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Casillas admite la suplencia con tolerancia mientras el Real Madrid busca portero
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Antonio Sanz

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Casillas admite la suplencia con tolerancia mientras el Real Madrid busca portero

En un primer momento creí vivir un nuevo paripé en una sala de prensa. Después me confirmaron que la política de comunicación del Real Madrid ha

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Casillas admite la suplencia con tolerancia mientras el Real Madrid busca portero

En un primer momento creí vivir un nuevo paripé en una sala de prensa. Después me confirmaron que la política de comunicación del Real Madrid ha cambiado desde el 1 de enero por decisión unilateral de la presidencia. Tras escuchar a Iker Casillas admitir con resignación y conformidad su estatus en el club, tras la suplencia en La Rosaleda, me trasladé al acto hipócrita que se vivió en la Ciudad del Fútbol en Las Rozas cuando Luis Aragonés y Raúl González se sentaron ante los medios para aclarar lo que no aclararon, explicar lo que no explicaron y retratarse en una imagen que sonrojó a los íntimos de las dos partes. Demasiado hubiese sido para el departamento periodístico de la entidad sentar a Iker con Mourinho, pero la promesa pública realizada por Florentino a los medios en el almuerzo navideño se cumple a rajatabla: día 1-Iker, día 2-Cristiano.

Casillas se puso el piloto automático y respondió como debe hacerlo un capitán y un tío inteligente. Consciente de que buscar bronca con el entrenador portugués sólo le va a conducir a más banquillo, Iker empleó con sabiduría un discurso topiquero y armónico endulzándolo con la mejor de sus sonrisas: que si debo trabajar más, que si estoy bien, que si quien manda es el cuerpo técnico, que si todos vivimos por debajo del escudo… Únicamente  deslizó que no se encuentra peor que Adán y quiso ser diplomático con la figura del preparador de porteros con quien, se especula, no guarda la mejor relación. En lo que no es pionero el meta es en ser castigado por Mou. Cristiano Ronaldo y Sergio Ramos ya sufrieron la ira del técnico cuando opinaron despectivamente de su figura. El delantero, tras perder con el Barça, desveló su distancia con la estrategia de juego del míster, y el defensa, tras caer en Sevilla, no se desmarcó de la derrota como hizo el poderoso entrenador. Los dos ocuparon grada y banquillo, respectivamente, durante 90 minutos antes de retornar al césped. Casillas, en Málaga, sufrió la reprensión que parece será levantada ante la Real Sociedad. Tal vez, la epidemia de bajas en la zaga para este partido -Pepe, Marcelo, Coentrao, Albiol (lesionados) y Ramos (sancionado)- obliga a no experimentar más con el suplente.

En todo caso, no es de hoy que el Real Madrid peina el mercado para encontrar una alternativa al guardameta internacional español. En la primera etapa de Florentino Pérez en el poder,  el máximo dirigente suspiró por aumentar a cinco su pléyade de galácticos. Tras Figo, Zidane, Ronaldo y Beckham, Buffon se apropió del deseo presidencial. De tal manera que, según publicó el periódico deportivo italiano La Gazzetta dello Sport en marzo de 2005, el Real Madrid se planteaba una oferta a la Juventus de 35 millones de euros. La negativa del portero a cambiar de aires y el precio impuesto por los turineses -se especuló que algo menos del doble de lo que pensaba desembolsar el club blanco- imposibilitaron el comienzo de la negociación. Y Pérez se quedó sin su quinta torre.

Doce entrenadores, entre ellos Mourinho, han apostado incondicionalmente por Iker. Desde Toshack, que lo hizo debutar en San Mamés en septiembre de 1999, hasta el luso, con un leve paréntesis en Del Bosque que apostó por César Sánchez en un tramo de una de las temporadas en las que coincidieron. El resto -Queiroz, Camacho, García Remón, Luxemburgo, López Caro, Capello, Schuster, Juande y Pellegrini- ha mantenido la confianza en el canterano. El citado César y el polaco Dudek han sido eternos aspirantes al puesto. Otros cancerberos se han ido rindiendo a la evidencia: Bizarri e Illgner, sus dolencias permitieron el debut, aunque el rendimiento del joven acabó por hacerlos prescindibles y abandonaron el club; o los chicos de la casa, Carlos Sánchez, Diego López y Codina, que optaron por probar fortuna en otros destinos ante el reinado del hoy capitán.

La situación de Adán, otro prolongado candidato, de querer abandonar el Real Madrid el pasado junio forzó a los blancos a sondear el mercado. Entonces, las preferencias se centraron en el ex portero del Atleti, Roberto Jiménez. El propietario del pase del fuenlabreño, el fondo de inversión Quality Sports Investment que desembolsó al Benfica más de ocho millones y medio de euros, presionó para la salida del jugador en la figura del que era uno de sus asesores, el agente Jorge Mendes, el mismo del entrenador del Real Madrid. Entre que Florentino no terminó de aprobar la operación y que Roberto no quiso ser la sombra de Casillas, el Real Zaragoza sigue disfrutando y revalorizando al futbolista. Pero el paso de adquirir un meta ya estaba dado.

El fichaje de un guardameta sigue su curso. Para la próxima temporada, la entidad de Concha Espina ha seleccionado un objetivo: David de Gea. El toledano no vive cómodo en Manchester, dónde no ha terminado de instalarse con provecho. Su último agente se lo ofreció al Atlético de Madrid, tal y como contamos, con opción de recuperarlo. Sin embargo, los rojiblancos cubrieron el espacio con Courtais y Asenjo. Aquel representante ya es historia para el jugador y el nuevo, que ya intermedió en su salida del Manzanares, ha conseguido el sí del chico con el compromiso de colocarlo en el Real Madrid. De Gea, por quien se pagaron 20 millones de euros en junio de 2011, ansía regresar a España, como el resto de su familia. En este momento es el favorito para el puesto. Quedan muchos meses y una eliminatoria de Liga de Campeones que atravesar. Lo que es seguro es que si no es De Gea, un portero vendrá con el objetivo de arrebatar a Iker el lugar que defiende con asombro desde hace 14 temporadas.

 

En un primer momento creí vivir un nuevo paripé en una sala de prensa. Después me confirmaron que la política de comunicación del Real Madrid ha cambiado desde el 1 de enero por decisión unilateral de la presidencia. Tras escuchar a Iker Casillas admitir con resignación y conformidad su estatus en el club, tras la suplencia en La Rosaleda, me trasladé al acto hipócrita que se vivió en la Ciudad del Fútbol en Las Rozas cuando Luis Aragonés y Raúl González se sentaron ante los medios para aclarar lo que no aclararon, explicar lo que no explicaron y retratarse en una imagen que sonrojó a los íntimos de las dos partes. Demasiado hubiese sido para el departamento periodístico de la entidad sentar a Iker con Mourinho, pero la promesa pública realizada por Florentino a los medios en el almuerzo navideño se cumple a rajatabla: día 1-Iker, día 2-Cristiano.

Iker Casillas