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Florentino Pérez se empieza a cansar de Benzema, su niño mimado
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Antonio Sanz

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Florentino Pérez se empieza a cansar de Benzema, su niño mimado

El tiempo del francés en el Real Madrid está caducando… pese a que el presidente, por ahora, no lo dejará caer tan fácilmente. Eso sí, cada mañana Florentino se harta más de los líos de Karim

Foto: Florentino Pérez aplaude a Benzema durante su presentación como jugador del Real Madrid. (EFE)
Florentino Pérez aplaude a Benzema durante su presentación como jugador del Real Madrid. (EFE)

Desde la obra faraónica de Valdebebas, Florentino Pérez observa con detenimiento las cuatro inmensas torres que se levantan en la que fue la tierra de los sueños de los pequeños madridistas. Aquellos que pretendían ser futbolistas y trabajaban hasta el anochecer para formarse como jugador. El presidente del Real Madrid bautizó a cada una de estas construcciones con el nombre de sus cuatro primeros galácticos: Figo, Zidane, Ronaldo Nazario y Beckham. Entonces, cuando transitaba el sexto año de su primer mandato, Pérez optó por dejarlo porque, entre otras razones, había consentido todo a las figuras y las había mimado en exceso. De aquella reflexión pública no parece haber aprendido el dirigente. Entonces y hoy, quienes son de la cuerda del presidente habitan bajo un halo de protección y de cierta permisividad en sus comportamientos. Uno de los casos más significativos es el de Karim Benzema. Otro es Bale. En su día lo fue Kaká. Eso sí, en esta lista nunca encontraremos a Cristiano Ronaldo.

En la autoimpuesta reconstrucción del Real Madrid cuando alcanzó la presidencia en la segunda etapa, Florentino apuró para firmar a tres galácticos del tirón. Recibida la herencia de Cristiano, se lanzó a Milán a por el centrocampista brasileño. Con Kaká fichado, se desplazó a Bron, un barrio marginal de Lyon, para convencer al francés de que lo mejor era firmar por el club blanco. Karim se convirtió en uno de sus favoritos y Florentino lo convirtió en otro niño mimado a criar bajo su ala protectora. Es el único jugador que le ha hecho perder los nervios y levantarse del palco para celebrar un gol poco trascendente, precisamente ante el Olympique en Lyon. Nada le han importado la alegoría de líos que han rodeado el chico: accidentes de tráfico, conducción temeraria, cazado a velocidad de circuito de carreras en una carretera de circunvalación de Madrid, retirada de carnet de conducir, delito contra la seguridad vial, absuelto en el caso de prostitución de una menor. Todo, todo ha sido perdonado por Florentino.

Pero este nuevo lío es de otro calibre. Benzema vive con máxima preocupación. Pese a pronunciarse tranquilo y tras recibir el apoyo del Real Madrid vía comunicado escrito, el francés está siendo acorralado por las pruebas que presenta la Policía gala. La declaración de su compatriota Valbuena será definitiva para su destino en el caso de chantaje sexual por el que ha sido imputado. Las amistades de Karim lo han retratado en un escenario peligroso para su suerte. Aquel suburbio que pisó Florentino hace más de un lustro ha conducido al futbolista del Real Madrid a un callejón, veremos si con salida. Y por aquí, parece que el presidente del club ya no va a transigir. De cara al exterior y ante Karim, el dirigente arropó a la persona para salvar al jugador. Espero al francés casi a pie de pista de avión para transmitirle su apoyo. La entidad admitió en el escrito elevado a público que “Florentino expresó su total apoyo y confianza en la bondad de la actuación de Benzema y en su total inocencia”. Unas líneas después se recordaban su compromiso con el escudo, su compañerismo y su intachable actitud con el grupo.

Sin embargo, las nuevas informaciones que van salpicando más y más al jugador es lo que irrita poco a poco al máximo mandatario. Para él, la imagen del club no se puede manchar, debe ser inmaculada. Por eso, recela de las escenas mediáticas que han recorrido el planeta: un futbolista del Real Madrid retenido en las dependencias policiales de Versalles durante día y medio. La declaración de inocencia que relata Benzema es aceptada por Florentino, cuya capacidad de perdón con sus favoritos es infinita. Si bien, el desarrollo de la causa será definitivo para el estado del francés. El cóctel de actuaciones de Karim ha tocado fondo y Pérez comienza a bajar el pulgar. Le desagrada cada día más todo lo que rodea al chico. Y ahora que en lo deportivo empezaba a rendir con goles, la asignatura pendiente. La felicidad nunca es completa. O eso parece.

Benzema, en lo deportivo exclusivamente, se recupera para redimirse en el césped. El francés es consciente de que los líos que lo atropellan van a terminar por saturar la paciencia del valedor. Con más de un mes de baja por una lesión en el bíceps femoral de su pierna izquierda tras romperse con Francia en un amistoso frente a Armenia, el objetivo es llegar limpio al clásico. Una buena actuación ante el FC Barcelona lo devolvería al podio de favoritos, dónde hoy se tambalea. Si bien, esa vida de chico de barrio y esa legalidad entendida con algunos de los suyos que viven al margen de la ley es lo que puede desembocar en su salida del Real Madrid. Algunos hablan de este mercado de invierno. Los más admiten que podría ser al final de temporada. Lo que parece claro es que el tiempo de Benzema en el Real Madrid está caducando… pese a que Florentino, por ahora, no lo dejará caer tan fácilmente. Eso sí, cada mañana se harta más de los líos de Karim.

Desde la obra faraónica de Valdebebas, Florentino Pérez observa con detenimiento las cuatro inmensas torres que se levantan en la que fue la tierra de los sueños de los pequeños madridistas. Aquellos que pretendían ser futbolistas y trabajaban hasta el anochecer para formarse como jugador. El presidente del Real Madrid bautizó a cada una de estas construcciones con el nombre de sus cuatro primeros galácticos: Figo, Zidane, Ronaldo Nazario y Beckham. Entonces, cuando transitaba el sexto año de su primer mandato, Pérez optó por dejarlo porque, entre otras razones, había consentido todo a las figuras y las había mimado en exceso. De aquella reflexión pública no parece haber aprendido el dirigente. Entonces y hoy, quienes son de la cuerda del presidente habitan bajo un halo de protección y de cierta permisividad en sus comportamientos. Uno de los casos más significativos es el de Karim Benzema. Otro es Bale. En su día lo fue Kaká. Eso sí, en esta lista nunca encontraremos a Cristiano Ronaldo.

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