Ejercicio de hipocresía de los directivos del Barcelona y de algunos periodistas

El pisotón de Pepe a Messi ha marcado la mano del argentino, los días posteriores y el nuevo Clásico que tendrá lugar hoy. El portugués de origen brasileño demostró su carencia como persona en el acto en sí y en su posterior petición de perdón: "Si he hecho daño a Messi le pido disculpas". El Real Madrid decidió meter en la nevera al central, pero su entrenador insiste en contar con él. Algunos de los directivos blancos creen que no debe volver a ponerse la blanca madridista, pero la volverá a lucir. Mientras, los que casi siempre escapan de rositas son los dirigentes del Barcelona. Tal y como hemos dicho aquí en alguna ocasión, en cada ocasión en la que Rosell habla sube el pan y esta vez no es una excepción.

Los directivos del Barcelona han tenido una semana para presentar denuncia en el Comité de Competición pero han preferido ejercer de cínicos, tirando la piedra y escondiendo la mano. Cada día que pasa, creo que lo que mejor que hay por el Camp Nou es Guardiola y sus jugadores. Los directivos están a bastante distancia. Sin duda. El presidente azulgrana ha realizado todo un ejercicio de hipocresía. Lean y opinen: "Claro que llegamos a pensar en denunciar a Pepe", para añadir a continuación que "con lo de Pepe de debería tomar el ejemplo de Inglaterra". ¿No hubiera sido más fácil presentar denuncia y no dejar pasar la oportunidad de que el defensa blanco fuera castigado por lo hecho? No, mejor que lo hagan otros, así yo no tengo ninguna responsabilidad de lo que suceda y puedo saludar a Florentino Pérez como si nada hubiera pasado. Hablo y presiono a Competición.

El portavoz de la Junta azulgrana no se ha quedado atrás. Toni Freixa tomó ayer la palabra: "No lo hemos tratado en la Junta, pero son hechos graves que sucedieron en el terreno de juego y hay un Comité de Competición que entendemos tiene muchos motivos para actuar". Siguió hablando del tema: "No queremos distraer la atención de la eliminatoria hacia un hecho reprobable. No le queremos quitar importancia porque la tiene y mucha". La siguiente pregunta es muy sencilla. ¿Por qué no denunciaron señor Freixa? Rosell y su portavoz han tenido una gran oportunidad de quedarse callados o de denunciar. Si no lo haces, te callas y no presionas a terceros.

En los últimos días he asistido a algo que hasta el momento no había tenido la suerte de ver en mi vida profesional. Hablo del periodismo, de mi profesión. Uno ya va asumiendo eso del periodismo de camiseta, ese que desgraciadamente está tan de moda y que lleva a muchos a hablar en primera persona cuando están informando. Pues bien, esa manera de ejercer la profesión ha dejado paso a una nueva, la de buscar los confidentes de los demás, a intentar acabar con el topo, cuando es algo que siempre ha existido en esta profesión y que espero nunca desaparezca. 

Desde el pasado sábado, momento en el que El Confidencial habló de la bronca vivida en Valdebebas y que un día después Marca relató con detalle, muchos compañeros de profesión se han dedicado a hacer todo tipo de conjeturas para buscar al soplón. Ha sido la única preocupación de algunos. Compañeros, está profesión es muy antigua y los chivatos espero que siempre existan y el periodista que intente acabar con ellos es que no es periodista. Simplemente será un espía al servicio de terceros, pero nunca del medio al que se representa. En lugar de buscar topos, alguno debería buscar fuentes de información. No vendría mal, por cierto.

Los dirigentes del Real Madrid, incluso alguno externo pero que ejerce de ser un empleado más, han dado la vuelta al calcetín para encontrar al chivato. Están en su derecho, pero el problema del actual Real Madrid no es ese, no es encontrar al topo, es encontrar el motivo por el cual técnico y jugadores caminan cada uno por caminos diferentes. Ese es el problema. Por cierto, el chivato no es el que sospecha Mourinho.