corrupción y el desastre. Lugares en los quetodo lo que puede salir mal, sale mal, y aun así logro salirde una pieza”. El puto amo, sí.

He participado en aventuras que escapan a mi control en países marcados por la guerra y el terror, y aun así suelo salir de una pieza

Penn se sube a una avioneta con el hijo de 'El Chapo', sobrevuelan “la jungla” y aterrizan en un lugar perdido de México. En ese momento,le entran ganas de orinar, lo que es razonable tras un viaje tan largo;ahora bien: ¿erarealmente necesario describir la meada con todo tipo de detalles?"Todosteníamos encima unos tragos de tequila...Con el pene en la mano,pienso queesuna parte vulnerablede mi cuerpo que podría ser mutilada a cuchillo por narcos irracionales. Le echo una última mirada afectuosa[a supene] y lo vuelvo a meter dentro demis pantalones”. Sombreros fuera.

¿Insuperable? Pues no: Penn se encuentra por fin con 'El Chapo', charlan y vuelven a citarse para dentro de unos días. Cuando se despiden, al actor se le escapa “un pedete” (no es broma)y El Chapo “hace como si no looyera”. Sí, amigos, 'La hora chanante'.

Moraleja: a Sean Penn hay que quererle...

La noticia es la siguiente: Sean Penn entrevistó a 'El Chapo' Guzmán cuando el narcotraficante más famoso del mundo estaba aún en la clandestinidad. Heroicidad periodísticapara unos, escándalo mayúsculo para otros;hayquien cree incluso que la justicia mexicana podría crujir al actorpor no haber facilitado información sobre el paradero del Chapo, detenido finalmente hace unos días, aunque la lógica indica quea Penn le amparaba su condición de periodista.

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