Encuentran viva la magia de Janis Joplin en una sueca llamada Elin Larsson (Blues Pills)

Ambas viajaron a California en busca de sí mismas y ambas encontraron la música como medio de transporte y expresión. Una corrió desde la conservadora Texas huyendo de los complejos que le habían dibujado en su instituto y su Port Arthur natal; la otra voló para superar el despido en su trabajo de Ostersund, un pueblo anclado en mitad de Suecia. Janis Joplin se desarrolló profesional y personalmente; Elin Larsson bebió los pocos tragos que se dejó aquella heroína musical para seguir, 40 años después, un camino parecido en el pentagrama a través de un grupo llamado Blues Pills, que descargará su magia, rock, soul y blues este martes en Madrid, haciendo lo propio en Barcelona el miércoles.

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Grupo de blues-rock-soul con una voz femenina al frente. En principio, parece inevitable la comparación con la musa que inspiró a los seguidores de este género musical. Blues Pills acaban de sacar su segundo álbum –Lady In Gold- y aunque la voz rota de Janis siga retumbando más poderosamente que la de Elin, ningún tema de estudio hace justicia con la fuerza que Larsson tiene sobre el escenario, fuego que Área Rock pudo comprobar hace poco más de un año tras su paso por el festival Leyendas del Rock y del cual quedó absolutamente prendido. Pese a que el estilo de Elin tenga sello personal -hiperactiva y descalza-, viéndola sobre las tablas es donde evoca que es la versión moderna más popular que se puede ver de Janis Joplin. Engatusa y buscan lo mismo: “Quiero que el público baile”, repetía la estadounidense.

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¿Se repetirá con Elin la historia de Janis? La estadounidense, en sus inicios serios musicales, ya en San Francisco, estaba integrada en la banda ‘Big Brother and the Holding Company’. Tres años después, animada por su manager, Albert Grossman, y por la atención que su figura acaparaba en la prensa sobre el resto del grupo, se independizó y fundó ‘Janis and de Kozmic Blues Band’. Los tiempos han cambiado y la calidad de los músicos que rodean a Elin Larsson quizás pida de vez en cuando algún reajuste como el del inicial cambio de batería, pero el guitarrista francés Dorian Sorriaux, el bajista estadounidense Zack Anderson y el baterista sueco André Kvarnstrom están a la altura de las circunstancias. Esto no quita que Larsson posea la misma indiscutible notoriedad –diferente escala- que Janis sobre el grupo, en términos mediáticos y de liderazgo sobre las tablas. Tras los shows de estas noches no hará falta explicar el porqué.

Sin España, quizás, nada hubiera sido posible

La embaucadora voz y presencia de Larsson, aunque se gestó entre Suecia y California, parió en España. En 2011, tras ser despedida de su trabajo, estuvo medio año buscándose por el lejano Oeste de EEUU y allí, además de a sí misma, encontró a (bajista) Zack y su hermano (primer batería de la banda) y de ese trío salieron dos temas que fueron colgados en YouTube: ¡boom! El resultado fue una llamada desde Suecia para grabar un EP y otra desde España para realizar una gira.

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“¡Necesitamos encontrar un buen guitarrista!”, exclamó Elin, y los hermanos llamaron a uno, muy joven, del que quedaron prendidos cuando abrió para ellos en una actuación de ese mismo año 2011 en un pequeño pub. Sus paseos por el traste retumbaban aún en sus cabezas y contactaron con él a través de internet y, “aunque parezca una locura, quedamos todos un par de semanas antes de comenzar nuestro tour por España. No nos importaba qué sucedería después, nuestro objetivo era grabar el EP (Bliss) propuesto desde Suecia y terminar la gira por España”. Janis no realizó su primer contacto con algún miembro de su banda por Skype, pero sí se encontró con que toda la ‘Kozmic Blues Band’ había sido elegida por terceras personas.

La gran diferencia entre Janis y Elin

Para Janis, su segundo disco, Cheap Thrills, fue el último con la banda en la que creció hasta que se le quedó pequeña, aunque también fue el principio del fin para ella en lo personal por la vorágine autodestructiva de drogas y alcohol en la que cayó. Si musicalmente estaba preparada, aquel salto de responsabilidad fue demasiado para una personalidad acostumbrada a apoyarse en algo para seguir con paso firme y controlado. Duró poco más de un año. En cuanto a Elin Larsson, la única pastilla que se le conoce es la azul que da nombre a su grupo, del cual no ha dado ningún síntoma de independencia. Con un contrato recién firmado con la potente discográfica Nuclear Blast será difícil que imite la trayectoria de la texana en este sentido.

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Desde Área Rock recomendamos enchufarse a la energía de un grupo que apenas está empezando, Blues Pills, una oportunidad para sentir aromas de otra época y reflexionar por qué, medio siglo después, están comenzando a brotar y triunfar por Europa y Estados Unidos bandas y sonidos de la era pre hardrock. Será que hay más músicos y bandas… y que hay figuras -como la de Janis- que dejaron un enorme vacío.