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Neymar quiere ya ganar más dinero, al nivel de Messi
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Antonio Sanz

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Neymar quiere ya ganar más dinero, al nivel de Messi

El brasileño no está entre los mejores pagados del Barça. Por encima, Messi, a quien se le retocó el contrato debido a la prima de fichaje que recibió Neymar, Xavi, Iniesta… y hasta Busquets

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El padre de Neymar está inquieto. Eso es, al menos, lo que desliza la Junta directiva del FC Barcelona, que afronta cómo puede un asunto que ya le costó la cabeza a un presidente y que ha provocado indirectamente el adelanto electoral. La actual dirigencia pretende no repetir errores del pasado, aún cuando la materia debe resolverse en los tribunales nacionales hacia donde derivó la causa debido a la denuncia de un socio de la entidad azulgrana. En un ambiente donde cualquier movimiento debe ser analizado por los abogados, Bartomeu da largas al benefactor del chico, aparca las primitivas intenciones del dimitido Rosell y sólo logra el malestar de quien tiene claro que la distancia entre Messi y su hijo se acorta cada jornada en el césped. Ese espacio entre ambos es desigual en los ingresos, al menos en lo que figura en el contrato federativo. Fuera de la lectura del patriarca quedan los contratos firmados entre el club y la empresa del futbolista para prestar diferentes servicios y que tanto dolor de cabeza le han causado al Barça.

El delantero brasileño, cuyo rendimiento ha crecido exponencialmente con Luis Enrique en el banquillo, mantiene un vínculo con la entidad hasta junio de 2018. En un trasvase un tanto opaco y a la espera de resolver determinadas responsabilidades jurídicas, Neymar no se encuentra entre los mejores pagados de la entidad. Por encima, Messi, a quien se tuvo que retocar el contrato debido a la prima de fichaje que recibió el brasileño, Xavi, Iniesta…y hasta Busquets, recién renovado y que supera también al astro sudamericano. Tras sus primeros meses en Barcelona, Sandro Rosell anticipó al jugador que el contrato sería revisado. El entonces presidente entendió que el fichaje era una apuesta segura y que el rendimiento obligaría al club a retocar el acuerdo cerrado en Brasil. Sin embargo, la judicialización del proceso provocó la urgente salida del dirigente sin afrontar los deberes.

Bartomeu ha ido ganando tiempo con el agente del chico, Wagner Ribeiro, desde enero de 2014, fecha de su acceso a la presidencia. En unas conversaciones informales celebradas después del Mundial, y con Neymar convaleciente, el hoy presidente del Barça habló de afrontar la renovación del jugador antes de dejar el cargo (previsto entonces para junio de 2016). Para que todo quedara más claro, el propio Ribeiro, aprovechando la inauguración del ‘Instituto Neymar Jr.’ en Praia Grande, deslizó las intenciones de la entidad de ampliar hasta junio de 2020 sin abordar más detalles. Nadie sospechaba que desde esas fechas navideñas variarían algunos asuntos en el futuro del FC Barcelona: ‘Bartu’ se ha visto obligado a adelantar las elecciones a la presidencia, el brasileño vive su mejor momento en la entidad y el padre, harto de las largas, ha comenzado a coquetear en Europa con el futuro de su hijo.

El diario galo Le Parisienha publicado que el presidente del París Saint Germain, Nasser Al-Khelaifi, desea contratar al crack sudamericano. Considera que se encuentra más a su alcance que, por ejemplo, Messi. La escasa adaptación de Cavani a Francia, el uruguayo buscará salir este próximo verano, posibilitaría la adquisición de Neymar. El PSG debe vender a una estrella para contratar a otra debido a que la UEFAvigila escrupulosamente su juego limpio financiero. El padre y el representante del jugador brasileño se han acercado a la propiedad del club francés siendo conscientes de que el Barça impedirá cualquier transacción deportiva. No obstante, si son capaces de arrancar una potente oferta van a conseguir el verdadero objetivo: que Neymar ascienda al escalón salarial de Messi, o al menos al inmediatamente siguiente para no herir el orgullo, siempre puesto a prueba, del argentino.

Neymar ha conseguido una cálida relación con el ‘10’ del Barça.Ha sido el primero de los grandes en ganarse el respeto del ídolo de la entidad.Olvidados quedan los rifirrafes vividos con Eto’o, Ibrahimovic o David Villa, que provocaron la marcha acelerada de todos ellos. Con el brasileño se auguraba algo parecido, sin embargo, la humildad demostrada y el posicionamiento del ex del Santos dentro y fuera del terreno de juego, siempre a la espalda de Messi, han fortalecido el nexo común. Los dos fomentan en el campo una sociedad que se traslada al exterior. Lejos de la hierba no coinciden mucho, pero Neymar ha logrado ganarse la consideración de Leo, algo casi excepcional debido a la poderosa personalidad del argentino. Los elogios que se dedican mutuamente, carrera que empezó el brasileño antes incluso de aterrizar en la Ciudad Condal, son una constante. Incluso, se unieron para reprochar determinados comportamientos al entrenador, aunque cada uno en su rol: uno, con voz; el otro, con presencia.

La pelota caliente, una más, habita desde hace semanas en el tejado de Bartomeu. El tiempo de tregua ha caducado para el padre del jugador, verdadero hombre orquesta de la sociedad que maneja a Neymar Jr. El rendimiento del chico, 24 goles en 29 partidos oficiales esta temporada a una media de un gol cada 90 minutos, provocan la insistente reclamación. Un nuevo contrato alteraría la pacífica calma que preside actualmente el Barça. Por eso, el presidente querría seguir ganando tiempo. Tiempo que desde la ‘factoría Neymar’ ya no se le concede.

El padre de Neymar está inquieto. Eso es, al menos, lo que desliza la Junta directiva del FC Barcelona, que afronta cómo puede un asunto que ya le costó la cabeza a un presidente y que ha provocado indirectamente el adelanto electoral. La actual dirigencia pretende no repetir errores del pasado, aún cuando la materia debe resolverse en los tribunales nacionales hacia donde derivó la causa debido a la denuncia de un socio de la entidad azulgrana. En un ambiente donde cualquier movimiento debe ser analizado por los abogados, Bartomeu da largas al benefactor del chico, aparca las primitivas intenciones del dimitido Rosell y sólo logra el malestar de quien tiene claro que la distancia entre Messi y su hijo se acorta cada jornada en el césped. Ese espacio entre ambos es desigual en los ingresos, al menos en lo que figura en el contrato federativo. Fuera de la lectura del patriarca quedan los contratos firmados entre el club y la empresa del futbolista para prestar diferentes servicios y que tanto dolor de cabeza le han causado al Barça.

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