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Javier Molina

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Nadie sabe nada

No se engañen. Nadie sabe nada. No tenemos ni idea de hacia dónde van a ir los mercados de acciones, ni el petróleo, ni el oro, ni los tipos. Esto último no lo sabe ni la Reserva Federal

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“No puedo seguir viviendo conmigo mismo”. Este era el pensamiento que se repetía continuamente en mi mente. Entonces súbitamente me hice consciente de cuán peculiar era este pensamiento. “¿Soy uno o dos? Si no puedo vivir conmigo mismo, debe haber dos: el ‘yo’ y el ‘mí mismo’ con el que ‘yo’ no puedo vivir”. “Quizá”, pensé, “solo uno de los dos es real”.

No he encontrado mejor definición a lo que siente un analista, o un inversor, o un gurú de estos de ahora, frente a la situación actual de los mercados. He tenido que recurrir al pensamiento espiritual, de Eckhart Tolle en este caso, para poder expresar la sensación que domina la mente del que se enfrenta a los mercados.

Y así lo estamos viendo. Un día brilla el sol y el petróleo sube un 5%. Al día siguiente, cuando ya andaba yo confiado, amanezco con una caída del 6%. En ese proceso, hemos escuchado justificación al rebote y, de esa misma voz, argumentos que explican la caída. "¿Soy uno o dos?" Debería preguntarse el atrevido analista.

No se engañen. Nadie sabe nada. No tenemos ni idea de hacia dónde van a ir los mercados de acciones, ni el petróleo, ni el oro, ni los tipos. Esto último no lo sabe ni la Fed.

Ni la volatilidad, tomando el VIX para el S&P500, tiene muy claro hacia dónde va a tirar. El contango se reduce, produce picos curiosos pero no dice nada de nada ahora mismo.

Los que apostaron por un cambio de ciclo de los tiposhan comprobado cómo, una vez más, la lógica ha sido contrariada por una nueva caída en los intereses de los bonos gubernamentales de largo plazo en todo el globo.

Los que apostaron por el rebote de los precios del petróleo, de momento, siguen viendo que la zona de los 30 dólares puede no soportar nuevos ataques. Pero no se cansan de jugar a ser Rappel.

Algunos dicen que hay que comprar sobre los 20-23 dólares para volver a los 40. Hasta Goldman ha dado ese nivel de referencia para el año que viene.

Los que están apostando por la búsqueda de 'value'y 'momentum'se han encontrado, de momento, con pérdidas superiores a las del índice.

Hasta con el oro ha pasado de todo. Yo mismo decidí tomar posiciones ante tanta incertidumbre. De momento va bien, peroesto síque ha sido pura suerte.

El yen permanece estable frente al dólar pese a que el BOJ está imprimiendo moneda sin parar. Sería aún más absurdo si se apreciara por encima de los 115/116 con tipos negativos y con las materias primas que no paran de caer. Hasta eso sería posible ahora y no nos sorprendería.

Muchos analistas técnicos, un día son bajistas y otro son alcistas. Se siguen sin encontrar a símismos en este entorno convulso.

Credit Suisse y Barclays han acordado el pagar una importante multa para que la SEC deje de investigar sus actuaciones de 'dark pools'. Esa forma de negociar activos sin ser vistos. Parece que el fraude y la manipulación campan a sus anchas pese al esfuerzo cada vez mayor de los reguladores.

Nuestros políticos no saben si van o si vienen. Si hay que pactar con unos o llevarnos a otras elecciones. Salvo Pablo Iglesias, que parece que todo lo sabe, el resto no ve la luz.

En Estados Unidos, no andan mucho mejor cuando sus mejores opciones son Donald Trump y Hillary Clinton. Veremos si acaban como candidatos finales de sus respectivos partidos.

Ante este panorama, verse como inversor en medio de la nada, sin mucha consciencia del 'yo', puede llevar a decisiones desastrosas o, tal vez, brillantes. Suele pasar que, en estos momentos de incertidumbre, es cuando unos pocos hacen su fortuna. Fíjense en la salida de dinero de los fondos españoles, por encima de los 1.000 millones, en este último mes. Siempre pasa lo mismo… unos pocos se forran y otros muchos pierden parte de sus ahorros.

El indicador de sentimiento que publica la CNN ha pasado de miedo extremo a miedo simple. No se ve tan negro el panorama ahí fuera. Igual hay que empezar a pensar en oportunidad en esta adversidad…

Tal vez sea cierto que hay que buscar empresas muy castigadas, con balances saneados y que sigan ganando dinero. Les dejo una muestra del sector de los grandes almacenes de Estados Unidos y, en particular, de una acción que vengo siguiendo:Supervalu (SVU). Lleva una caída importante (53% en un año frente al 20% de Walmart) y su PER está sobre seis veces. La empresa ha sacado resultados en línea de lo esperado y su descuento, respecto al sector, esalto.

Al fin y al cabo, de eso se trata cuando uno invierte en bolsa. De hacer aquello que los otros no hacen y seleccionar correctamente, pese a que el inicio del año no haya sido nada bueno para esa estrategia.

De todos modos, ya lo saben, no me hagan caso alguno. Aquí, nadie sabe nada.

“No puedo seguir viviendo conmigo mismo”. Este era el pensamiento que se repetía continuamente en mi mente. Entonces súbitamente me hice consciente de cuán peculiar era este pensamiento. “¿Soy uno o dos? Si no puedo vivir conmigo mismo, debe haber dos: el ‘yo’ y el ‘mí mismo’ con el que ‘yo’ no puedo vivir”. “Quizá”, pensé, “solo uno de los dos es real”.

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