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Falcao o la verdadera obsesión de Florentino
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Antonio Sanz

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Falcao o la verdadera obsesión de Florentino

Parece que por fin el Real Madrid de Florentino Pérez va a adquirir a un delantero que ha pertenecido y brillado antes en el Atlético: Radamel Falcao

Foto: Falcao durante un entrenamiento con Colombia (Efe).
Falcao durante un entrenamiento con Colombia (Efe).

Quizá sea motivo de una obsesión o quizá no, porque sólo él lo sabe. Lo cierto es que parece que por fin el Real Madrid de Florentino Pérez va a adquirir a un delantero que ha pertenecido y brillado antes en el Atlético de Madrid. La vía no es directa, fundamentalmente por el empeño del mandamás rojiblanco en no facilitar un trasvase sano entre los eternos rivales de la ciudad. Pero el empeño no ceja y la transacción está en camino. Radamel Falcao, tras proclamar amor eterno y llorar a moco tendido en su despedida del Vicente Calderón, se aproxima a Concha Espina, o eso se publica. A los colores que lo acogieron tras abandonar Portugal otorgará los mejores elogios, pero no negará que cumple un deseo infantil, algo que ocultó durante los dos años que duró su estancia en el Manzanares.

Florentino Pérez ha tenido predilección por cuatro delanteros que han triunfado en la misma casa ajena: Torres, Forlán, Agüero y Falcao. Al primero trató de seducirlo con comentarios tipo “que bien te quedaría el blanco”, una noche en la zona de vestuarios merengue. En el Bernabéu se celebraba un amistoso organizado por la FIFA donde el joven madrileño formaba parte de un combinado de jugadores internacionales. Fernando Torres, que no es dudoso, sonrió y agradeció las palabras del dirigente, recordándole sus colores desde la cuna. Con Diego Forlán llegaron a negociar los dos ejecutivos de los clubes -Sánchez y Gil Marín- tras el sí del uruguayo a cambiar de acera. A última hora, el dueño del Atlético se echó para atrás porque escuchó el rumor, que también se cocía por esas fechas, del asalto blanco al ‘Kun’. Era el mes de enero de 2011, Higuaín convalecía y los madridistas terminaron firmando a Adebayor. Unos meses más tarde, y con el acuerdo rubricado entre Agüero y el Real Madrid, la directiva rojiblanca se negó en redondo a escuchar la solicitud del argentino. Éste terminó traspasado al Manchester City, pese a que acababa de adquirir por un altísimo precio una lujosa casa en una zona residencial cercana a Madrid.

Falcao llegó al Atlético de Madrid en una operación de riesgo. El conjunto rojiblanco abonó al Oporto 40 millones de euros. La salida de Agüero forzaba al club a presentar otra estrella rutilante. El elegido era un delantero colombiano que acumulaba dos temporadas en Portugal tras un paso por el River Plate bonaerense. Los números eran excelentes en esos dos cursos: 72 goles en 85 partidos oficiales. La afición volvía a ilusionarse tras la desazón sufrida con la fea espantada del ‘Kun’. El nuevo ídolo no decepcionó y, además de los títulos globales, cosechó 70 goles en 91 encuentros oficiales. Cuatro meses antes de anunciarlo, Falcao era transferido al Mónaco pese a los intentos de su agente por colocarlo en algún club estelar del continente. Sin embargo, el traspaso por 62 millones de euros tenía trampa. Los lacayos del representante soltaban por las esquinas que la salida al Principado era sólo una breve estación en el diseño del verdadero objetivo: firmar por el Real Madrid. Todos eran conscientes de que Gil Marín volvería a reeditar los casos previos evitando ponerle en la salida puente de plata.

La semana pasada contábamos la decisión del club de negarse a fichar a Luis Suárez porque Cristiano Ronaldo arrugó el morro cuando se insinuó la operación. Aquí todo son parabienes y buenas caras: es de la misma agencia de representación, con lo cual ni una pega al fichaje. Pese a que el luso es consciente de que se medirá a un depredador del área y tan egoísta como él en la ejecución. Sin embargo, Radamel sí que sirve. En el Real Madrid se plantean la operación por dos motivos: no terminan de fiarse de Benzema, que sigue sin aceptar la propuesta de renovación y acaba en 2015, y es un ariete muy del agrado del presidente. La duda nace en la recuperación del colombiano, que decidió recuperarse en Madrid con un fisioterapeuta de confianza. La grave lesión de rodilla sufrida el pasado mes de enero en un partido de Copa francesa agudizó los presagios de quienes no entendían su salida a un club sin afición, recién ascendido a la Primera división y sin presencia en competición europea. Sólo las cifras del contrato, se especula con catorce millones de euros anuales, se convertían en el cebo perfecto para aceptar la aventura.

Al Real Madrid tratan de convencerle de que la lesión es historia y que con 28 años, aunque fuentes escolares lo colocan con más edad, se encuentra en el momento perfecto de madurez. Incluso recuerdan las cifras alcanzadas en media campaña donde anotó 11 goles en 19 partidos. Florentino es partidario de la acción, pese al buen rendimiento de Benzema en Brasil. Se ha comprobado que el delantero se adapta con Francia a actuar junto a otro ‘9’ -Giroud- y que esa polivalencia permite que participe en rotaciones junto a Cristiano Ronaldo, Bale o Jesé. El Mónaco, según cuenta el diario parisino L’Equipe, se siente obligado a sentarse a negociar con el Real Madrid. El periódico explica que el colombiano incluyó una cláusula en el contrato que forzaba a Rybolovlev -máximo mandatario- a negociar con el club blanco si se interesaba por el traspaso. Florentino tiene pues a tiro a un ex rojiblanco. La obsesión puede quedar finiquitada… o no. Que nadie olvide que el agente del jugador siempre ha querido colocarlo en el Chelsea.

Quizá sea motivo de una obsesión o quizá no, porque sólo él lo sabe. Lo cierto es que parece que por fin el Real Madrid de Florentino Pérez va a adquirir a un delantero que ha pertenecido y brillado antes en el Atlético de Madrid. La vía no es directa, fundamentalmente por el empeño del mandamás rojiblanco en no facilitar un trasvase sano entre los eternos rivales de la ciudad. Pero el empeño no ceja y la transacción está en camino. Radamel Falcao, tras proclamar amor eterno y llorar a moco tendido en su despedida del Vicente Calderón, se aproxima a Concha Espina, o eso se publica. A los colores que lo acogieron tras abandonar Portugal otorgará los mejores elogios, pero no negará que cumple un deseo infantil, algo que ocultó durante los dos años que duró su estancia en el Manzanares.

Florentino Pérez