El injusto adiós de Pochettino, el amigo de Mourinho

La Liga ha perdido un par de activos en los últimos días. Argentinos ambos, pero criados en el campeonato español. Mauricio Pochettino y Mauricio Pellegrino, exentrenadores de Espanyol y Valencia. Decisiones discutidas y tomadas, en ambos casos, sin respaldo popular alguno, pero uno por cimentar su puesto y el otro por agarrarse a él, decidieron prescindir sin justificación alguna de sus técnicos. Collet y Llorente sintieron el murmullo primero y los gritos después y decidieron cortar cabezas sin mirar las consecuencias.

El caso de Pochettino llama la atención poderosamente. En menos de un año ha pasado de estar en boca de todo el mundo, a tener que abandonar Cornellá de aquella manera. Su nombre y trabajo gustaban en el Bernabéu y salió a relucir en más de una reunión como alternativa para un futuro. Todavía no hace ni un año de la charla que mantuvo con Puyol y Xavi en el mismo vestuario del estadio espanyolista respecto a disponibilidad de cambiar de acera en la Ciudad Condal.

Poco ha importado que llegara a un Espanyol al borde del desahucio deportivo, para tener que marcharse cuando el desahucio es económico, con una plantilla sin cobrar y reducida en calidad por culpa de esos problemas con el dinero. Tanto el argentino como Ramón Planes, director deportivo que abandonó la entidad de la mano del técnico, jamás han criticado al club ni ha puesto pega alguna pese a lo que estaban viviendo en el día a día. Daban la cara ante la plantilla, pero luego los dirigentes se la partían al no cumplir con lo pactado con los "muchachos", tal y como dice el técnico.

Uno de los primeros en mostrar su solidaridad con Pochettino fue Mourinho. En permanente comunicación, el portugués se lanzó a por el teléfono en cuanto supo de su adiós al Espanyol. El contacto ha sido permanente y hasta cuando su nombre se relacionó con el Real Madrid, uno y otro hablaban y hasta bromeaban con esa posibilidad. El entrenador del Real Madrid se ha mostrado cariñoso al máximo con Pochettino, al que augura un gran futuro en los banquillos de primer nivel. "Que entrene fuera, gane títulos y ya llegará su momento", comentaron sobre él en el Bernabéu cuando empezó a hablarse de su posible fichaje. Y él lo sabe.

En el caso de Pellegrino ha sido víctima de un club que ha dado muchos pasos hacia atrás en los últimos años. Manuel Llorente no ha encontrado solución a ninguno de los problemas que tenía la entidad y en cuanto ha sentido los gritos de la afición, ha decidido cortar por lo sano y cargarse el entrenador. Curiosa manera de solucionar un problema. En breve se le recordará que echó a un entrenador que él mismo recomendó y que nadie ha criticado. De récord.