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Kevin Durant quiere anillos
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Ramón Trecet

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Kevin Durant quiere anillos

El agente libre más deseado del verano en la NBA ha elegido los Warriors, donde jugará junto a Stephen Curry y luchará por conseguir su primer anillo

Foto: Durante deja los Thunder tras nueve años. (Mark D. Smith-USA TODAY Sports)
Durante deja los Thunder tras nueve años. (Mark D. Smith-USA TODAY Sports)

La situación económica en la NBA es tan opípara que permite a las grandes estrellas elegir equipo con arreglo a sus aspiraciones deportivas, al tiempo que se embolsan sustanciosas cantidades de dinero. Eligiendo ganar un poco menos, aspiran a ganar anillos ganando un buen montón de dinero. La vieja teoría de la avaricia justificada en la brevedad de la carrera deportiva y el deseo de almacenar 'para el porvenir' no tiene razón de ser en la actual NBA.

Kevin Durant ha contemplado su estatus actual y ha decidido que prefiere ganar un poco menos y a cambio aspirar a la conquista del anillo. Gloria con menos pasta, pero gloria con pasta, al fin y al cabo. Va a ganar 'solo' 27 millones al año, pudiendo haber elegido un equipo a 32 millones al año. Una cesión de cinco millones al año que, como decían en 'La red social':

"Para ti, una multa de tráfico".

Por otro lado, es curioso cómo en este mundo del desatino 'cash' en el deporte, los amantes de la mitología griega en los demás se apresuran a calificar movimientos y decisiones de seres humanos que miran por sus intereses con el deseo cuasi lujurioso de que estos deportistas se comporten como Héctor, Aquiles, Odiseo, sin darse cuenta de que Odiseo en el fondo era Kirk Douglas y ellos exigen a sus ídolos cosas que no harían en sus vidas.

Deportivamente hablando, Golden State Warriors tenían a un jugador 'menos bueno', Harrison Barnes, en el puesto de tres, y ahora tienen uno que incrementará la velocidad del balón hasta límites de locura absoluta. ¿Suficiente para ganar el título? Sí, si llegan descansados al final, cosa que este año no ha sucedido.

La situación económica en la NBA es tan opípara que permite a las grandes estrellas elegir equipo con arreglo a sus aspiraciones deportivas, al tiempo que se embolsan sustanciosas cantidades de dinero. Eligiendo ganar un poco menos, aspiran a ganar anillos ganando un buen montón de dinero. La vieja teoría de la avaricia justificada en la brevedad de la carrera deportiva y el deseo de almacenar 'para el porvenir' no tiene razón de ser en la actual NBA.