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Nos libramos de la corrección, pero ¿qué hacer ahora con la liquidez?
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Javier Molina

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Nos libramos de la corrección, pero ¿qué hacer ahora con la liquidez?

Estas caídas están tentando a muchos inversores y, aunque comprensible desde el punto de vista emocional, ya sabe usted que eso no sirve. Si no lo tiene claro, no se deje llevar

Foto: El real se depreciÓ hoy un 1,92 % frente al dÓlar
El real se depreciÓ hoy un 1,92 % frente al dÓlar

Desde junio del año pasado y, en esta misma tribuna, he venido apostando por mantener liquidez, realizar coberturas muy sencillas por si las bolsas caían y, en definitiva, salir de mercado y mantenerse al margen. No nos ha ido mal aunque, hay que decirlo, mi apuesta era eso, una asignación de probabilidad a una serie de eventos que podían producirse. Nada más. Pero cuando uno va al mercado, eso es lo que debe hacer. Ver dónde estamos y ver qué sucesos pueden producirse y actuar en consecuencia.

Entonces…¿ahora qué? Sin duda esta es la pregunta que más me han hecho desde inicios de año. Y como estamos acostumbrados, desde el 2009 (hablo del S&P500) a comprar en cada caída y obtener importantes alzas, parece que la respuesta es fácil. Sin embargo, no sabemos si es sólo eso, una caída de cotizaciones (por otro lado bien normal) o algo más serio y profundo. El saber si estamos ante un punto de inflexión o no, es la clave para ubicarnos en los mercados. ¿Debemos considerar los niveles del verano pasado como ese nuevo punto de inflexión?

Ese punto coincide, más o menos, con un S&P en niveles de 2050 y con un PER de casi 17 veces. Se estaría produciendo tras un alza del 205% desde los mínimos del movimiento previo.

Hecho este inciso, veamos lo que tenemos de bueno y malo en los mercados. Excluimos el 'ruido' político del análisis que, aunque puede ser muy importante en breve (tanto en USA como en España) lo dejamos a un lado y nos centramos en mercado puro y duro.

En la parte positiva tenemos que la economía norteamericana crecerá por encima del 2% en el 2015. No es un gran dato pero sigue la idea de cierto crecimiento sostenible. La datos de empleo son buenos (aunque muchos autores los matizan y ponen en tela de juicio), el ISM no manufacturero ha dado lecturas positivas, el consumo privado no va mal, el valor de los activos financieros de los americanos está en máximos y el sector inmobiliario se ha estabilizado.

Además, el sentimiento alcista de los inversores está bajo mínimos, pasando de la euforia de inicios de año a un pesimismo excesivo según la encuesta de la AAII, tocando niveles de 22,17%. Al mismo tiempo, el sentimiento bajista ha sufrido el alza más importante desde julio del año pasado.

Esto coincide con un pesimismo repentino por parte de muchos analistas. Las últimas caídas han convertido en conservadores a los que, no más de un mes atrás, recomendaban comprar y aprovechar caídas para tomar posiciones. Tanto bajista apuntado a la moda, me da señales de que las cosas pueden ir hacia otro lado.

Por último, tras las caídas de los mercados, muchos títulos han entrado en una valoración atractiva lo que, unido al momento de sobreventa del mercado en general, hace pensar en un rebote de cierta importancia en el corto plazo.

Uno de los índices que me gusta observar, con respecto al sentimiento de mercado, es el Citi Economic Surprise Index. Se trata de un indicador que grafica cuantos datos económicos en los últimos 3 meses baten o se quedan cortos respecto a las predicciones de mercado. Es decir, cuánto sorprende para bien o para mal la realidad respecto a los esperado. En este juego de asignar probabilidades a sucesos, es curioso el tener ese dato.

La lectura actual nos dice que el mercado ha estado decepcionando una gran parte del 2015 y que ahora se encuentra en zona negativa pero donde el consenso parece ajustarse respecto a lo que se va produciendo.

En la parte negativa tenemos que el ISM manufacturero está en contracción, que la venta de autos se empieza a desinflar al igual que el gasto en construcción, la caída de las materias primas, la caída del crecimiento de China y de los países que dependen de ella, la caída de los beneficios empresariales (vea el siguiente gráfico), el incremento de la rentabilidad de los bonos de alto riesgo, el incremento de la compra de acciones propias…y el alza de tipos en un momento donde, posiblemente, no deberían haberse tocado.

El tema de los tipos en USA es muy importante. Y me parece curioso que ningún analista haya entrado en este punto. Para que la Fed suba los tipos en 0,25%, tiene que drenar reservas del sistema bancario. Eso se hace con los “reverse repos” y significa que se saca liquidez del sistema bancario. El 31 de diciembre, la Fed drenó 475.000 millones de dólares, lo que significó récord histórico.

El 5 de enero fueron otros 170.000 millones de dólares y tiene que seguir haciendo lo mismo hasta alcanzar que los Fed Funds estén al nivel del 0,25%. Todo este rollo se lo cuento pues las implicaciones para los mercados de estos drenajes de liquidez conllevan un mercado de acciones bajista.

Obviamente, el caso de China es la clave de todo lo que puede suceder. Y más concretamente del sector privado. La deuda de ese sector está por encima de los 30 billones de dólares, casi el doble del norteamericano. Si se produce una recesión en China, se dará una crisis de crédito de resultados impredecibles. Sabiendo que el crecimiento de China ha representado el 50% del mundial en los últimos años, problemas allí tendrán obviamente impacto en todo el mundo.

Si tiene acciones gandoras como Facebook, Amazon, Netflix, Google o españolas como Acciona, Gamesa, Iberdrola o Inditex, igual es tiempo de “devolverlas”

El petróleo sigue en caída libre y los niveles de 25 dólares no parecen ya una locura. Las implicaciones de esos niveles en todo el sector pueden ser muy negativas. Y una nueva devaluación del yuan puede ser letal.

Ante este panorama…¿qué hago con mi liquidez? Pues seguir incrementando la misma. Si tiene acciones de las “ganadoras” del grupo de las FANG (Facebook, Amazon, Netflix, Google) o de las españolas como Acciona, Gamesa, Iberdrola o Inditex, igual es tiempo de “devolverlas” a su peso original en su cartera y colocar unos stops de venta en los niveles donde se sienta cómodo. Si tiene valores que empiezan a quitarle el sueño y no ejecutó esas ordenes stop de venta, igual conviene sacarlas de la cartera. Un valor pillado es un capital inmovilizado. Si se produce el rebote antes mencionado, desde el punto de vista técnico, puede ser un buen momento para ejecutar estas acciones.

Estas caídas están tentando a muchos inversores y, aunque comprensible desde el punto de vista emocional, ya sabe usted que eso no sirve. Si no lo tiene claro, no se deje llevar por estos precios 'apetecibles' y actúe siempre en base a argumentos sólidos. La moneda está de canto y yo sigo sin tener nada claro qué hacer con mi liquidez.

Desde junio del año pasado y, en esta misma tribuna, he venido apostando por mantener liquidez, realizar coberturas muy sencillas por si las bolsas caían y, en definitiva, salir de mercado y mantenerse al margen. No nos ha ido mal aunque, hay que decirlo, mi apuesta era eso, una asignación de probabilidad a una serie de eventos que podían producirse. Nada más. Pero cuando uno va al mercado, eso es lo que debe hacer. Ver dónde estamos y ver qué sucesos pueden producirse y actuar en consecuencia.

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