Guardiola se prepara: ahora resulta que el saber molesta

Lo que me faltaba por ver es que sea objeto de debate el alemán de Guardiola. Ahora resulta que prepararse a conciencia para afrontar un nuevo reto está mal visto por algunos. Algo tendrá que ver la envidia. Guardiola se presentó en Múnich preparado, hablando un idioma complicado como el alemán en su primera rueda de Prensa y teniendo muy claro el mensaje que quería lanzar. Para conseguir ese nivel habrá tenido que dedicar unos cuantos días de su temporada sabática a recibir clases y estudiar. 

Conociendo su obsesión por el fútbol ya estaría pensando en el Bayern. Todo lo necesario para estar a la altura de unas circunstancias muy exigentes. Se habrá empapado no solo de la lengua, sino de las costumbres y de la historia del club más importante de Alemania. Algo tan lógico no puede estar mal visto. Lo que ocurre es que no es lo habitual.

Hemos conocido casos de entrenadores o futbolistas que han llegado a España o han salido al extranjero y se han pasado varios años sin adaptarse, sin pronunciar una frase en la lengua del país que les acoge. De alguna forma no deja de ser una falta de respeto, o mejor dicho, quien se esfuerza por integrarse lo más rápidamente posible está demostrando interés por su nuevo destino. Siempre hemos destacado positivamente lo rápido que hablan nuestro idioma los deportistas que llegaban de los países del Este. Esa virtud no puede convertirse en asunto de debate con Guardiola. Voy más lejos.

Deberíamos estar orgullosos de que nuestros trabajadores, también los que más ganan y los famosos, dejen bien alto el pabellón español lejos de nuestras fronteras. Es un honor que un entrenador como Roberto Martínez se haya labrado una exitosa carrera de prestigio en el fútbol inglés. O que futbolistas como Mata, Torres o Cesc representen a todos aquellos que hicieron la maleta con destinos mucho menos 'glamourosos'. Guardiola será uno más de nuestros embajadores para orgullo español por su preparación, su juego y su trabajo.