En el periodismo (sin bufanda) mucho peor que "buscar la mierda" es taparla

“Siempre vais a lo puto negativo, tú y tu puto periódico y tu diario Marca”, respondió el técnico del Sporting, Abelardo, a un periodista que tras el partido de Copa ante el Eibar le preguntó por los pitos de El Molinón al madridista Burgui y los cánticos a favor de su sustitución por el canterano Carlos Castro. “No sois sportinguistas. Te lo digo así de claro, porque siempre buscáis la mierda”, añadió el entrenador asturiano, a quien ni el jefe de prensa del club pudo calmar. “¡Calla, Leli, que me estoy quedando más a gusto que la madre que me parió!”, masculló un desatado Abelardo.

“Porque sois unos impresentables y te lo digo así de claro. Nunca preguntáis lo positivo, siempre lo negativo, como decía Van Gaal (...) Tú presumes de ser sportinguista y eres menos sportinguista que los que estamos aquí", añadió el Pitu, quien más tarde pidió disculpas, aunque por las formas y no por el fondo del numerito que le retrató: "Sólo me arrepiento de haber dicho algún taco. En todo lo demás me reafirmo. Se inventan noticias para hacernos daño".

Aunque por desgracia ni es el primero ni será el último, el altercado dialéctico de Abelardo con un periodista que cubre diariamente la información del Sporting debe invitarnos a hacer varias reflexiones. La primera, y para ir por orden, que en el periodismo, al menos el que todavía se hace sin bufanda o no al dictado de quienes mandan en los clubes, mucho peor que "buscar la mierda" es taparla. Precisamente porque la verdad puede llegar a herir, pero la mentira siempre acaba matando.Informar de lo que pasa nunca puede interpretarse como ir en contra de los intereses de un entrenador y, por extensión, un equipo. Lógicamente, y sobra decirlo, siempre que esa información se haga con rigor y respeto, aunque también con valentía y sin cortapisas, las peores, sin ninguna duda, las autoimpuestas.

Además, y como decía Di Stéfano, nunca hay que olvidar que "el entrenador es el que más sufre en esto del fútbol y tiene que dar la cara ante la Prensa". Por esto, y aunque es cierto que hay que ser más comprensivos con ellos, los técnicos deben estar preparados para ponerse delante de los micrófonos y ser muy conscientes, no sólo de que los partidos empiezan o acaban en las salas de prensa, sino que al otro lado de la mesa hay periodistas, "un trámite y no unos interlocutores definitivos", tal y como me dijo en una entrevista el seleccionador español de baloncesto, Sergio Scariolo.

"Los medios son un puente con los aficionados, que tienen el derecho a tener más datos a través de los protagonistas", añadió el entrenador italiano en una charla que más de uno haría bien en escuchar. Ante el defecto de preguntar, muchas veces de manera impertinente, sí, está la virtud de responder o no, pero siempre de manera educada. Ningun técnico está obligado a contestar a todo, pero sí a dar las explicaciones oportunas sobre el desempeño de su trabajo.

Siendo autocríticos, hay que destacar el daño que está haciendo el periodismo de bufanda, en la mayoría de los casos auspiciado e incluso subvencionado por los propios clubes. De ahí que tampoco nos puedan sorprender situaciones como las vividas durante la etapa de Mourinho en el Real Madrid, cuando cada rueda de prensa era una batalla campal y el portugués se permitió hablar de 'seudomadridistas', o la protagonizada por Abelardo, quien apeló a una presunta falta de sportinguismo a un periodista como si de uno de sus futbolistas salidos de Mareo se tratara.

El caso más clamoroso y dañino, porque además es personalista, es del presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, quien utiliza al club como escudo y pretende amordazar a la prensa con su deplorable 'conmigo o contra el Madrid’, de ahí la lógica indignación de una parte del madridismo que, precisamente porque no se deja engañar, es consciente de que el Real Madrid está muy por encima de cualquier persona, por muy 'ser superior' que se crea.

Como también y tan bien dijo Di Stéfano, "el periodista que diga que no es de ningún equipo, es que no le gusta el fútbol, sino el tenis". Ser, e incluso reconocer, que se es de un determinado equipo no impide hacer periodismo. Es más, negarlo puede llegar a ser contraproducente. Y es que, lo dicho, mucho peor que "buscar la mierda" es taparla, sobre todo porque periodismo es publicar aquello que alguien no quiere que publiques (George Orwell dixit) y no publicar todo aquello que a alguien le interesa que publiques.

P.D. Cuando en 1994 el Barça pagó la cláusula de rescisión de Abelardo, seguro que el Pitu pensó que marchándose del Sporting tomaba la mejor decisión para él, aunque precisamente por ello, igual ahora no es el más indicado para dar lecciones de sportinguismo a nadie.