Neymar ya tiene sucesor: Real Madrid y Barcelona, ante la enésima contienda

Es curioso, pero continúa sucediendo. Ni será la última vez que ocurra. Las dos entidades más poderosas de nuestro fútbol se han envuelto en el mismo objetivo: pretenden al mismo centrocampista para reflotar la plantilla. Ambas partes se muestran convencidas de que opositan como favoritas para alcanzar el suficiente poder de seducción que sirva para convencer a quien aguarda al mejor postor. Los clubes ya se han puesto en marcha para ganarse al circuito cerrado del futbolista. La habilidad de los negociadores busca atravesar el corazón del protagonista, cuál ufano, mantiene el pulso vivo para agitar el fuego de la pelea. La contienda está servida con un único beneficiario: Gündogan, el joven germano.

La agitación e inquietud con que se vivió el proceso del fichaje de Neymar soliviantó a Pérez y a Rosell, quienes se tomaron como algo propio la contienda para alcanzar su prurito personal. Los dos movilizaron a todos aquellos que sumaban a favor y restaban en la del contrario. Ronaldo Nazario se mojó por el Madrid. El mítico ‘9’ y ‘poseedor nominal’ de una de las cuatro torres del Paseo de la Castellana -Florentino llama a cada una con el nombre de uno de sus galácticos, Figo, Zidane, Ronaldo y Beckham- trató de convencer al compatriota objetando el reto blaugrana; el presidente del FC Barcelona, por su parte, movilizó todos los contactos particulares y profesionales para rescatar al chico de una transacción tan hilvanada que se daba por completada: hasta llegó a completar el pertinente examen médico. Tras un par de años de tiras y aflojas, Neymar optó por el Barça: 1-0 para Sandro.

Ilkay Gündogan es un chico de 23 años de origen turco nacido en Gelsenkirchen, en la cuenca del Ruhr, al noroeste de Alemania. Con ocho años ingresó en las categorías inferiores del Schalke 04 para dar el salto en edad juvenil al Bochum. Con 19 años firmaba su primer contrato profesional con el Nürnberg, previo a dar el salto definitivo a Dortmund en el verano de 2011, con 21 años. El Borussia pagó entonces algo más de cinco millones de euros, cantidad insignificante cuando tres años después se especula con que la operación va a quintuplicar aquella cantidad. El mediocentro creativo y de trabajo, esa polivalencia lo agranda en la medular, ha rechazado rubricar un nuevo contrato y espera a que expire el actual, cumple en junio de 2015. Los grandes del continente son conscientes de que el club amarillo de Klopp se ve forzado a vender, conscientes de evitar que salga sin recuperar un euro de aquella inversión. Si bien, el BVB ya ha demostrado que no le asustan ni le irritan los pulsos. El modo de actuar con Lewandowski es el ejemplo fehaciente que expone en el mástil del estadio. El polaco se irá libre al concluir esta campaña.

El Real Madrid se aproximó el pasado verano al centrocampista germano-turco. Era una opción para reforzar el centro del campo ante la eventual lesión que precisaba cirugía a la que se sometía Xabi Alonso. Sin embargo, quien marcaba con el número uno la posición, en la lista de futuribles en esa demarcación del terreno de juego, acabó descendiendo de orden. El motivo, el soberbio campeonato realizado por Asier Illarramendi con la selección sub-21 en Israel. La idea de Florentino de españolizar la plantilla aceleró los fichajes de Isco y del guipuzcoano. Zidane también quedó prendado con el relato futbolístico del mediocentro de la Real y envió varios videos a Carlo Ancelotti. El italiano aprobó sin dilación la adquisición e Ilkay siguió en Alemania. No obstante, la próxima ventana de mercado aporta movimientos. La segura salida de Alonso, que no ampliará contrato, y las dudas que ofrece Khedira a parte del staff directivo obligan al club a retomar la negociación por Gündogan, tras las aproximaciones pasadas. La entidad de Concha Espina ha diseñado ya la operación, circunstancia que implica tratar de incluir en el acuerdo a Sahin, hoy cedido en Dortmund pero con tres años más de blanco (acaba en 2017). Por aquí, confían en distinguirse del Barça.

En el Camp Nou, la salida de Thiago Alcántara permite un refuerzo considerable con vistas al próximo curso. En esas dos demarcaciones libres de la medular, ya que Busquets es intocable, Xavi cumple años, Iniesta no renueva, Fábregas rompe y rasga, Sergi Roberto progresa, Jonathan dos Santos cae gravemente lesionado y Rafinha apura como meritorio en Vigo la opción de abrirse hueco en la plantilla. Por eso, la dirección deportiva comprende que Gündogan se convierte en un refuerzo idílico para ganar en competencia. Es el primero de una lista que incluye también a Koke y a Wilshere. El rojiblanco es la gran realidad de la temporada y la evolución mostrada, con irrupción brillante en la Roja, lo coloca en cualquier foco. El inglés del Arsenal es otra opción, pero sin duda, la más cara y la de más dificultad de las tres.

No estarán solos Real Madrid y Barcelona en la disputa por el mediocentro del Borussia Dortmund. Mourinho ha reclamado un jugador de esas características para el Chelsea. Lampard se encuentra en el ocaso de su carrera y Van Ginkel se recupera de una grave lesión, lo que obliga a mantener un seguimiento perpetuo en el alemán. El Manchester United, sobresaltado por la herencia de Sir Alex, apostó por Fellaini, pero sigue sin encontrar el jugador que haga olvidar al mítico Paul Scholes. Con todo, si la lucha abierta entre los históricos enemigos íntimos, que se necesitan para competir en grandeza, arrancó hace más de cincuenta años con Di Stéfano, el siguiente capítulo se escribe en turco y se vivirá en Alemania.