¿Usted no sabe quién es 'Slenderman'? La leyenda de terror que conmocionó a América

“¿Usted no sabe quién es Slenderman? Nosotros tampoco.” Con esta franqueza una periodista de la CNN reconoció en la primavera de 2014 que la llegada, a la actualidad informativa, de una de las leyendas de terror más conocidas en internet había pillado a los medios de comunicación algo despistados. Quizá porque el delito que cometieron Morgan y Anissa, dos adolescentes de la ciudad norteamericana de Waukesha, parecía más propio de un capítulo de la nueva temporada de ‘Black Mirror’, que de la rutina diaria de una población de poco más de setenta mil habitantes. Las diecinueve veces que apuñalaron a su amiga Bella se convirtieron en una obsesión nacional, que llenaron horas de televisión en las que se trataba de comprender el suceso. O de desentrañar cómo un mito de internet se había convertido en el punto de partida de un acontecimiento truculento y escalofriante.

Las protagonistas del evento que puso en el mapa a Waukesha, Anissa y Morgan, serán juzgadas como adultas este mismo año, por intento de asesinato en primer grado. Una pena que en el estado de Wisconsin, les puede llevar a la cárcel durante sesenta y cinco años. Para calentar la expectación que existe alrededor del caso, y profundizar en el entorno de las jóvenes, la documentalista Irene Taylor Brodsky ha dirigido ‘Beware the Slenderman’, que hoy estrena HBO en nuestro país. Un largometraje documental de dos horas de duración en el que Taylor Brodsky también indaga en la leyenda del misterioso “cómplice” de las jóvenes, Slenderman.

El origen de la leyenda

“Slenderman es el hombre del saco moderno” comenta el folclorista digital Trevor J. Blank, uno de los expertos a los que recurre la cinta para tratar de aclarar algunos de los aspectos más oscuros del suceso. “Es la criatura que vive en mi armario. El tipo de la furgoneta blanca sin ventanas. El extraño sin rostro que secuestra a los niños. Realmente, Slenderman puede ser quien quieras que sea,” añade Blank, que también incide en que las historias sobre este personaje pueden ser un consuelo para aquellos que se sienten sólos.

El 10 de junio de 2009 un usuario de un foro de internet especializado en el género del terror, que firma con el nombre de Víctor Surge, colgó dos imágenes en blanco y negro. En ellas se puede ver a sendos grupos de niños, y tras ellos una figura espectral, similar al protagonista de ‘Pesadilla antes de Navidad’ pero sin boca ni ojos. Surge añadió a sus imágenes dos comentarios que sirvieron para dotarlas de una historia, dignas de dar pie a una terrorífica leyenda.

Los amantes de este tipo de relatos, proclives a contribuir con sus propias creaciones al mito, hicieron el resto, junto a Youtube, todo tipo de foros y páginas como Tmblr en las que se constituían hilos con creaciones artísticas sobre el misterioso personaje. La obra de Surge, cuyo nombre real es Eric Knudsen, se convertiría gracias a todas estas contribuciones en la red en uno de los “creepypasta” más conocidos de la historia del género. Un tipo de creaciones que recoge las historias cortas de horror que nacen y se comparten en internet. Y que continúa la legendaria costumbre del ser humano de idear leyendas urbanas que perviven a lo largo del tiempo.

Adolescentes solitarias en la red

“Sé lo que internet me ha dicho” dice convencida Anissa sobre Slenderman, cuando la detective que le interroga trata de comprender las respuestas que la joven ofrece sobre el misterioso personaje. En otra sala de la comisaría de Waukesha, su amiga Morgan le confiesa a un detective que han estado meses preparando el ataque a Bella. Ambas han llegado allí tras ser detenidas cuando se dirigían al Bosque Nacional Nicolet, minutos después de cometer el apuñalamiento. Según la leyenda, a la que las adolescentes recurren para justificar sus actos, allí es dónde vive Slenderman en una mansión, y donde podrían convertirse en sus siervas gracias al acto que acaban de llevar a cabo.

Para llegar a este mito del “creepypasta” a Anissa sólo le hizo falta un iPad. Y a Morgan una amiga que se lo contase. Los familiares de ambas ofrecen su particular retrato de unas jóvenes con pocas amistades, que juntas fueron capaces de olvidar su propio aislamiento. Y tratan de comprender cómo sus hijas, a las que creen conocer, fueron capaces de apuñalar en diecinueve ocasiones a una de sus amigas. O lo permitieron. O incluso lo imaginaron. Sus escasas amistades destacan las peculiaridades de ambas, y atribuyen a las “ganas de llamar la atención” el hecho de que estén involucradas en el suceso.

“Pertenecer a algo”

Para ofrecer una visión más completa de los hechos que rodean el caso en el que se centra ‘Beware the Slenderman’, el documental cuenta con varios expertos en cultura moderna, medicina o psicología. Los últimos advierten del refugio que supone internet para aquellos que tiene problemas sociales, “una forma de pertenecer a algo” e insisten en las dificultades que, a esa edad, tienen los jóvenes para diferenciar lo que es real y lo que es una fantasía.

Una joven miembro del grupo de Facebook en apoyo de Morgan, señala una importante obviedad, que internet no entiende de horarios y estaba ahí cuando Morgan y Anyssa más lo necesitaban. Jack Zipes, crítico literario, relaciona el mito de Slenderman con la versión original de ‘El flautista de Hamelin’, en la que el destino de los niños de la localidad del cuento era vivir el mismo final que las ratas de las que se ocupa en primer lugar el personaje literario.

Claves que tratan de dilucidar el éxito del mito y la influencia que tuvo en unas jóvenes a las que, sus circunstancias personales, les convirtieron en la involuntaria arma perfecta para otorgarle veracidad. Porque como descubrimos tras una hora de metraje, los acontecimientos probablemente no habrían sido los mismos si los trastornos psicológicos y psiquiátricos de Anissa y Morgan hubieran sido diagnosticados previamente.

Advertir y humanizar

Más allá de lo oportuno de la producción, que probablemente haya abierto la puerta de algún despacho a Taylor Brodsky, ‘Beware the Slenderman’ tiene dos claras intenciones. Por un lado advertir de los peligros de internet a edades tempranas, a través de los hechos. Pero también gracias a un padre que se arrepiente de haber proporcionado a su hija un iPad, mientras trata de controlar el uso que hace de él otro de sus hijos. Por otro, humanizar a los protagonistas del suceso y a sus familiares, a los que la cinta accede pocas semanas después del apuñalamiento.

Con ciento veinte minutos dedicados a Morgan y Anissa, es difícil no preguntarse si la ausencia testimonios de o sobre la víctima, es intencionada o la familia de Bella ha declinado participar. O si ‘Beware the Slenderman’ no es más que el prólogo de una historia que regresará, como su predecesora serializada ‘Making a Murderer’, cuando haya una sentencia firme. Más allá de estas dudas, la producción de HBO es una interesante versión de un acontecimiento que conmocionó a la opinión pública norteamericana. Y que, cómo no, pasará a engrosar la leyenda del temible hombre esbelto.