Es noticia
Guardiola se enfrenta a una extraña situación, ¿la sabrá manejar?
  1. Deportes
  2. El Palco
José Félix Díaz

El Palco

Por
José Félix Díaz

Guardiola se enfrenta a una extraña situación, ¿la sabrá manejar?

Guardiola se enfrenta a una situación nueva, diferente. Desde que llegó al banquillo azulgrana, en el verano de 2008, nunca había tenido que solucionar una situación

Foto: Guardiola se enfrenta a una extraña situación, ¿la sabrá manejar?
Guardiola se enfrenta a una extraña situación, ¿la sabrá manejar?

Guardiola se enfrenta a una situación nueva, diferente. Desde que llegó al banquillo azulgrana, en el verano de 2008, nunca había tenido que solucionar una situación de inferioridad respecto al Real Madrid. Los tres puntos que hoy refleja la clasificación liguera no es un mundo, no va más allá de un partido, pero a partir de ahora Pep y los suyos saben que el gran rival va en serio, que está demostrando estar por encima de temporadas anteriores. Ahora es el momento de conocer como el técnico plantea este escenario, este dibujo diferente con una plantilla corta y castigada por las lesiones. De otras ha sabido salir, especialmente en Europa, pero hasta ahora en el campeonato doméstico no se había enfrentado a un Real Madrid tan cercano a la belleza futbolística, tal y como demuestran las diez victorias consecutivas en Liga y Champions.

La exhibición de raza y fútbol de San Mamés terminó de buena manera para los intereses del Barcelona. Ese punto rescatado en el tiempo añadido sirve para administrar una nueva dosis de moral tanto a Messi como al resto del equipo y al entrenador y además evitó que cayeran derrotados ante uno de sus maestros. Y es que Pep estudió, consultó y analizó al Bielsa entrenador antes de dar el paso de sentarse en el banquillo. El técnico argentino abrió la puertas de su laboratorio, algo nada sencillo de lograr, para que el joven aprendiz tomara nota y aplicara en un futuro la teoría futbolística del peculiar técnico.

Desde que el Real Madrid ganara la Liga de la temporada 2007-2008, el equipo blanco no se situaba tres puntos por encima de los azulgrana, ni transmitía la sensación de poder, tal y como está haciendo en estos momentos y a cuatro partidos del tercer clásico de la temporada. 125 jornadas después, la entidad blanca puede presumir de ser líder con cierta suficiencia, con cierta holgura. El fútbol en muchas ocasiones son estados de ánimo, sensaciones y ahora mismo está de lado madridista. La voracidad de alguno de sus jugadores, una plantilla a tope en lo físico y cerca del grado de madurez en su entendimiento con Mourinho, los blancos ya sí que se creen eso de ganar al Barcelona. En el mes de agosto lo veían imposible, ahora no y esto es algo nuevo en el camino del técnico azulgrana. Tal y como dijo la semana pasada, la duda quedará disipada el próximo 10 de diciembre.

No se puede negar el éxito de Guardiola a la hora de negociar y solventar conflictos tipo Etoo o Ibrahimovic. El técnico actuó con un fin: proteger a Messi. Acierto pleno. Ahora todo cambia. En más de una ocasión ha dicho que este equipo no morirá mientras que los jugadores tengan hambre, ambición y salgan a pelear cada partido, igual que sucedió ante el Athletic. Pues bien ha llegado ese momento en el que el técnico tiene que demostrar que es capaz de seguir motivando a sus jugadores, algo de lo que hasta el momento se había encargado Mourinho con sus ataques al Barcelona, tal y como han confesado los azulgrana en más de una ocasión.

Guardiola se enfrenta a una situación nueva, diferente. Desde que llegó al banquillo azulgrana, en el verano de 2008, nunca había tenido que solucionar una situación de inferioridad respecto al Real Madrid. Los tres puntos que hoy refleja la clasificación liguera no es un mundo, no va más allá de un partido, pero a partir de ahora Pep y los suyos saben que el gran rival va en serio, que está demostrando estar por encima de temporadas anteriores. Ahora es el momento de conocer como el técnico plantea este escenario, este dibujo diferente con una plantilla corta y castigada por las lesiones. De otras ha sabido salir, especialmente en Europa, pero hasta ahora en el campeonato doméstico no se había enfrentado a un Real Madrid tan cercano a la belleza futbolística, tal y como demuestran las diez victorias consecutivas en Liga y Champions.

Pep Guardiola