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Zubizarreta ha elegido: Reina y Ter Stegen, dos por uno para suplir a Valdés
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Antonio Sanz

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Zubizarreta ha elegido: Reina y Ter Stegen, dos por uno para suplir a Valdés

Vaya papeleta ha caído en la espalda de Zubizarreta. Hoy afronta el pulso de acertar y dar solución al problema que supone reponer portero en el Barça

Foto: Andoni Zubizarreta (Efe).
Andoni Zubizarreta (Efe).

Vaya papeleta ha caído en la espalda de Andoni Zubizarreta. Después de solventar un verano convulso donde su puesto pendió de un hilo, diferencias de elección de personal en el organigrama de la dirección deportiva lo separaron del directivo responsable de esta parcela, afronta hoy el pulso de acertar y dar solución al circunspecto problema que supone reponer portero en el FC Barcelona. Y curiosamente tras sentirse cuestionado por gran parte de la opinión pública barcelonista que ha señalado sin pudor al ejecutivo como uno de los responsables de la salida de Valdés. Con todo, y como gratuito es buscar culpables, la evidencia ha desnudado al núcleo de demandantes: el adiós apunta a una decisión irrevocable y enérgica. Nadie optaba a cambiarla. La firmeza y claridad demostrada no restó, sin embargo, confusión al asunto. Las explicaciones de búsqueda de nuevos rumbos que ofreció el protagonista fortalecieron a quienes sólo buscan ruido. El anuncio de la no ampliación del vínculo contractual se afrontó con tanta rotundidad, con cierto desdén severo y con suficientes meses de aviso para el relevo, que las especulaciones construyeron el camino. Lo cierto es que Valdés optó por marcharse tras una etapa donde los halagos crecieron desde la grada tras exponer públicamente el finiquito de la relación, prolongada a doce años como integrante del primer equipo.

El caso es que quien ha sido uno de los mejores porteros de la historia del fútbol nacional -ex del Athletic, Barça y Valencia- experimenta el difícil reto de encontrar reemplazo a un jugador que es élite en la siempre aventurada posición de guardameta. El trabajo de campo realizado comenzó antes incluso de la renuncia de Valdés. El desarrollo de las conversaciones con el meta de Hospitalet no resultaron saludables, circunstancia que provocó la aceleración del sustituto. El primer candidato siempre ha sido Pepe Reina. El candidato de futuro siempre ha sido Marc-André ter Stegen. Cerrar los acuerdos con Liverpool y Borussia Mönchengladbach, además de con los futbolistas, se convierten en los ejercicios que hoy los ocupan. Aunque se dan situaciones curiosas: en un caso hay acuerdo con el club y no está cerrado con el jugador y en el otro, al contrario.

La despedida de Valdés puede llevar aparejada también la de José Manuel Pinto. Si se consigue el fichaje de los dos objetivos, el tiempo del portuense tocará a su fin en el Barça, después de más de un lustro a la sombra de Víctor. El mejor amigo de Messi en el grupo, y eterno suplente a los 38 años, ha anunciado su disposición a continuar. El comportamiento demostrado avala su solicitud tras haberse ganado la confianza de todos porque siempre que juega, poco, casi nunca defrauda. Algo extraño en una posición donde la continuidad es el arma que todos demandan para triunfar.

Pepe Reina es uno de nuestros grandes porteros contemporáneos. Lo ha ido demostrando secuencialmente en España, Inglaterra e Italia. Tres torneos y tres procesos de éxito. Desde Villarreal asaltó Anfield donde superó partido a partido todos los registros, incluido el del mítico Ray Clemence con más encuentros de competición continental. Pero todo tiene un límite y su relación con el imberbe Brendan Rodgers se apolilló en la convivencia y la estancia en el Merseyside se agotó. Traicionado por el club al que tanto ha dado, firmó a Mignolet para reemplazarlo sin avisar, se buscó la vida esperando la salida de Valdés. La continuidad de su antiguo compañero lo condujo a reencontrase con Benítez, en una estación que durará una temporada. Como ha reconocido públicamente su padre, el gran Miguel Reina, el acuerdo con Zubizarreta era un hecho…y con el club inglés, también. Víctor decidió concluir el contrato y Pepe se resignó a emigrar a Nápoles porque el fichaje estaba condicionado a la salida del catalán. Pero la operación mantiene continuidad y sólo ha sido aplazada: falta renegociar con el Liverpool FC, para quienes no cuenta mientras continúe Rodgers. Uno, en el zurrón.

Marc-André ter Stegen es un pipiolo que para un montón. Portero del Mönchengladbach de la Bundesliga, 21 años, canterano de un histórico del fútbol germano. Alemania lleva vendiendo su porvenir desde hace meses y el Borussia se frota las manos porque caerán no menos de quince millones de euros, otras fuentes estiman que serán doce ‘kilos’ lo que pagará el Barça. El club azulgrana ha cercado al jugador que, sin embargo, duda si seguir un año más o dar el salto, algo prematuro, al Camp Nou, aún sabiendo que parte en desventaja frente a Reina. La entidad alemana ha decidido aceptar la decisión de su arquero porque si éste considerara seguir ampliará contrato para evitar marcharse libre. El chico acaba en 2015. El Barça, sin embargo, quiere contar cuanto antes con él.

El sueño imposible de Rosell se llama Courtais. Al respecto, es el seleccionado por la Junta directiva, pero también son conscientes de que es un deseo imposible. El poseedor de la propiedad del cancerbero es el Chelsea y en Londres, empezando por el propio Mourinho que gestionó unilateralmente su cesión por tercera y última temporada al Atlético, son conscientes de que ya han encontrado al relevo de Cech, tras la experiencia acumulada por el belga en Madrid. Por eso, el FC Barcelona tiene imposible hacerse con quien es el favorito de los diregentes. Otro nombre que ilusiona en el ático es el de David de Gea, pero aquí parten también en desventaja. El Real Madrid avanza en las negociaciones para comprárselo al Manchester. ¿Qué el United no vende? Pregunten por Van Nistelrooy, Beckham o Heinze. Ah, y Cristiano

Vaya papeleta ha caído en la espalda de Andoni Zubizarreta. Después de solventar un verano convulso donde su puesto pendió de un hilo, diferencias de elección de personal en el organigrama de la dirección deportiva lo separaron del directivo responsable de esta parcela, afronta hoy el pulso de acertar y dar solución al circunspecto problema que supone reponer portero en el FC Barcelona. Y curiosamente tras sentirse cuestionado por gran parte de la opinión pública barcelonista que ha señalado sin pudor al ejecutivo como uno de los responsables de la salida de Valdés. Con todo, y como gratuito es buscar culpables, la evidencia ha desnudado al núcleo de demandantes: el adiós apunta a una decisión irrevocable y enérgica. Nadie optaba a cambiarla. La firmeza y claridad demostrada no restó, sin embargo, confusión al asunto. Las explicaciones de búsqueda de nuevos rumbos que ofreció el protagonista fortalecieron a quienes sólo buscan ruido. El anuncio de la no ampliación del vínculo contractual se afrontó con tanta rotundidad, con cierto desdén severo y con suficientes meses de aviso para el relevo, que las especulaciones construyeron el camino. Lo cierto es que Valdés optó por marcharse tras una etapa donde los halagos crecieron desde la grada tras exponer públicamente el finiquito de la relación, prolongada a doce años como integrante del primer equipo.

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