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Del complejo de Neymar a la lealtad de Guardiola para encontrar el día perfecto
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Antonio Sanz

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Del complejo de Neymar a la lealtad de Guardiola para encontrar el día perfecto

No prepara el Barcelona el asalto al Bernabéu con calma y allí deberá jugar el partido perfecto. Sólo así podrán reducir la distancia de puntos que los separa

Foto: Neymar reacciona durante un partido de Champions (Reuters).
Neymar reacciona durante un partido de Champions (Reuters).

No prepara el Barcelona el asalto al Santiago Bernabéu con la calma que cabría suponer tras eliminar al Manchester City y golear al Osasuna. Eso sí, encadenar esas dos victorias sirvió para desterrar los fantasmas que aparecieron tras Valladolid. Con todo, la semana ha transcurrido entre declaraciones de diferentes personajes, unos ligados al barcelonismo y otros antagonistas al escudo culé. Los dos con más pedigrí en cada estanco han sido Pep Guardiola y Jorge Valdano. Ellos han puesto la guinda a dos nombres propios antes de que el Barça se juegue no caerse de la lucha por la Liga. Messi y Neymar mantienen el pulso deportivo en una frecuencia donde también, para que nada falte, se ha informado de la próxima salida en junio del entrenador. No se privan de nada.

El núcleo duro del vestuario azulgrana es consciente de que algo ha cambiado tras la dura derrota sufrida en Valladolid. Todo se reduce a que Messi ha vuelto… si es que alguna vez se había ido. Los números del argentino en el curso actual se significan con 31 goles en 33 partidos oficiales. La temporada pasada (12/13) anotó 60 goles en 50 partidos con el Barça en unos números estratosféricos. Y la anterior (11/12), logró 73 goles en 60 encuentros. Es decir, que el grado de superación causó terror entre los contrarios. Las cifras de esta campaña no son malas, pero sí lejanas si se comparan con las de las dos anteriores. Sin embargo, la posición del ‘10’, más cerca del área en los dos últimos choques, ha irradiado optimismo a un plantel que admite que el duelo ante el Real Madrid es determinante para no descolgarse del torneo doméstico y fiar la suerte a la Liga de Campeones y a la Copa del Rey.

Precisamente Guardiola habló de Messi en un publirreportaje de uno de los principales patrocinadores del Bayern. Mucho se había especulado sobre una frase que se atribuyó al entrenador más exitoso en la historia del Barcelona. Entonces, se contó que una de las razones por las que Pep había renunciado al cargo era para no ensuciar su relación con el crack argentino. Y parece que administrar más fe al personal, que tanto y tan bien acometió el técnico, se vio erosionada cuando el elegido para rotar era la estrella del vestuario. Así lo contó en la conversación que mantuvo con Rupert Stadler, el alto ejecutivo germano con quien dialogó sobre estrategia y gestión de grupos.

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Entre otras cuestiones deslizó que la eliminatoria ante el Chelsea, con aquel gol ‘in extremis’ de Fernando Torres, resultó determinante para abandonar el puesto. En esos días se sintió vacío y sin fuerzas para otro nuevo ejercicio de motivación con los futbolistas. Esa lealtad al escudo le obligó a renunciar y marcharse. Pero Pep no dijo esta vez toda la verdad. Varias de sus peticiones no serían atendidas por la Junta directiva, con quien tampoco mantenía una relación de máxima confianza. El listado de bajas incluía a Piqué, Fábregas y Alves, como principales damnificados. El técnico quiso repetir el golpe de efecto que se marcó a su llegada tras sacudir del grupo a Ronaldinho y Deco -a Eto’o lo perdonó y le concedió una última oportunidad-. Ahora cambiaba de actores, pero el objetivo era el mismo: sacar las ‘manzanas podridas’ del cesto. La dirigencia optó por mirar para otro lado y desatender la solicitud.

Messi era el eje de esa motivación, tal y como lo es ahora. Guardiola dijo basta y se fue. Hoy, Martino no ha encontrado aún la tecla para mantener enchufado al mejor jugador del mundo en un grupo donde algo ha cambiado. Para algunos, se atiende antes el beneficio particular que el colectivo. Dos ejemplos: Valdés optó por ponerse en el mercado con año y medio de tiempo o Puyol, el capitán, repitió secuencia en un tramo de la temporada dónde pocas veces se anuncian las despedidas. La directiva trabaja en el nuevo contrato del ‘10’, en trámite para compensarlo así por la afrenta del ‘caso Neymar’. Y es que el brasileño no ha terminado de satisfacer a la hinchada tras los nueve primeros meses. Como apuntó desde la otra acera Jorge Valdano en la Ser, “juega acomplejado por Messi”.

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Neymar ha participado en 32 partidos oficiales con el Barcelona anotando 12 goles, un partido menos que Messi pero 19 goles menos. Todo el remolino mediático y judicial que se ha creado a su alrededor, le costó el puesto al presidente que lo fichó, ha influido en el rendimiento en el campo. Tan es así que en los dominios barcelonistas se exclama con su suplencia de cara al Clásico. Se ha pulsado a la afición quien debería ser titular, si el brasileño, Alexis o Pedro. Por aclamación, el pueblo ha elegido al de la casa, al canterano. A quien casi nunca falla: el extremo tinerfeño. Sin embargo, el ‘Tata’ parece que se va a decantar por mantener la confianza en Neymar. Entiende que dejarlo en el banquillo en un partido de este calado lo puede terminar por liquidar cuando resta lo más significativo de la temporada.

Así las cosas, el Barça se planta para jugar en Chamartín el partido perfecto. Sólo así podrán reducir la distancia de puntos que los separa. Para culminar la semana caliente, la televisión autonómica catalana anunció la salida de Martino el próximo 30 de junio. Presurosos, los canales oficiales del club salieron raudos a desmentir la información. Son demasiadas alteraciones las que ocultan el sol en Barcelona. Eso sí, para todos, la noticia que nadie desmiente es que, por fin, vuelve a lucir Messi en lo más alto. Sólo falta que sea el argentino quien sacuda los complejos a quien expuso a su llegada que prometía hacer aún mejor a Leo. Para eso, la prueba del Bernabéu está servida. Pero los apostantes tienen claro que todo pasa por el ‘10’, no por el ‘11’.

No prepara el Barcelona el asalto al Santiago Bernabéu con la calma que cabría suponer tras eliminar al Manchester City y golear al Osasuna. Eso sí, encadenar esas dos victorias sirvió para desterrar los fantasmas que aparecieron tras Valladolid. Con todo, la semana ha transcurrido entre declaraciones de diferentes personajes, unos ligados al barcelonismo y otros antagonistas al escudo culé. Los dos con más pedigrí en cada estanco han sido Pep Guardiola y Jorge Valdano. Ellos han puesto la guinda a dos nombres propios antes de que el Barça se juegue no caerse de la lucha por la Liga. Messi y Neymar mantienen el pulso deportivo en una frecuencia donde también, para que nada falte, se ha informado de la próxima salida en junio del entrenador. No se privan de nada.

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