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Seis motivos por los que el Viña Rock es el festival que más paga a la SGAE de España
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Víctor García

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Víctor García

Seis motivos por los que el Viña Rock es el festival que más paga a la SGAE de España

Este pasado fin de semana ha cumplido su edición número 21 en plena forma y fiel a la fórmula con la que creció en la década de los noventa

Foto: El Canijo de Jerez, en pleno éxtasis del Viña.
El Canijo de Jerez, en pleno éxtasis del Viña.

“Hay muchos festivales que hablan de que son el más grande de España, o al que más gente acude… A mí, lo que me dice SGAE, a final de año, es que mi ayuntamiento es el que más dinero abona por derechos de autor de toda España”. El comentario es de una fuente del Consistorio de Villarrobledo, localidad que lleva viendo durante dos décadas -21 años- cómo un fin de semana al año una fiesta llamada Viña Rock inunda sus calles de jóvenes en busca de música y diversión. Este año, sumados los tres días, hubo 200.000 asistentes.

¿Cuál es la fórmula de su éxito? Ha sobrevivido (sigue) a la época de crisis, a un juicio para mantener su nombre tras una disputa con unos organizadores y a cambios de color político. Desde la organización, apuestan que es por la música de calidad y el cuidado hacia el público; en Área Rock hemos elaborado seis motivos que lo convierten, sin mucha publicidad, en el festival número uno de la piel de toro.

Es el Woodstock español y, por estatus, debes ir

“¿No has ido al Viña?”. Han creado la necesidad de querer estar allí y sentirlo, al menos, una vez en la vida. El 'target' es el de un/a joven -entre 20 y 30 años- con preferencias musicales hacia el rock, aunque esto no es algo estrictamente obligatorio. La música dentro del recinto y las historias 'épicas' en el 'camping' alimentan esta fama... Tanto es así que quien no tiene dinero para la entrada, se monta su propio festival fuera y disfruta de algunas actividades que hay, además de vivir el ambiente que cubre a la localidad de (normalmente) 25.000 habitantes.

Primer festival del año

Su dilatada trayectoria le ha servido para responder acertadamente cuándo y dónde. Si el dónde estaba claro desde el principio -se reforzó cuando tuvieron litigios legales con la empresa organizadora, que se lo llevó un año a la playa-, el cuándo también: en el Puente de Mayo. El cielo no garantiza un 100% de sol, pero es buena fecha para no pasar ni mucho frío ni mucho calor por la 'estepa manchega' y, sobre todo, hay fiesta nacional el 1 de mayo y en Madrid (a dos horas) también el día 2.

Los músicos, 'rock stars' sin sustos

Además del caché pactado (en el negocio de la música no es un disparate encontrar que no se respetan los contratos), los músicos desean puntualidad y que se cumplan sus expectativas en cuanto al sonido. Su producto -sus temas- debe lucir con calidad y hay festivales que no llegan a esos mínimos. El Viña Rock, además de un trato correcto, cumple sin sorpresas con lo previsto. De esta forma, la organización no se gana enemigos a la hora de negociar con el grupo (ha ocurrido al contrario, grupos que se excedían del tiempo y a los que se ha debido cortar el sonido).

Los de siempre en el cartel

Es una apuesta segura porque si en una edición no toca Rosendo es porque tocan Los Suaves. Y si no Boikot o Def Con Dos, o Reincidentes, antes Barricada, Barón Rojo, Obús… Sí, los de siempre, que se van turnando y aseguran varias noches de himnos de rock and roll bajo la luna de Albacete. Aunque también, en un cartel tan extenso, hay cabida para grupos nuevos por conocer, como este año los renacidos Konsumo Respeto. Además, desde hace unos años se produjo una entrada interesante de bandas con instrumentos de viento que aseguran folk y saltos entre el público.

Por otro lado, fueron los primeros en mezclar géneros. Más que el estilo, apuntaron a una generación y encontraron otro tipo de música que podía encajar dentro del perfil de 'fiesta' que se vivía cada noche en el Viña. Este año: Chambao, Mártires del Compás, La Gran Pegatina o La Pulquería, por ejemplo, junto a Nach, Tote King, SFDK o Duo Kie representan alternativas al heavy & rock.

Es barato

A los 60 o 70 euros (aproximados, varían según la fecha de compra) por tres días y más de 100 conciertos, se unen los precios de la barra. Quizá para alguien que no viva en Madrid o Barcelona no sean una sorpresa… pero pagar por un litro de cerveza seis euros es, de por sí, un motivo de celebración. Los refrescos y bocatas también están en una línea accesible y lejos de lo que se suele abonar en una sala de conciertos o instalaciones públicas como un Palacio de la Comunidad de Madrid o el Palau Sant Jordi.

Los rastas, última tribu urbana en llegar al Viña

Pese a que Viña tenga el apellido de Rock, hay (rockeros) punkis, heavys, raperos (hay una batalla de gallos patrocinada por Red Bull) y ahora también rastafaris, ya que después de solo tres ediciones, el Viña Grow se ha convertido en la feria cannábica más grande de Europa.

Con todo ello, el Viña Rock, que comenzó celebrándose en un campo de fútbol y con un cartel compuesto por Extremoduro, Platero y Tú, Los Enemigos, Porretas, Australian Blonde, Lagartija Nick, Manolo Kabezabolo y Los Planetas, entre otros, es capaz de generar hoy en día 1.400 puestos de trabajo directa e indirectamente y un impacto de unos 15 millones de euros para la zona. Nadie podía imaginar estas cifras en aquella primera edición de 1996, llamada Primer Festival Nacional de Música Apocalíptica.

placeholder Kukuxumusu son los encargados de diseñar cada año el cartel.
Kukuxumusu son los encargados de diseñar cada año el cartel.

“Hay muchos festivales que hablan de que son el más grande de España, o al que más gente acude… A mí, lo que me dice SGAE, a final de año, es que mi ayuntamiento es el que más dinero abona por derechos de autor de toda España”. El comentario es de una fuente del Consistorio de Villarrobledo, localidad que lleva viendo durante dos décadas -21 años- cómo un fin de semana al año una fiesta llamada Viña Rock inunda sus calles de jóvenes en busca de música y diversión. Este año, sumados los tres días, hubo 200.000 asistentes.

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