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'The Good Fight': con la venia señoría, sobrevivir a 'The Good Wife' es posible
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Aloña Fernández Larrechi

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Aloña Fernández Larrechi

'The Good Fight': con la venia señoría, sobrevivir a 'The Good Wife' es posible

El spin-off de la célebre serie de abogados ofrece un producto interesante y atractivo que hará las delicias de los seguidores de la producción original

Foto: Imagen de las protagonistas principales de 'The Good Fight'
Imagen de las protagonistas principales de 'The Good Fight'

Uno de los recursos más habituales de las cadenas de televisión para alargar el éxito de sus producciones es, además de concederles demasiadas temporadas, aprobar un spin-off o serie derivada. Creaciones que, habitualmente, nacen avaladas por el prestigio que un personaje secundario consiguió en la serie original. Y que cuentan con el interés de algunos de sus seguidores, ansiosos por saber si el spin-off respeta a la producción “madre” o por volver al universo que los enamoró.

Teniendo (muy) presentes estas premisas, el pasado mes de mayo la CBS anunció que 'The Good Wife', la serie que permitió a la cadena seguir codeándose con las mejores, tendría un spin-off, que llevaría por título 'The Good Fight'. Una serie con Diane Lockhart y Luca Quinn como personajes protagonistas, con la que la CBS se aseguraba que alguno de los millones de seguidores de la producción protagonizada por Julianna Marguiles volviese a sintonizarlos. Y ofrecía un jugoso producto para aquellos que alguna vez, a lo largo de las siete temporadas que duró ‘The Good Wife’, pensaron que la serie ganaba cuando la protagonista no aparecía. Porque si con algo contaba la creación de Michelle y Robert King era con un abundante elenco de secundarios brillantes que contribuían con solvencia a elevar la calidad de la producción. Algo que viene a confirmar ‘The Good Fight’ que en España ya se puede disfrutar a través de Movistar Series.

Tráiler de 'The Good Fight'

Reinicio forzoso

Un año después de los hechos con los que se despidió 'The Good Wife', Diane Lockhart continúa formando parte del bufete que lleva su nombre (y el de muchos otros). Sin embargo, la abogada siente que profesionalmente ya ha alcanzado todas sus metas, y la seguridad que le aportan sus ahorros le permiten plantearse su jubilación. Con lo que no cuenta Lockhart es con un escándalo de corrupción vinculado a su gestor de inversiones, que le obligará a dar marcha atrás a sus planes. Y a solicitar su reingreso en el bufete que ella misma fundó. Una propuesta inesperada que los socios del bufete rechazarán con mayor rapidez con la que se plantearon su retirada.

Mientras tanto, Luca Quinn, que trabajó con Alicia Florrick en la última entrega de 'The Good Wife', ejerce como abogada en Reddick, Boseman & Kolstad, un bufete especializado en casos de brutalidad policial integrado por profesionales de raza negra. El mismo que, de la mano de Adrian Boseman, está dispuesto a abrirle las puertas a Lockhart, sin importar que su popularidad se encuentra bajo mínimos tras el escándalo financiero.

Un suceso que también perjudica a la joven Maia Rindell, una abogada que se licencia días antes de que el fraude llegue a los medios. Llena de ilusión y nuevas expectativas, Rindell es contratada como asociada junior bajo la protección de Lockhart en el bufete que ésta dirige. Sin embargo, la desgracia de su mentora termina siendo la suya, ya que el presunto culpable del escándalo financiero es su propio padre. Afortunadamente, la profesionalidad que ha demostrado en el poco tiempo que ha trabajado junto a Lockhart le sirve para que la veterana letrada cuente con ella en su nueva e impredecible aventura profesional.

Sin protagonistas principales

A diferencia de la producción original, que podía contar con muchos personajes pero estaba totalmente focalizada en Alicia Florrick, 'The Good Fight' es una serie coral en la que los tres personajes principales tienen un peso similar en la historia. El punto de partida es el nuevo bufete en el que trabajan, pero cada una de ellas sigue un camino propio. Diane tendrá que luchar, en los primeros episodios, por conseguir el control de sus cuentas bancarias para así poder aportar a Reddick, Boseman & Kolstad su capital como asociada. Por su parte Luca deberá asumir que la que tantas veces fue enemiga en su pasado, es ahora su compañera de trabajo. Aunque lo primero que haya hecho es quitarle su preciado, y privado, despacho. En lo que respecta a Maia, además de tratar de demostrar su valía como abogada, tendrá que ocuparse de sus problemas familiares con la justicia. Y del acoso de la prensa, la crisis con una novia que no termina de entender la situación que viven o las amenazantes llamadas de teléfono de aquellos que han sido estafados por su padre.

Este carácter eminentemente femenino, que también distinguía a la producción original, es ahora aún más importante para la historia. A partir de las diferencias vitales que distinguen a Diane, Lucca y Maia, 'The Good Fight' explora la lucha diaria que tres mujeres muy diferentes tienen que llevar a cabo día a día. Ya sea por su juventud, o por su veteranía, por el color de su piel, o por sus años de experiencia, todas ellas deben afrontar una rutina en la que su sexo o su raza resultan fundamentales a la hora de lograr el éxito profesional.

Ritmo, buenos personajes y Trump

Tras unas últimas entregas de 'The Good Wife' que como ya comenté aquí, resultaron decepcionantes, la serie derivada que también lleva la firma de Robert y Michelle King, se presenta como una dignísima sucesora de las primeras temporadas de la serie. Esas en las que la actualidad norteamericana, los personajes llenos de matices y carácter propio y unas tramas interesantes y complejas desafiaban cada semana al espectador. Trump, la violencia policial o la corrupción son sólo los aperitivos, a los que seguirán Siria, el nuevo equipo de gobierno, el machismo o el racismo, una costumbre fabulosa que sin duda contribuye a aumentar el atractivo de la producción.

En sus cuatro primeros episodios, de los diez que compondrán la temporada, 'The Good Fight' ha conseguido seguir las pautas de su serie “madre” aportando elementos propios tan seductores e interesantes como su cabecera. Porque lo primero que hay que agradecer a los creadores es que se hayan preocupado por dotar a la serie de una cabecera potente y atractiva, a años luz de la simplísima cortinilla de su precedesora. Los guiños a ésta, su desbordante ritmo inicial y la aparición de muchos de los secundarios que ya se ganaron a la audiencia en la producción original añaden atractivo a una creación que, como es habitual en los King, nace de premisas que ya son de por sí interesantes.

Como ya hiciera en 2015 'Better Call Saul', el fabuloso spin-off de 'Breaking Bad, 'The Good Fight' se convertirá en otra de las razones de peso para que las cadenas de televisión continúen teniendo alicientes a la hora de seguir explotando un universo televisivo conocido, que siempre resulta menos arriesgado que aquel que apuesta por la originalidad. Un inconveniente que los amantes de las series de televisión estamos dispuestos a asumir si se trata de una buena causa como la de Lockhart, Quinn y Rindell.

Uno de los recursos más habituales de las cadenas de televisión para alargar el éxito de sus producciones es, además de concederles demasiadas temporadas, aprobar un spin-off o serie derivada. Creaciones que, habitualmente, nacen avaladas por el prestigio que un personaje secundario consiguió en la serie original. Y que cuentan con el interés de algunos de sus seguidores, ansiosos por saber si el spin-off respeta a la producción “madre” o por volver al universo que los enamoró.

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