Es noticia
De Ebolowa a Brazaville: o pierdes dinero, o pierdes tu tiempo
  1. Deportes
  2. 'Cruzar África en moto'
Fran Pardo

'Cruzar África en moto'

Por

De Ebolowa a Brazaville: o pierdes dinero, o pierdes tu tiempo

Esta semana se han cumplido dos meses de mi salida de Comillas y he llegado a Brazaville, es decir, he acabado la segunda fase de mi aventura, la parte más difícil y complicada

Foto:

Esta semana se han cumplido dos meses de mi salida de Comillas y he llegado a Brazaville, es decir, he acabado la segunda fase de mi aventura, la parte más difícil y complicada. También quiere decir que dentro de poco estaré disfrutando de los placeres de Comillas, de la hoguera de la noche de San Juan… Este año espero no perdérmela, saltarla y darme un baño para echar a los malos espíritus que más de uno me habrán echado encima.

La semana no ha estado mal. El viernes partí de Ebolowa, lo hice pronto ya que dormí poco por el miedo a los 1200 km que me esperaban de pistas, barro, arena… Al mismo tiempo, ha sido la semana de los errores. Empecé perdiéndome a los 25 kilómetros de salir y recorrí 115 de más; cuando ya había pagado el error, me paró un policía y me pidió que bajara el equipaje: me revisó hasta la ropa interior sucia. Cuando terminó me dijo que no tenía visa de Camerún y mientras se la mostraba le dije que si no la conocía. La chulería me costó 20 minutos de retención y el intento de sacarme 40 euros por un sello que faltaba. Tras pasar por tres comandantes de diferentes cuarteles, me fui con la razón y tres horas perdidas.

Nada más salir de Sangmelima empezaron las pistas. El día anterior había puesto las ruedas de Enduro, pero sentía muy inestable la parte trasera y en cuanto me despisto me pasa por mi derecha la parte trasera de la moto. Por suerte no pasó nada, la fobia se transformó en pánico al instante así que de ahí en adelante, despacito y sin confianzas. Antes de comenzar la segunda etapa de pistas compruebo la presión: las ruedas están a 4 y tendrían que tener 2,5. Tras poner todo en orden recorrí 200 kilómetros en nueve horas en las fronteras de Camerún con Congo.

En la tercera etapa llegue a Oueso, la ciudad más importante del norte del país donde los agentes de aduanas que se han acostumbrado al dinero fácil con los chinos: me pidieron 60 euros por un Pasavan para mi coche. Después de insistir un poco y ver que no había manera, decidí quedarme a dormir allí. A la mañana siguiente todo había cambiado: me ofreció pagar 30 euros y como no quería perder más tiempo, acepté. Puse rumbo al sur, 900 kilómetros hasta Brazaville atravesando bosques con buena carretera parando en ‘El Ecuador’.

Cuando llegué al puerto pregunté por el precio para atravesar el río: 300 euros. Empezó una nueva batalla que acabó conmigo en el puerto de carga intentando encontrar un barco que me lleve por un precio más bajo. No sólo lo encontré sino que me ofrecieron quedarme a dormir en él, compartí cena con ellos y la tertulia de la noche. Todo fue maravilloso hasta que pagué por adelantado y me pidieron más dinero por la carga. Volví a negarme y aunque les costó, aceptaron. Eso sí, salimos seis horas más tarde de lo previsto.

Esta semana se han cumplido dos meses de mi salida de Comillas y he llegado a Brazaville, es decir, he acabado la segunda fase de mi aventura, la parte más difícil y complicada. También quiere decir que dentro de poco estaré disfrutando de los placeres de Comillas, de la hoguera de la noche de San Juan… Este año espero no perdérmela, saltarla y darme un baño para echar a los malos espíritus que más de uno me habrán echado encima.

Noticias de África
El redactor recomienda