Real Madrid y Barcelona se empeñan en que el Atlético gane la Liga

No sé si Simeone seguirá pensando que la Liga es aburrida y en aquello del partido a partido. Lo primero quedó enterrado el pasado domingo viendo como los aficionados del Atlético, su equipo, disfrutaban con la victoria ante el Valencia y viendo cómo los rojiblancos pelean por la Liga con todas las de la ley y por derecho propio.

En estos momentos el Atlético es el favorito para ganar la carrera que termina el próximo mes de mayo y lo es por el convencimiento de sus jugadores y, en especial, de una afición que cree en el equipo, en lo que hace Simeone y en lo que ven que sucede a su alrededor semana tras semana.

Y es que la piel de cordero que ha tenido a bien colocarse el entrenador desde el primer día se ha caído a trozos por lo que hace su equipo, pero sobre todo por lo que están dejando de hacer los dos grandes rivales. Barcelona y Real Madrid se han empeñado en facilitar el título a los rojiblancos o, al menos, en hacer todo lo posible para no ganarlo.

La imagen de los de Ancelotti, con el entrenador a la cabeza, en Pamplona, dista mucho de ser la de un equipo que pelee por la Liga. Cierto es que Clos Gómez ayudó lo suyo, pero el Real Madrid no puede entrar en fase de desquiciamiento colectivo por culpa de un error y de un gol. La madurez se demuestra en situaciones así y la desconexión que sufrieron Ancelotti y el resto no tiene justificación alguna.

Y Brasil, de fondo

El Real Madrid se está despidiendo de la Liga. La inseguridad que ha vuelto a transmitir es el mejor argumento para sus rivales. Los cinco puntos de ventaja con los que cuentan, la peor versión del Barcelona en años y la mejor del Atlético en lustros, invitan a pensar que la manita puede resultar definitiva. Al menos eso piensan por un Bernabéu desanimado por lo visto en Pamplona y por las sensaciones que transmite.

El Barcelona duda de su identidad, no juega bien según su propio entrenador y la estrella está en medio de conflictos constantes pese a su retiro en Buenos Aires. Aun así, mantiene una cómoda ventaja con el Real Madrid, pero no logra dejar atrás a un crecido Atlético. Consuelo insuficiente. Al menos así piensan por el Camp Nou.

El invitado de lujo sigue a lo suyo que, por lo visto, es el credo en una manera de entender el fútbol, de lograr que todos los jugadores estén dispuestos a la batalla diaria y a jugar un gran fútbol. La consecuencia, llegar a un gol del Barcelona y del liderato a falta de la última jornada del año. Por lo dicho antes cuenta con todo a favor y con un jugador capaz de ganar partidos por sí solo. Claro, hablamos del español Diego Costa, el que está llamado a dar el tiro de gracia a Brasil en el Mundial y a Barcelona y Madrid en la Liga. Al tiempo.