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El tesoro protegido al que aspiró Florentino
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Antonio Sanz

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El tesoro protegido al que aspiró Florentino

A vueltas con la portería del Madrid, el último verano fue acelerado en los despachos blancos, en los que sonó un nombre que el miércoles fue verdugo blanco: Jan Oblak

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A vueltas con la portería del Real Madrid, el último verano -probablemente también lo será el próximo- resultó acelerado en los despachos de Concha Espina. Aquellos capítulos de la historia retornaron recientemente a la mente del presidente blanco tras el espectacular vuelo de Jan Oblak. Así respondió el portero esloveno al poderoso cabezazo de Sergio Ramos, quien quiso recuperar antiguos fantasmas que habitarán de por vida en el desván rojiblanco. Se jugaba el primer minuto de la ida de los octavos de final de la Copa del Rey en el Calderón. El Real Madrid lanzaba un saque de esquina y el sevillano conectaba un poderoso testarazo que desviaba el meta evitando que los blancos se adelantaran en el marcador. Fue la parada del partido y para muchos analistas la clave del mismo. Un gol en frío, un tanto en seco hubiera frenado el ímpetu del Atleti y condicionado el desarrollo de la eliminatoria. Pérez, en el palco, recordó a esta aspiración blanca.

Sin Courtois de vuelta a Londres tras convencerse de la recibida promesa de titularidad, sin opciones reales en esos días para firmar a De Gea -que sigue sin renovar su contrato-, sin aspirar a Valdés -sondeado antes de la lesión y hoy nuevo portero del United-, con Casilla elegido como alternativa por lo que pueda venir, con Keylor seleccionado como suplente tras sacar nota en el Mundial, con Diego López definitivamente sentenciado…y todo en manos de Casillas, que, sin embargo, cada día superaba las dudas de abandonar su casa, su club, su ciudad. Con este panorama se manejaba la entidad para hilvanar una demarcación fundamental para el equipo. La decisión del capitán maniataba al Real Madrid que, mientras, consideraba las evoluciones de las realidades del continente.

Jan Oblak es un chico que esta semana ha cumplido 22 años. Sin embargo, ha recorrido ya varias estaciones en su extensa carrera deportiva. Con sólo 17, abandonaba el Olimpija esloveno para firmar por el Benfica. Un año antes había ascendido desde el juvenil para con poco más de 16 años defender durante 33 partidos la meta del club de Ljubljana. Un carrusel de cesiones en Portugal -Beira-Mar, Olhanense, Leiria y Río Ave- fortalecieron una trayectoria que despegaría en Lisboa. Una única temporada bastó para despertar el interés de algunos grandes de Europa. A las órdenes de Nuno, el hoy técnico del Valencia, completó su mejor campaña en el Río Ave, que le sirvió para retornar al Benfica. Con su nuevo entrenador, Jorge Jesús, la vuelta no resultó idílica. Es más, el curso lo arrancó a la sombra del veterano brasileño Artur Moraes. El calendario, no obstante, colocaría a Oblak al frente de la meta del histórico club luso.

El rendimiento del balcánico quedó anotado en la libreta de Andrea Berta. El ojeador italiano es el responsable del área internacional del Atlético de Madrid. Sobre él pesa la reputación de destapar a Thibaut Courtois, cuando asesoraba externamente a Peter Kenyon, un empresario británico que ha colaborado activamente con la dirigencia rojiblanca. La misma que decidió, dos años después de lograr la primera cesión del Chelsea, incorporar al italiano a su nómina de ejecutivos. Aquel acierto le dio crédito para hacerse fuerte con la apuesta de Oblak. El Atleti aún confiaba en mantener al belga, así lo exponía el propio portero a quien se acercaba a escuchar su discurso, pero la sagacidad de Mourinho evitó una continuidad que se atendía como segura. La ‘inesperada’ salida obligó al club a ponerse en marcha y a apostar decididamente por el esloveno. En el camino, el Real Madrid, que había encargado la intermediación de la operación a un antiguo director general adjunto del club, ahora ligado profesionalmente a un agente portugués.

El Benfica supo jugar con la presencia del Real Madrid, con la lejanía del Valencia y su entonces aspirante a comprar el club, con la sombra alargada de la Juventus y con la indefinición económica del Atleti. Los 20 millones de cláusula eran una losa suficientemente poderosa como para ralentizar la operación. Y esa resultó ser la táctica atlética para rebajar. A Florentino Pérez le hablaban del enorme futuro de este portero, pero el presidente blanco sólo atiende al presente para vivir el momento. Cada parada de Keylor Navas en Brasil separaba a Oblak del Real y lo acercaba un poco más al Atlético, al que la alta cantidad a desembolsar frenaba para adelantar pasos en la operación. Cuando el Benfica comprobó que sólo los rojiblancos estaban decididos a fichar, frenó la subasta y rebajó para tasar en 16 millones de euros a un joven guardameta por el que había pagado cuatro años antes poco más de un millón y medio de euros.

El aterrizaje del portero provocó un sobresalto en los despachos del Calderón. El cuantioso desembolso sitiaba a Simeone, que debía otorgarle la titularidad sin dilación. El rol de Moyá era el de suplir a Aranzubía. Mientras, transitaban las sesiones de entrenamiento y Oblak se abrumaba por no poder emplearse a fondo. Las primeras semanas convivió con una sobrecarga en la cadera que le hizo perder ventaja. El ritmo de Moyá, el suplente, era superior al del esloveno, quien no avanzaba. Lógico. El diagnóstico médico determinó que sufría una pequeña rotura en el psoas-iliaco a nivel de la cadera derecha. El portero más caro en la historia de la Liga se resignaba a perder el puesto. En rojo, la final de la Supercopa. Para el cuerpo técnico, ni un experimento. La suerte de Jan estaba echada. Al ‘Cholo’ no le tembló ni un músculo. El chico empezaría el curso en el banquillo.

Las primeras semanas resultaron complicadas. No le ayudaron las imprudentes declaraciones de Luis Filipe Vieira, presidente del Benfica, quien aseguró que un representante les había ofrecido la posibilidad de recuperar al jugador, que convalecía de la lesión en Madrid. El Atleti lo desmintió con celeridad, pero el testimonio caló en la opinión pública y dejó un camino de dudas, aún sin verlo actuar. El recorrido de un patinazo mayúsculo para la entidad selló injustamente los primeros pasos del portero, acrecentados tras la equivocada decisión del entrenador de alinearlo como paracaidista en el estreno de Champions en Atenas. Poco a poco, el crédito de Oblak ha ido ascendiendo, con cuentagotas, pero aumentando. La decisiva parada a Ramos y su completa actuación en el derbi ha confirmado lo que en el club esperan de él. Algún dirigente, en los peores momentos, ha utilizado la siguiente metáfora: "Oblak es un tesoro, y se verá cuando salga del cofre". El tesoro protegido, al que aspiró Florentino, será el indiscutible guardameta del Atleti y el mejor relevo para el ya olvidado Courtois. Aunque por aquí el culpable aún no sea el esloveno.

A vueltas con la portería del Real Madrid, el último verano -probablemente también lo será el próximo- resultó acelerado en los despachos de Concha Espina. Aquellos capítulos de la historia retornaron recientemente a la mente del presidente blanco tras el espectacular vuelo de Jan Oblak. Así respondió el portero esloveno al poderoso cabezazo de Sergio Ramos, quien quiso recuperar antiguos fantasmas que habitarán de por vida en el desván rojiblanco. Se jugaba el primer minuto de la ida de los octavos de final de la Copa del Rey en el Calderón. El Real Madrid lanzaba un saque de esquina y el sevillano conectaba un poderoso testarazo que desviaba el meta evitando que los blancos se adelantaran en el marcador. Fue la parada del partido y para muchos analistas la clave del mismo. Un gol en frío, un tanto en seco hubiera frenado el ímpetu del Atleti y condicionado el desarrollo de la eliminatoria. Pérez, en el palco, recordó a esta aspiración blanca.

Florentino Pérez
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