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De Neymar en 2011 a Rekarte, Bakero y Txiki en 1988: cuando el rival está 'comprado'
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Kike Marín

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De Neymar en 2011 a Rekarte, Bakero y Txiki en 1988: cuando el rival está 'comprado'

El expresidente del Santos, fallecido el pasado verano, aseguró que antes del Mundial de Clubes de 2011 él ya sabía que "el padre de Neymar había recibido dinero del Barça"

Foto: Neymar y Messi, durante la final del Mundial de Clubes entre el Santos y el Barça. (EFE)
Neymar y Messi, durante la final del Mundial de Clubes entre el Santos y el Barça. (EFE)

“Yo ya sabía antes del torneo que el padre de Neymar se había comprometido con el Barcelona y que había recibido dinero", denunció el entonces presidente del Santos, Luis Álvaro Oliveira, sobre la final del Mundial de Clubes de 2011 en la que el equipo brasileño cayó por un contundente 4-0. "Jugamos la final con nuestra estrella recibiendo dinero del rival. ¿Si tuvo que ver en su rendimiento? Sin lugar a dudas. Tuvo influencia el dinero que le pusieron en el bolsillo desde esos partidos en adelante. Dejó de ser el jugador desequilibrante que era y parecía que contaba los minutos para marcharse de nuestro club”, añadió el que fuera máximo dirigente del Santos, que en agosto del año pasado falleció en Sao Paulo como consecuencia de un tumor en el aparato digestivo.

Foto: Neymar, en un partido con el Barcelona. (Alejandro García/EFE)

Oliveira tuvo que indemnizar al padre de Neymar con algo más de 6.000 euros por difamación y daños morales, aunque no por ello rebajó el nivel de acusaciones y amenazas. "Creía que el padre de Neymar era mi amigo, pero no quiero verlo delante de mi coche porque en vez de frenar, acelero. No le doy la mano a él y si la extiendo es para darle una paliza". El presidente del Santos más victorioso desde la época de Pelé tras conquistar el triplete paulista, la Copa Libertadores, la Copa Brasil y la Recopa Sudamericana, fue condenado por decir que el padre de Neymar era "mercenario, de mala índole y mentiroso" y que el dinero que ganó por la transferencia de Neymar al Barça lo utilizó para pagarse "orgías en Londres".

Con un 71% de posesión y 16 tiros a puerta, el doble que el Santos, lo cierto es que el Barcelona de Pep Guardiola se paseó literalmente en aquella final del Mundial de Clubes disputada en Yokohama (Japón). Dos goles de Messi, a quien Neymar terminaría pidiéndole la camiseta, uno de Xavi y otro de Cesc Fàbregas sirvieron para que el marcador reflejara la superioridad azulgrana sobre un Santos que no dio el nivel que se le suponía y, para desesperación de su entrenador, se limitó a correr —tampoco mucho— durante los 90 minutos detrás del balón.

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Tal y como contaron todas las crónicas de aquel partido, en la primera parte Neymar no llegó a tirar a puerta y lo máximo que hizo fue provocar una tarjeta amarilla para Piqué, al anticiparse a él y obligar al central catalán a agarrarle para que no se marchara solo hacia la portería. En la segunda mitad, el '11' del Santos, que entonces llevaba una cresta teñida de rubio, solo tuvo una clara ocasión para marcar, pero Víctor Valdés le ganó en el mano a mano.

"Nos han enseñado a jugar al fútbol", dijo el brasileño después del partido, justo antes de que, según informaron algunos medios, le dijera a Pep Guardiola "llévame contigo", una petición que, más allá de lo novelesco, no tenía mucho sentido, pues para entonces Sandro Rosell ya tenía acordado su fichaje. Quizá Neymar lo hiciera para disimular, o quién sabe si para intentar lavar su mala conciencia con el Santos.

El caso de Rekarte, Bakero y Begiristain

Algo parecido, que no igual, sucedió en la final de la Copa del Rey que el Barça disputó contra la Real Sociedad el 30 de marzo de 1988. El equipo donostiarra le sacaba al catalán 14 puntos en la Liga, de ahí que partiera como favorito para revalidar el título conseguido en Zaragoza ante el Atlético de Madrid. Sin embargo, días antes del partido, un rumor empezó a correr por San Sebastián. Se sabía que López Rekarte había firmado por los azulgranas para la temporada siguiente al terminar contrato y no haberlo querido renovar. Pero también se especulaba, como más tarde se confirmó, que el Barça tenía 'atados' a Bakero y Txiki Begiristian.

Joaquín Aperribay, vicepresidente por aquel entonces de Iñaki Alkiza y padre del actual presidente realista, hizo pública una nota poco antes de la final en la que aseguró que la Real no vendería "a ningún jugador". El encuentro, disputado en el Bernabéu, se lo llevó el equipo entrenado por Luis Aragonés con un solitario y decisivo gol de Alexanco. Ganar la Copa permitió al Barça salvar la temporada, pues de lo contrario la siguiente no habría ido a Europa. Mientras, John Toshack, técnico del equipo donostiarra, criticó veladamente, sin pruebas pero con sospechas, el bajo rendimiento ofrecido por algunos de sus jugadores.

Unos meses después, el Barça pagó por Bakero y Txiki 600 millones y la cesión de Goikoetxea, recién fichado de Osasuna. "La operación es muy beneficiosa para el club, ya que junto a una importante cantidad de dinero llega Goikoetxea. Las circunstancias han cambiado. Los jugadores han reiterado su intención de marcharse y el club es consciente de que no puede tenerlos en contra de su voluntad", tuvo que decir Aperribay padre cuando el traspaso se cerró.

Al igual que sucedió con Neymar en la final del Mundial de Clubes, nunca se sabrá hasta qué punto el hecho de que el Barça tuviera 'comprados' a tres jugadores del equipo rival afectó al resultado final, pero es evidente que, al igual que el brasileño con el Santos, ni Rekarte ni Bakero ni Txiki Begiristain brillaron en la final de Copa como de ellos era de esperar, y la Real lo notó.

“Yo ya sabía antes del torneo que el padre de Neymar se había comprometido con el Barcelona y que había recibido dinero", denunció el entonces presidente del Santos, Luis Álvaro Oliveira, sobre la final del Mundial de Clubes de 2011 en la que el equipo brasileño cayó por un contundente 4-0. "Jugamos la final con nuestra estrella recibiendo dinero del rival. ¿Si tuvo que ver en su rendimiento? Sin lugar a dudas. Tuvo influencia el dinero que le pusieron en el bolsillo desde esos partidos en adelante. Dejó de ser el jugador desequilibrante que era y parecía que contaba los minutos para marcharse de nuestro club”, añadió el que fuera máximo dirigente del Santos, que en agosto del año pasado falleció en Sao Paulo como consecuencia de un tumor en el aparato digestivo.

Caso Neymar Neymar Santos