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Al Madrid no llega entrenador y Zidane sujeta el paraguas que todo lo aguanta
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Antonio Sanz

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Al Madrid no llega entrenador y Zidane sujeta el paraguas que todo lo aguanta

En Francia, los colegas de la Prensa deportiva gala arengan con sus previsiones a la hinchada del Real Madrid. La cuestión es cuándo ‘Carletto’ Ancelotti se

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Al Madrid no llega entrenador y Zidane sujeta el paraguas que todo lo aguanta

En Francia, los colegas de la Prensa deportiva gala arengan con sus previsiones a la hinchada del Real Madrid. La cuestión es cuándo ‘Carletto’ Ancelotti se podrá vestir de blanco. Algunos apuestan a que es cuestión de horas, otros de escasos y breves días y los más osados advierte que hasta que el París Saint Germain no determine a su técnico no dará vía libre a su otro técnico. En España, la rueda mediática que ha ofrecido el renovado Presidente del club ha ensombrecido los pronósticos, ya que nadie arriesga después de escuchar al mandamás que el aficionado podría sorprenderse con un candidato oculto, tal y como deslizó en Televisión Española. Nadie ha logrado enterarse de esa rimbombante sorpresa, ni siquiera una audaz filtración ha dirigido el camino a ponerle cara al oscuro personaje. ¿Quizá porque nadie se lo ha creído? O sencillamente porque no existe. La trama se mantiene abierta y camina por la vía enigmática de dos semanas sin inquilino en el banquillo del Santiago Bernabéu. Con Ancelotti como primer candidato, con Heynckes descartándose de las apuestas tras anunciar una merecida jubilación y con el ‘hombre sorpresa’ en el pensamiento cerrado de Florentino (quizá únicamente abierto para ‘Zizou’), el Real Madrid aboca a la reorganización de una entidad devastada por el saliente.

La hoja de ruta del Presidente del club está escrita desde hace meses. En un primer lugar, pacificar la salida de Mourinho. La herida abierta producida entre entrenador y vestuario no debería sangrar más que por un pequeño corte. La rápida entrada del portugués en su nuevo hábitat favorece los intereses blancos porque de este modo el foco alumbra ya en Londres y sólo con debilidad, casi en penumbra, en Madrid. Primer punto para el Presidente que ha conseguido que no se ensucie más el escudo. Después, tocaba solucionar un asunto baladí: las elecciones. Las encuestas tranquilizaban al poder porque el desgaste de una campaña electoral se evitó gracias al trabajo realizado en su momento, en la Asamblea de Compromisarios donde se endurecieron los términos para reclutar aspirantes. Segundo punto para el Presidente que ha logrado ni batirse, ni desgastarse, ni perder tiempo con adversario alguno. En tercer lugar, como no era necesario formatear cartel electoral, la velocidad de crucero de los fichajes se limitó a convencer a Zinedine Zidane para arrastrarlo a la imagen del futuro. El cambio de ciclo pasa por el francés, una de las joyas que fichó en su anterior etapa. Esta vez vale cualquier puesto, ya sea en la organización interna en los despachos de Concha Espina, con presencia fija o esporádica en la hierba de Valdebebas o incluso con el traje de portador del blasón del Real Madrid por el territorio universal. Cualquier servicio al club es potable. Cuarto punto para el Presidente por lo que representa el francés en el canal futbolero, aunque sin definir un organigrama puede soportarse como un capricho con lazo blanco.

Destruida la estructura no institucional del club, construida a imagen y semejanza de Mourinho, Florentino se encuentra en la tesitura de rearmar nuevamente la pirámide apoyada en dos aristas fundamentales: la deportiva y la comunicativa. El entrenador cesante se marchó con el cargo de director deportivo aparejado al de técnico, la importada figura del mánager inglés, curiosamente cada vez más en desuso en el Reino Unido (‘Mou’ arranca como entrenador únicamente en Stamford Bridge). Incluso, el portugués, tras el despido de Valdano, se alzó con la portavocía relegando a dos ex jugadores santo y seña de quinta, Butragueño y Pardeza, para los análisis televisivos post partido. El quinto punto del Presidente se convertiría en satisfactorio si lograra convencer a Zidane como líder y voz del proyecto. Pero de todos es conocida la alergia que le producen al ex futbolista las cámaras, los micrófonos y las libretas. En todo caso, como chico para todo, alguna labor debe ceder quien sostiene el liderazgo en imagen del nuevo plan de estrategia trazado.

Con todo, la actividad de fichajes debe comenzar en el Real Madrid, pendiente del nombramiento del entrenador del próximo curso. A la confirmada recuperación de Carvajal y el prometido ascenso de Jesé, la renovación de Cristiano Ronaldo sigue en punto muerto con un desenlace desconocido. A la promesa pública del dirigente de solución inmediata, responde el ‘7’ con buenas intenciones, pero de momento sólo con bonitas palabras. Se antoja que la negociación será dura y que los elogios con que abruma Pérez al jugador no sirven de bálsamo. La ampliación de contrato del portugués es la reválida que debe pasar quien ha decidido comandar al madridismo los próximos cuatro años. Y no lo tiene fácil, aunque deslice que la tarea está en marcha. De los galácticos nuevos sólo globos mediáticos. Con un primer objetivo en la figura de Gareth Bale, el galés del Tottenham se deja querer, pero hasta ahora sólo eso. El todoterreno de los Spurs preferiría mejorar en la Premier y seguir jugando en uno de los grandes de Inglaterra. Sin embargo, es consciente de que la dirección no va a permitir un traspaso dentro de la isla. Además, se busca galáctico delantero. Si Lewandowski encanta, el compromiso previo adquirido por el polaco con el Bayern frena en seco cualquier avance. La opción Cavani es la favorita de Ancelotti, si termina firmando, pero el Nápoles no acometerá una negociación sencilla debido a que tanto Chelsea como Manchester City también pelean por el uruguayo. Mientras tanto, el paraguas de Zidane aguanta el futuro del madridismo. Bajo la varilla y la tela, el francés no quiere cumplir algunos de los deseos del Presidente, como el de director deportivo. Florentino no suma más puntos. Que el líder de su proyecto se limite a ser el ayudante del entrenador lo desnuda en las oficinas y en los planteamientos primitivos. Quizá sea demasiado arroz para tan poco pollo. Eso sí,  los fieles siguen aguardando el enésimo conejo de la chistera de Pérez.    

En Francia, los colegas de la Prensa deportiva gala arengan con sus previsiones a la hinchada del Real Madrid. La cuestión es cuándo ‘Carletto’ Ancelotti se podrá vestir de blanco. Algunos apuestan a que es cuestión de horas, otros de escasos y breves días y los más osados advierte que hasta que el París Saint Germain no determine a su técnico no dará vía libre a su otro técnico. En España, la rueda mediática que ha ofrecido el renovado Presidente del club ha ensombrecido los pronósticos, ya que nadie arriesga después de escuchar al mandamás que el aficionado podría sorprenderse con un candidato oculto, tal y como deslizó en Televisión Española. Nadie ha logrado enterarse de esa rimbombante sorpresa, ni siquiera una audaz filtración ha dirigido el camino a ponerle cara al oscuro personaje. ¿Quizá porque nadie se lo ha creído? O sencillamente porque no existe. La trama se mantiene abierta y camina por la vía enigmática de dos semanas sin inquilino en el banquillo del Santiago Bernabéu. Con Ancelotti como primer candidato, con Heynckes descartándose de las apuestas tras anunciar una merecida jubilación y con el ‘hombre sorpresa’ en el pensamiento cerrado de Florentino (quizá únicamente abierto para ‘Zizou’), el Real Madrid aboca a la reorganización de una entidad devastada por el saliente.

Zinédine Zidane