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'Better call Saul', 'Transparent'... lo mejor (y lo peor) de la temporada de series
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Aloña Fernández Larrechi

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Aloña Fernández Larrechi

'Better call Saul', 'Transparent'... lo mejor (y lo peor) de la temporada de series

Antes de que lleguen las nominaciones a los Emmy hacemos balance de un año de televisión en el que la ficción española ha dado el salto de calidad que necesitaba

Foto: Bob Odenkirk en un fotograma de 'Better call Saul'.
Bob Odenkirk en un fotograma de 'Better call Saul'.

Antes de que llegue julio, con su parrilla veraniega más que perfilada, y de que los Emmy den a conocer los nominados a la 67ª edición de los premios, llega el momento de analizar lo que ha dado de sí la temporada 2014-2015. Como ya es habitual en el medio televisivo, los últimos doce meses han estado plagados de deseados estrenos y esperados regresos, cancelaciones precoces y renovaciones inexplicables. Y también hemos sufrido dolorosas despedidas y vivido sonados regresos mientras nuevas estrellas ascendían a lo más alto del universo seriéfilo.

Lo mejor

En nuestro país, además de ver como la oferta de series crece y crece, especialmente gracias a la llegada de nuevas plataformas, también hemos tenido la suerte de comprobar que sabemos hacer buenas series, con El Ministerio del Tiempo como ejemplo a seguir.

En la televisión estadounidense, la última temporada ha servido para asentar la diversidad racial que tanto se le reclamaba, en un intento de reflejar con verosimilitud la verdadera realidad del país. Fresh Of the Boat, centrada en una familia de origen asiático, Black-ish y Empire, en afroamericanas, o la latina Jane The Virgin se han preocupado por llevar a la ficción historias que también forman parte de de Estados Unidos, pero hasta ahora se habían quedado fuera del radar televisivo.

Lo peor

Por desgracia, esta temporada tampoco han faltado los momentos en los que, otra vez, alguien ha murmurado: “¿Pero quién ha dado el visto bueno a esto?” Manhattan Love Story fue la primera de casi una treintena de proyectos que terminaron abruptamente. Aunque el esperpento llegó más allá cuando la CBS canceló The Millers en la mitad de su segunda temporada. Una muestra más de que las cadenas tradicionales siguen sin tomar demasiados riesgos en las comedia, dando lugar a sitcoms demasiado parecidas y poco originales.

En lo que respecta a la incomprensible fiebre que las cadenas han sufrido por versionar cualquier producto de éxito, los discretos resultados obtenidos con, por ejemplo, Gracepoint ofrecen una conclusión clara: las versiones de series de otros países no funcionan, así que dejémoslo ya. Prueba de ello también es la tan cacareada llegada de series “made in spain” a la parrilla norteamericana que ha resultado ser un fracaso. Mientras Los Misterios de Laura se ha conformado con ser un procedimental policíaco más, la adaptación de Pulseras Rojas resultó ser demasiado dramática para el espectador estadounidense.

Los mejores estrenos

Entre las producciones más destacables de la última hornada, en agosto de 2014 la intromisión médico-televisiva de Steven Soderbergh llamada The Knick me ganó para la causa gracias a su interés por contar los inicios de la medicina moderna, con una recreación y una historia tan cuidadas como atractivas. Casi al mismo tiempo la cadena de cable Starz estrenó la adaptación televisiva de los libros de Diana Gabaldón Forastera, Outlander en inglés. Más allá del manido “es un Juego de Tronos para chicas” que sólo sirve para aquellos que entienden la tele como algo que discrimina, la serie es una producción en la que el romance, la acción y el misterio se combinan con maestría sin reparar en centímetros de carne o algo de sadismo. No está mal, para ser para chicas.

Ya en 2015, llegaron otros dos estrenos destacados, Better Call Saul y Bloodline. El spin-off de Breaking Bad ha sobrevivido a su alargada sombra gracias a su capacidad para ser por sí misma una entidad independiente y atractiva. Por su parte, la producción de Netflix firmada por los creadores de Damages es un intrigante drama familiar en el que las mentiras y las apariencias juegan con el espectador y lo atrapan irremediablemente. En lo que se refiere a las comedias, a pesar de la comentada inoperancia general de las cadenas convencionales, Black-ish por su falta de autocensura, Galavant, por ser un musical, y The Last Man On Earth, por su argumento, salvarían los muebles de la categoría. Pero resultan mucho más destacables las producciones de FX, You’re the Worst y Man Seeking Woman y el estreno de Amazon en el género, con Transparent.

Las sorpresas de la temporada

Si ya resultaba curioso que una cadena conservadora como FOX apostase por Empire, una serie que se centraba en un magnate de la música afroamericano y su familia, el desconcierto fue mayúsculo cuando capítulo tras capítulo más de quince millones de espectadores se ponían frente a la pantalla deseando saber más sobre los Lyon. Antes, Jane the Virgin había superado el escepticismo inicial que se producía cuando se comentaba que era la adaptación de una telenovela y se había convertido en la dramedia entrañable e imprescindible de la temporada. Y después llegó Daredevil, casi sin hacer ruido (mediáticamente hablando) para sorprendernos con sus calculadas coreografías de peleas y su temible villano.

Los fracasos

Marry Me, A to Z o la comentada Manhattan Love Story no lograron ser la comedia romántica que aspiraban ser. Ni Madam Secretary la nueva referencia política del la pequeña pantalla, por mucho que intentase ser la historia de Hillary Clinton. Menos estruendosas fueron las salidas de tono de Scorpion, la innecesaria repetición de lugares comunes de CSI:Cyber o la discreta presencia de Gotham, una serie en la que muchos de los amantes del género de superhéroes tenían depositadas sus esperanzas. La incomprensión de la audiencia se llevó por delante Forever, mientras que Constantine, Allegiance y Stalker pasaron a formar parte de la larga lista de producciones que se anuncian a bombo y platillo y mueren prácticamente solas.

La serie más vista

The Walking Dead, con 19 millones de espectadores, en el cable, The Big Bang Theory, con 21 millones en comedia, y Empire, con 17, como drama son las series más vistas de la temporada 2014-2015. Los zombies y el drama musical de FOX ostentan además el honor de ser la serie más tuiteada y el episodio más tuiteado respectivamente.

El mejor personaje femenino

Aunque era la (primera) temporada de los “superhéroes”, en la pequeña pantalla han mandado las supermujeres. Porque, a su manera y en sus respectivos ambientes, Claire Fraser (Outlander), Jane Villanueva (Jane the Virgin), Peggy Carter (Agent Carter), Cookie Lyon (Empire) y Annalise Keating (Cómo defender a un asesino) han sido los rostros femeninos más destacados de la temporada. Y no podemos olvidarnos del poderío con el que la Sra. Underwood le ha comido la tostada a su presidencial marido, o del buen hacer, una temporada más, de Carol en The Walking Dead, tan visiblemente invisible.

El mejor personaje masculino

La inagotable, y quizá justificada, maldad de Danny Rayburn en Bloodline, la inédita personalidad de Jimmy McGill, posteriormente Saúl Goodman, en Better Call Saul y los miedos y los anhelos de Maura Pfefferman en Transparent son tres de los roles más interesantes de la última temporada. En la que tampoco puede faltar la vis cómica del veterano Sam Waterston, que en Grace & Frankie da vida a Sol, que con sus inseguridades y 70 años, se atreve a salir del armario. Entre los “habituales” merece ser mencionado el trabajo del joven Cameron Monaghan en la poco reconocida versión americana de Shameless, donde interpreta con eficacia al hermano bipolar, Ian Gallagher.

Personaje adorable

Más allá de las muecas y la inocencia de Jane Villanueva o los entrañables niños de Black-ish, que no son todos, Titus Andromedon, el compañero de piso de Kimmy en Unbreakable Kimmy Schmidt, merece este reconocimiento gracias a su desparpajo, su perseverancia y sus inseguridades.

La escena más impactante

Hemos visto sangre a raudales, calculadas escenas de acción y diálogos sobresalientes, pero el momento más impactante, y también más revelador, de la temporada corrió a cargo de Annalise Keating. El personaje interpretado por Viola Davis en Cómo defender a un asesino, se desnudaba sin pudor ante las cámaras… De hombros hacia arriba.

La muerte más traumática

Y también el secreto peor guardado fue la despedida del Dr. Shepherd de la longeva Anatomía de Grey, carne de las redes sociales en los tiempos en que vivimos, y de un eficaz servicio de correos. Aún así hubo quién sufrió la pérdida sin spoilers previos, y fue vícitma, una vez más, del gusto que Shonda Rhimes tiene por las despedidas cargadas de tragedia.

Tras las cámaras

Si realizásemos un esquema similar a ese que nos lleva a descubrir que todo lo que consumimos pertenece a dos o tres corporaciones, y lo aplicásemos a los productores televisivos, descubriríamos que Chuck Lorre y Shonda Rhimes han estado muy ocupados esta temporada. Dos Hombres y Medio, The Big Bang Theory, Mom y Mike & Molly llevaron la firma del primero, mientras que la segunda aparecía en los créditos de Scandal, Anatomía de Grey y Cómo defender a un asesino.

Despedidas

La temporada 2014-2015 también será recordada por aquellos que se despidieron definitivamente. Aunque entre los más comentados han estado los cierres de Hijos de la Anarquía y, especialmente, Mad Men, también se han despedido otras grandes series. Los Braverman del drama familiar Parenthood, la mejor pareja de enemigos de los últimos años, Raylan y Boyd en Justified, o el adorable grupo de amigos de Leslie Knope en Parks & Recreation han dicho adiós hace unos meses y, afortunadamente, lo han hecho por todo lo alto.

Antes de que llegue julio, con su parrilla veraniega más que perfilada, y de que los Emmy den a conocer los nominados a la 67ª edición de los premios, llega el momento de analizar lo que ha dado de sí la temporada 2014-2015. Como ya es habitual en el medio televisivo, los últimos doce meses han estado plagados de deseados estrenos y esperados regresos, cancelaciones precoces y renovaciones inexplicables. Y también hemos sufrido dolorosas despedidas y vivido sonados regresos mientras nuevas estrellas ascendían a lo más alto del universo seriéfilo.

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