Thiago, una ganga

La selección española sub 21 vuelve a conseguir el Europeo. Se reedita el título con autoridad. Cada partido que han jugado nuestros jóvenes ha sido una exhibición. Pero lo de Thiago en la final fue la culminación a una obra de arte futbolera. Sus 18 millones de euros de cláusula son una auténtica ganga. Lo eran antes del Europeo y ahora todavía más. Al Barça se le puede escapar un futbolista llamado a tomar el relevo de los jugones.

Puede que lo haga lejos. El Manchester United es el más interesado en esta oferta de verano. Si no juega en el Barcelona o el Real Madrid ningún otro equipo español puede aspirar a darle todo lo que necesita. Thiago huele a nuevo compañero de De Gea. El portero ha aparecido en los pocos momentos delicados por lo que ha pasado España. La pareja Morata – Rodrigo ha compartido el 9 casi a partes iguales. El madridista, más inspirado, se ha ganado un sitio en la primera plantilla del Real Madrid. Ofertas no le faltarán.

El resto también ha mantenido el nivel de excelencia. España sigue enamorando al mundo con un estilo atractivo y reconocible. Toque, desmarques, verticalidad, presión, son las claves de una escuela que se olvida de la dureza y de las protestas, lo que no significa ser un equipo blando. La defensa se propone tratar bien al balón y lo consigue. Centrales sobrios, implacables que la sacan jugada. Laterales de ida y vuelta constante. Ofreciendo soluciones permanentes tanto en defensa como en ataque. Mención especial para el recién llegado Alberto Moreno. El hermano gemelo de Jordi Alba. El Sevilla tiene oro en este lateral izquierdo que acaba de irrumpir en la élite del fútbol.

Nos vamos al centro del campo y es para volverse loco. La tremenda velocidad a la que viaja el balón choca con los pocos errores de pase. Para conseguirlo se debe tener una calidad superior. Incluidos Koke e Illarramendi que ayudan a que Isco y Thiago hagan arte a su antojo. El derroche futbolístico de Illarra ha sido descomunal. Es el corazón de este equipo campeón. La cabeza la pone Thiago con trabajo continuo para la creación sin olvidarse de las recuperaciones. Isco aparece menos. Su fútbol de genio debe ser obligatoriamente intermitente. Nos enseña su esencia en los momentos clave para que lo saboreemos. A todos les espera un brillante futuro. El presente ya es suyo. Tanto que estoy convencido de que esta selección en la actual Copa Confederaciones lucharía por el título como van a hacer sus mayores. ¡Qué tranquilidad!