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Lopetegui, del heredado 'marrón' Casillas a las prisas por nacionalizar a Laporte
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Kike Marín

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Lopetegui, del heredado 'marrón' Casillas a las prisas por nacionalizar a Laporte

El nuevo seleccionador español toma una decisión que Del Bosque tomó a medias y abre la puerta al central francés del Athletic, aunque éste aún no ha iniciado los trámites

Foto: Casillas, en el partido de Champions contra la Roma. (REUTERS)
Casillas, en el partido de Champions contra la Roma. (REUTERS)

A diferencia de lo que hizo Luis Aragonés con Raúl, a quien dejó fuera de la Selección cuando vio que lo que el 7 del Real Madrid aportaba era menos de lo que su presencia restaba y de este modo despejó el camino al heredero del banquillo de la Roja, Del Bosque no supo, no se atrevió o sencillamente no quiso hacer lo propio con Casillas. De ahí que el 'marrón', como vulgarmente se dice, se lo haya comido su sustituto, Julen Lopetegui, quien ha tenido con el excapitán de España el mayor respeto que se puede tener, pues no sólo lo ha dicho, sino que se lo demostrado.

Al igual que Vicente, por más que éste cometiera el error de no reconocerlo y alargar así un debate que, como bien dice Reina, "no terminará hasta que Iker no deje de jugar", Lopetegui tenía muy claro desde que Ángel María Villar le ofreció el cargo de seleccionador español que su portero titular sería David de Gea, lo cual conllevaba necesariamente que, de convocarle, Casillas sería cuando menos -o cuando más en este caso- el suplente del guardameta del Manchester United, de ahí que optara por cortar por lo sano, a pesar de haber sido precisa y paradójicamente él quien ayudara a Iker a salir del Real Madrid al hacerle un hueco en su Oporto.

Foto: Casillas, de espaldas, habla con Cesc, con Del Bosque y su cuerpo técnico al fondo. (Reuters) Opinión

Julen sabe, y así se lo explicó a la cara a Iker durante su largo encuentro en Portugal, que dado su estatus (167 veces internacional, nada menos) no puede -y tampoco debe- ir a la Selección para no jugar. Es decir, llamarle más por los méritos contraídos, que son muchos e incuestionables, que por lo que pueda seguir aportando, que lógicamente cada vez será menos. Lo ocurrido en la pasada Eurocopa de Francia, con el mal rollo entre el capitán y el cuerpo técnico, así lo demuestra, por mucho paripé que Iker hiciera posando con Del Bosque en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas como si nada hubiera pasado.

"Iker se merecía que le explicase mi idea", asegura Lopetegui, precisamente lo que no hizo Del Bosque antes de una Eurocopa para la que sí convocó a Casillas. Ahí estuvo, quizás, el gran error del salmantino. No le dejó fuera de su lista, pero sí le incluyó en ésta a sabiendas de que una vez que estuvieran en Francia lo mandaría al banquillo. Es posible que Iker no se portara todo lo bien que debía con quien tanta confianza y apoyo le ha dado siempre, pero también es cierto que quizás las formas de verse relegado a la suplencia no fueran las más justas. Hay silencios que matan.

Sin embargo, más que la ausencia del guardameta del Oporto, lo que a bote pronto sorprendió al conocer la primera lista del nuevo seleccionador fue la presencia en su lugar de Pepe Reina, aunque el portero del Nápoles -quien justo este miércoles cumple 34 años, tan solo uno menos que Casillas- se ajusta a ese papel de segundo, o tercero si hace falta, del ya indiscutible De Gea.

"Que no venga ahora no supone que se le cierren las puerta de la Selección", dice Julen Lopetegui sobre Iker, aunque el guipuzcoano ha dado el paso más difícil, dejarle fuera de una lista después de 16 años, y cuesta creer que vaya a contar con él por muy que le vaya en el Oporto. "Es un jugador que ha marcado una época. Sigue teniendo ambición y veremos qué depara el futuro", añadió el de Asteasu, para explicar que "Reina hizo una gran temporada y queríamos que estuviera en la Selección".

El nuevo seleccionador es consciente de que la presencia del veterano guardameta es buena para hacer grupo. Lo de Adrián San Miguel, portero del West Ham, es un claro guiño de Lopetegui, no sólo a los meritorios en los que Del Bosque no se fijó, sino a esos jugadores que por jugar fuera de España apenas eran seguidos de cerca por Vicente.

El despecho de Laporte con Deschamps

La misma decisión que ha tenido Lopetegui para afrontar el 'marrón' de Casillas la ha demostrado para retomar el caso de Aymeric Laporte e intentar que el central francés del Athletic juegue con España después de los reiterados desplantes del seleccionador galo, el vascofrancés Didier Deschamps, quien no sólo le dejó fuera de la Eurocopa, sino que en su reciente convocatoria ha vuelto a olvidarse de él.

A los pocos días de que Julen se pusidera al frente de la Selección, desde la Federación Española de Fútbol se empezó a sondear al entorno de Laporte para hacerle llegar el interés de Lopetegui. Es cierto que ya en la etapa de Fernando Hierro como director deportivo de la Roja se abordó la posibilidad de 'fichar' al galo, pero entonces las reticencias del futbolista eran mayores que las de ahora, de ahí las prisas para que ahora se decida a dar el paso.

Laporte, por el que ningún club dio el paso finalmente de pagar los 50 millones de su cláusula de rescisión, aprovechó en interés de clubes como el FC Barcelona y el Mancheter City para renovar por el Athletic y convertirse, con diferencia, en el jugador mejor pagado de la plantilla que dirige Ernesto Valverde. Sin embargo, el central sigue teniendo una espina clavada.

Lógicamente, Lopetegui no quiere hablar de él hasta que no sea seleccionable, para lo cual lo primero que debe obtener es la doble nacionalidad, unos trámites que Aymeric aún no ha iniciado. Es por ello que da la sensación que desde la Ciudad del Fútbol de Las Rozas se han precipitado en dar estos por casi terminados. La mano de María José Claramunt, la directora de la Selección que se ha convertido en la sombra de Julen, está detrás de todo. Quizás esa sea la explicación.

A diferencia de lo que hizo Luis Aragonés con Raúl, a quien dejó fuera de la Selección cuando vio que lo que el 7 del Real Madrid aportaba era menos de lo que su presencia restaba y de este modo despejó el camino al heredero del banquillo de la Roja, Del Bosque no supo, no se atrevió o sencillamente no quiso hacer lo propio con Casillas. De ahí que el 'marrón', como vulgarmente se dice, se lo haya comido su sustituto, Julen Lopetegui, quien ha tenido con el excapitán de España el mayor respeto que se puede tener, pues no sólo lo ha dicho, sino que se lo demostrado.

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