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Ganando un 100% en un mes, ¿la última alerta?
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Javier Molina

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Ganando un 100% en un mes, ¿la última alerta?

Cuando el dinero ya no sabe dónde ir, entonces, le toca el turno a los chicharros. Si gana, pierde, ganará o perderá dinero esa empresa, poco importa

Foto: Corredores de acciones en el índice de acciones S&P500. (EFE)
Corredores de acciones en el índice de acciones S&P500. (EFE)

Es tal la liquidez existente en mercado y parece que tan pocas las opciones de inversión que, a estas alturas de la fiesta (ya sabe que lo de llamar burbujas a los excesos, simplemente no existe), ya todo vale. Y si nos encontramos con deuda corporativa de Iberdrola a tipos ya casi 0%, bonos de Henkel a 2 años al -0,05%, es decir, el que invierta recibirá menos de lo que pone o, con bonos de Sanofi a 3 años al -0,05%, aquí ya nada nos extraña. Encima, si me sale el analista de turno y me intenta convencer explicando que, comparado con el bono alemán a 2 años que paga (cobra) un -0,67%, esas emisiones representan una oportunidad única… ¿qué le puedo decir?. Además, sigue argumentando, el BCE está cubriéndonos las espaldas con sus compras masivas y, para el futuro, los tipos serán aún más negativos.

Sin embargo, este primer párrafo puede estar ya fuera de contexto tras el movimiento del viernes pasado respecto a los tipos y al S&P500. Sólo lo voy a anunciar en esta ocasión sin entrar en detalles, como aviso a navegantes, pero esta semana pasada hemos visto detalles curiosos que pueden alzar bandera roja respecto a los mercados. Primero, el bund alemán a 10 años, ha pasado a rentabilidad positiva tras 2 años en negativa. El bono japonés de mismo vencimiento, aún en terreno negativo, pero ha recortado esas tasas (menos negativa). Y, de igual forma, vimos tensiones en los US Treasuries, con alzas de rentabilidades. Fíjese en la caída del 20 años.

Cuando esto ocurre de forma global, no podemos pasar por alto este detalle.

Si encima, seguimos simplemente revisando el resto de “factores calientes”, vemos como sectores como el inmobiliario, en máximos de precios y con altas posibilidades de sobrevaloración en USA, acumula una caída de más del 7% desde julio. Interesante el movimiento del viernes. Y lo importante, no es el precio en sí, sino lo sensible que es al miedo de un alza de tipos. Y ahí está el centro de atención.

De otro lado, el nivel de complacencia ha subido tanto, a estas alturas, que incluso hemos visto el regreso del inversor final (que había permanecido fuera de mercado por un tiempo) al mercado. Los flujos en los ETFs del S&P así lo demuestran. Y esta “felicidad” no suele durar mucho.

Y, por supuesto, la volatilidad se disparó el viernes tras estar en zona de mínimos. El alza, porcentual, fue brutal.

Mientras, desde los medios de comunicación, aparecen varias explicaciones a esas caídas y se vuelve a mi párrafo del principio. No pasa nada, es normal en un mercado alcista desde hace más de 7 años y, como no hay alternativa posible, esperen oportunidades para comprar con este descuento de precios. Y tal vez, sigan teniendo razón. Pero cuando estas situaciones globales se producen, y ante el temor de alza de tipos por parte de la FED como catalizador, tal vez se vuelva al origen: a los fundamentales. Y esos se resumen a crecimiento y resultados empresariales y ni uno ni otro son especialmente buenos.

Volviendo al titular de hoy, en esta búsqueda de rentabilidad y ya pasando a mercado de acciones puro y duro, algún avanzado ha visto la luz. Cuando el dinero ya no sabe dónde ir, entonces, le toca el turno a los chicharros. Si gana, pierde, ganará o perderá dinero esa empresa, poco importa. Lo que interesa es buscar nuevas fuentes de rentabilidad. Si se invierte en bonos basura o de alto riesgo, o en empresas con buen rating y tipos negativos, ¿por qué no comprar ese tipo de compañías?

¿Y para qué les cuento esto? Pues para llamar la atención sobre este nuevo factor de riesgo. Otro que se suma a la sobrecompra, al exceso, al delirio

Y eso es lo que está pasando en nuestro mercado. La fiebre compradora se está extendiendo como la pólvora con muy buenos resultados, todo hay que decirlo. Hay que “participar” en esta locura colectiva. Todos a por el dinero fácil. Primero compro y luego ya veré. Cero análisis. Que eso es lo que nos han enseñado desde los bancos centrales. Bueno, hasta esta semana pasada, cuando el discurso puede haber tomado otros tintes. Pero eso, de momento y con permiso de la caída del viernes y de la que tendremos hoy lunes, pasa desapercibido.

Así las cosas, estamos asistiendo en las últimas semanas, a una interesante entrada de dinero en esos valores de pequeña capitalización, de alta volatilidad y bajo precio. Lo vimos en esta sección de aprender a invertir, que en nuestro mercado conocemos como chicharros.

El 17 de Agosto Sniace, uno de esos valores de moda del continuo, cotizaba a 0,14 euros. El viernes, la acción cerró a 0,28 euros. Un alza del 100% en menos de 1 mes. Un volumen equivalente al 50% de su capitalización. Y alegría para los que han ido vendiendo. Mezcla de información previa, manipulación y especulación extrema. Buen resultado hasta ahora.

Si seguimos investigando, vemos un montón de ejemplos… Natra ha doblado igualmente, desde principio de año. Ercros ha pasado de 0,50 euros en enero a 1,80 de esta pasada semana. Amper, aun permaneciendo plano en lo que va de año, ha subido desde los 0,08 euros en julio hasta los 0,122 actuales. Y fíjese en el alza de volumen de estos últimos meses en todos los casos. Eso es lo que quiero remarcar.

Hasta Ezentis, valor al que le tengo especial tirria por la manipulación que se maneja, ha pasado de los 0,33 euros de Junio a casi 0,60 céntimos. Y, de nuevo, picos brutales de volumen. Y así con muchos otros títulos de los considerados chicharros que han visto volumen, acción y duplicar precios en pocos meses.

¿Y para qué les cuento esto? Pues para llamar la atención sobre este nuevo factor de riesgo. Otro que se suma a la sobrecompra, al exceso, al delirio en que se encuentran los mercados y los precios. Ya lo he reconocido en varias ocasiones, el mercado no atiende a fundamentales y no se puede luchar contra eso. Hay que estar comprado si se viene de atrás. No hay que entrar si se tiene dinero fresco. O hacerlo con poca cantidad y con el stop muy claro sabiendo a qué se expone uno.

El mercado se mueve por ciclos. Los ciclos se suceden. No lo olvide. Si los tipos suben el próximo 20-21 de septiembre, eso no está incorporado en los precios. Para ejemplo, la caída del viernes. La alegría se ha extendido a todo tipo de activos. Respaldados o no por las compras de los bancos centrales. Hay que seguir en la fiesta sin olvidar dónde estamos. Pero cuando ya compramos hasta las empresas que no sabemos a qué se dedican ni lo que ganan (o pierden) ni como se escriben en nuestro buscador del bróker, es que algo no marcha bien. Piénselo dos veces para que, si me equivoco, me lo pueda echar en cara. Si acierto, habrá valido la pena.

Buena semana

Es tal la liquidez existente en mercado y parece que tan pocas las opciones de inversión que, a estas alturas de la fiesta (ya sabe que lo de llamar burbujas a los excesos, simplemente no existe), ya todo vale. Y si nos encontramos con deuda corporativa de Iberdrola a tipos ya casi 0%, bonos de Henkel a 2 años al -0,05%, es decir, el que invierta recibirá menos de lo que pone o, con bonos de Sanofi a 3 años al -0,05%, aquí ya nada nos extraña. Encima, si me sale el analista de turno y me intenta convencer explicando que, comparado con el bono alemán a 2 años que paga (cobra) un -0,67%, esas emisiones representan una oportunidad única… ¿qué le puedo decir?. Además, sigue argumentando, el BCE está cubriéndonos las espaldas con sus compras masivas y, para el futuro, los tipos serán aún más negativos.

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