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El perverso plan de Ibrahimovic contra Guardiola... y junto a Mourinho
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Antonio Sanz

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El perverso plan de Ibrahimovic contra Guardiola... y junto a Mourinho

Con 34 años, el delantero sueco se prepara para elegir el que probablemente será el último contrato importante y el Manchester United apunta a ser su destino tras dejar París

Foto: Ibrahimovic, en un partido con el Paris Saint Germain. (Efe)
Ibrahimovic, en un partido con el Paris Saint Germain. (Efe)

La espina se mantiene clavada y haciendo pupa. Ni el paso del tiempo ha concedido el olvido. En el ánimo del chico aún perdura el rencor acumulado que provoca la sed de venganza por el trato recibido. No consuelan ni los doce títulos ganados en los últimos seis años. En el recuerdo aún perdura la afrenta de tener que abandonar el FC Barcelona por la gatera, tras verse claramente relegado a ser la sombra de Messi. Nunca le ha gustado ser actor de reparto, más bien al contrario. Su personalidad se cubre como el líder de los títulos de crédito. Hablamos de uno de los delanteros más peculiares del fútbol moderno, un escultural futbolista escandinavo: Zlatan Ibrahimovic. Con el futuro en el aire, con ofertas mareantes, con el destino sin ser desvelado, se descubre su pensamiento más mordaz. Una alianza, que de producirse, sería la sensación más perversa de la próxima temporada.

La puerta la dejó abierta el asesor deportivo del jugador: “me gustaría ver a ‘Ibra’ en la Premier League, es una competición hecha para él”. Raiola elogiaba las condiciones deportivas de su representado para lanzar la red a la competición británica, la importante por jugar y triunfar que resta en el currículum del sueco. La relevante trayectoria del goleador arrancó desde el Malmoe para recalar en la siempre acicalada academia del Ajax. Desde Amsterdam se asomó a Europa para fichar por uno de los grandes: la Juventus. Aquí arrancó un periplo por varios clubes forzado por el escándalo deportivo acaecido en Turín. Si el Inter resultó el primer equipo de acogida, el Barça sería su mejor reto hasta que se encontró con el menudo argentino. La elección de Guardiola marcó la relación y ese rechazo público lo mantiene, aún hoy, irritado. La obligación de retornar a Milán, esta vez a la otra entidad de la ciudad, perdura en su retina y ubica un único culpable: quien será el próximo entrenador del Manchester City.

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La estación en París toca a su fin. Tras conquistar un nuevo trofeo como campeón de Liga, el fornido delantero sueco examina las propuestas que descansan sobre el escritorio de su asesor. Con 34 años cumplidos el pasado mes de octubre se prepara para elegir el que probablemente será el último contrato importante. Un goleador tan respetado en el concierto internacional ha recibido propuestas de todos los lugares del planeta. La oferta más mareante la descubrió el diario italiano ‘La Repubblica’. Sin desvelar el equipo, la información explicaba que el gobierno chino había ofertado al jugador escandinavo la escandalosa cifra de 75 millones de euros por temporada, para convertirle así en uno de los deportistas mejor pagados del mundo. Cuentan fuentes cercanas al asesor deportivo de Ibrahimovic que durante el mes de enero, varios emisarios chinos contactaron con él para tratar de convencer al veterano delantero para emigrar a China y arrancar la temporada como la gran sensación del campeonato. Zlatan no tenía ninguna intención de marcharse de París antes de acabar el contrato que expira el próximo 30 de junio, circunstancia que no hizo rendirse a los negociadores asiáticos. Así las cosas, y creyendo que una cantidad desorbitada los haría rendirse, Raiola les habló de que debían pagar 150 millones de euros por dos temporadas. Era la manera de quitarse de encima a los tenaces chinos. Éstos, lejos de rendirse, consultaron con el Gobierno y éste aceptó las condiciones. Ibrahimovic dijo ‘no’ y ya que estaban en París acabaron fichando a Lavezzi.

Las razones de la negativa del jugador arrancan con la intención de acabar el proyecto deportivo con el París Saint Germain, para también dejarse abierta la puerta del campeonato de Qatar -país originario de la propiedad del club francés-. Incluso, algunas franquicias de la MLS de Estados Unidos sondean al jugador para tentarle con una competición emergente. Sin embargo, la verdadera razón es que Ibrahimovic está esperando la que es su primera elección: el Manchester United. Los vientos de cambio que soplan en Old Trafford seducen enormemente al delantero sueco. Además, la posibilidad de volver a encontrarse con el técnico portugués con quien coincidió en el Inter excita sobremanera a Zlatan. Pero además el círculo se cierra porque se encontraría en la misma ciudad donde habitará su eterno enemigo Guardiola, anunciado como nuevo entrenador de los ‘citizens’. Todo este cóctel ha puesto los dientes largos a quien entiende como la mejor venganza posible después de un lustro: ganar al City de Pep ayudado por otro de los ‘primeros fans’ del catalán, Mourinho. Aquella humillación sigue bien presente y a ojos de Ibrahimovic es el momento de devolver aquel agravio.

Guardiola se empeñó en el verano de 2009 en sacrificar a Samuel Eto’o. Lo había intentado un año antes, cuando tomó posesión del banquillo del Barça, pero no había podido prescindir del africano. Sin embargo, Pep se hizo fuerte y al año siguiente a Joan Laporta no le quedó más remedio que prescindir del camerunés para firmar al capricho del técnico, que se puso tan pesado que el FC Barcelona cerró una operación cifrada en más de 70 millones de euros -46 millones, más Eto’o valorado en 20 ‘kilos’, más un pago más porque Hleb no quiso ir a Italia-. Sin embargo, el transcurrir del curso provocó cierto desaliento en Messi que entendía verse relegado en las disposiciones tácticas del entrenador. Las quejas fueron creciendo en intensidad y Guardiola se vio en la tesitura de elegir. Desde entonces, el sueco ha afilado la lengua en cada ocasión que ha tenido oportunidad. Las frases más rotundas se escribieron en el semanario alemán ‘Der Spiegel’: “no tiene huevos. Me sacrificó por Messi y no tuvo valor de decírmelo. Había marcado más goles que él, pero Leo se quejó a Guardiola. El vestuario era colegial con los discursos filosóficos del entrenador, una mierda para los avanzados. Pep quiere ser perfecto y todo el mundo tiene un lado oscuro”. En paralelo, desplegó una cadena de elogios hace ‘Mou’: “No necesita hacer un papel como el otro. Es inteligente y alabo su capacidad para motivar a los jugadores”.

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Mourinho sigue siendo candidato a dirigir al Manchester United la próxima temporada. La oferta de Ibrahimovic a quien fue su entrenador se realizó hace un par de meses: “Si al final vas al ‘ManU’, llévame contigo”. No necesitó apuntar más. ‘Ibra’ queda libre y los ‘red devils’ sólo deberían hacer frente a su poderoso salario. Sin embargo, su sed de venganza es todavía más poderosa y ‘Mou’ no podría encontrar mejor aliado. Todo en manos de la dirigencia de un club que tras la salida de Sir Alex Ferguson no encuentra el rumbo adecuado. Por eso, no acaban de tomar la decisión y meditan darle todo el poder al entrenador portugués porque otro tiempo convulso no se resistiría. Otras opiniones apuntan a que precisamente necesitan en Old Trafford a este agitador para despertar de este profundo letargo.

La espina se mantiene clavada y haciendo pupa. Ni el paso del tiempo ha concedido el olvido. En el ánimo del chico aún perdura el rencor acumulado que provoca la sed de venganza por el trato recibido. No consuelan ni los doce títulos ganados en los últimos seis años. En el recuerdo aún perdura la afrenta de tener que abandonar el FC Barcelona por la gatera, tras verse claramente relegado a ser la sombra de Messi. Nunca le ha gustado ser actor de reparto, más bien al contrario. Su personalidad se cubre como el líder de los títulos de crédito. Hablamos de uno de los delanteros más peculiares del fútbol moderno, un escultural futbolista escandinavo: Zlatan Ibrahimovic. Con el futuro en el aire, con ofertas mareantes, con el destino sin ser desvelado, se descubre su pensamiento más mordaz. Una alianza, que de producirse, sería la sensación más perversa de la próxima temporada.

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