Conte pide a Morata y Zidane reclama a Hazard

Con la final de la Liga de Campeones a escasas horas, los despachos no descansan mientras las dos plantillas ejecutan a su manera la mejor preparación. Si el Atleti se refugia sin anunciar públicamente el lugar de trabajo, Valdebebas es una auténtica fortaleza. Algo parecido es el búnker de Concha Espina. En el Manzanares, por el contrario, sí han atado al primero del curso que viene: Gaitán es rojiblanco, solo falta el anuncio oficial. Esta era una añorada petición de Simeone. Ayer lo quiso y hoy lo tiene. La propiedad no repara en gastos para cumplir su palabra: si el club sigue invirtiendo en grandes jugadores, el Cholo alejará la tentación de abandonar la nave. Una institución de la que salió hace casi veinte años siendo jugador y abanderando el vestuario. Entonces, sufrió una persecución mediática y social por pisar al niño bonito de la época. Aquel incidente con Julen Guerrero, añadido a sus diferencias personales con el plenipotenciario entrenador del momento —lo que él es hoy— invitaron al Atleti a venderlo al Inter de Milán.

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Simeone coincidió cuatro temporadas en el Calcio con el entrenador del Real Madrid. El argentino lo cumplió en dos estaciones, dos cursos en Milán y dos en Roma, siendo jugador de la Lazio. El francés era la estrella de la Juventus. En este periodo, la cosa no pudo terminar más igualada porque cada uno logró alzarse con un ‘Scudetto’. Zizou ganó en la primera presencia del Cholo y Simeone, ya en la Lazio, logró en la penúltima temporada del lustro de Zidane en Italia. Los dos conocen francamente bien el país transalpino, hablan el idioma y se identifican con su cultura. A nadie extrañará si dentro de unos años se repite el duelo como entrenadores: uno en el Inter, el otro en la Juve. Precisamente, San Siro acoge la repetición de la final de hace dos años. En Lisboa, Simeone no tuvo su mejor día. Zidane participó con menos responsabilidad: completaba el aprendizaje como técnico ayudante de Ancelotti.

Si la atención de la semana se centra en una final con dos protagonistas de la misma ciudad más de setecientos días después, los despachos del Real Madrid mantienen el alto nivel de acción de esta época. Uno de los primeros movimientos a completar será la recompra de los derechos del internacional Álvaro Morata. Tal y como descubrió ‘Football Leaks’, el club blanco se guardó una opción de retorno que puede ejecutar entre el uno y el quince de julio del presente año (también en las mismas fechas pero en 2017) abonando un escalado en función de la participación futbolística del jugador. Como Morata ha disputado más del cincuenta por ciento de los minutos, el Real Madrid se exige desembolsar treinta millones de euros, obteniendo así los italianos una plusvalía de 10 millones de euros en dos temporadas -impuestos al margen-. De todos es conocido que Zidane no cuenta con el delantero madrileño. También es sabido que lo que la entidad pretende es vender al chico muy por encima de la cantidad que ahora debe pagar, buscando así un negocio redondo.

Morata y Conte

Morata es un delantero cotizado en el continente. El mercado inglés abordará su fichaje desde varios puntos cardinales. Sin embargo, la ventaja parte desde el sudoeste de Londres. Especialmente por la presencia de Antonio Conte, nuevo inquilino del banquillo del Chelsea. Es más, la historia entre el técnico y el delantero se repite. Hace dos años, el que fuera entrenador de la Juventus se convirtió en uno de los valedores del fichaje del madridista. Sin embargo, diferentes circunstancias obligaron al hoy seleccionador italiano a dejar el club. El destino quiso que solo tres días después de renunciar Conte, la Juve anunciase la adquisición de Morata. En la planificación que ha completado con los dirigentes londinenses, el delantero español vuelve a estar subrayado. El Chelsea necesita firmar al menos dos delanteros porque no contempla inicialmente la salida de Diego Costa. El entrenador italiano no cuenta ni con Pato, ni con Falcao, ni con Rémy. Los tres abandonarán el club. Por eso, crece la fijación con poder firmar a Morata, a quien considera, a sus 23 años, unos de los arietes más prometedores del concierto europeo.

Los números de Morata en la Juventus no han sido rimbombantes. El canterano rojiblanco completó quince dianas en su primera temporada en todas las competiciones y once, en este curso. Además, se ha visto relegado al banquillo con la llegada de Mandzukic porque Dybala ha sido indiscutible para Allegri. Las diferencias con el patrón han sido tan obvias que el chico tiene claro que su tiempo en Italia no se puede alargar, pese a ser ídolo de la afición y determinante en la consecución del segundo título de la temporada logrando la Copa. Entretanto, el Chelsea, escuchando el deseo de Conte, ya ha sondeado al Real Madrid. Se ha movido rápido, consciente de la competencia. Y son los ingleses, quienes precisamente mantienen la llave para poder completar la operación. La respuesta en los despachos de la T4 del Bernabéu ha sido clara: te vendo a Morata si negociamos por Hazard. El belga gusta mucho a Zidane y sería el acompañamiento perfecto para la BBC, ahora que James ha presentado dudas e Isco parece que terminará haciendo las maletas hacia Manchester.

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Eden Hazard se proclamó mejor jugador de la Premier que Mourinho alcanzó para el Chelsea en 2015. Nadie cuestionó que este joven mediapunta de 25 años había sido el líder del campeón. Sin embargo, esta temporada el rendimiento ha sido deficiente. Los registros han pasado de diecinueve a seis goles y de dieciséis a nueve pases de gol. Lo peor, la acusación velada del portugués tras el partido en Leicester: “En solo diez segundos, decidió que estaba lesionado”. Un ‘Mou’ al límite dudaba de la profesionalidad de su mejor futbolista. Pero Hazard, tampoco mejoró con Hiddink. Las informaciones más cercanas al jugador han apuntado que tras cuatro temporadas entiende que su ciclo en Londres ha terminado y que la estación del Real Madrid colma sus aspiraciones. Además, contaría con la confianza plena de Zidane, a quien Florentino gustaría darle un capricho. Conte debe analizar si el fichaje de Morata merece perder a Hazard porque en el Real Madrid no se duda de que están, de colmarse, ante la operación perfecta.