La capitulación de Cristiano Ronaldo: no se va del Real Madrid porque no puede

La portada de un medio de comunicación puede hacer tambalearse al más pintado, por mucha fuerza que éste —bien sea persona física o bien sea sociedad— posea. Eso es lo que sucedió, hace menos de un mes, con la tapa del diario deportivo portugués 'A Bola'. El mismísimo Real Madrid sufrió convulsiones con la noticia del rotativo. En una filtración tan interesada como efectiva, los cercanos a Cristiano Ronaldo quisieron poner nervioso al madridismo con el anuncio de la salida irrevocable del jugador del club blanco.

Los problemas fiscales que lo acompañan se convertían en el detonante para lanzarse sin red. La noticia, sin palabras ni del futbolista ni de cualquier otro protagonista cercano, obtuvo una veracidad sin límites en nuestro país. Nadie la cuestionó. La opinión pública aceptó sin fisuras, con el único apoyo de la credibilidad periodística, que ese era el pensamiento de CR7. Hasta el propio Florentino Pérez se vio obligado a completar una ronda de entrevistas defendiendo la honorabilidad de su empleado. No fue necesaria ni una palabra del chico. Tan solo gestos serios, distantes y apariciones fugaces con su selección bastaron para hacer crecer la historia. Hoy se mantiene el silencio, el Madrid respira y la sensación general es que Ronaldo no se va porque no se puede ir.

El próximo 31 de julio, en horario matinal como si de un entrenamiento sucediese, el futbolista declarará como investigado ante una dama, una jueza de los tribunales de Pozuelo de Alarcón, zona adscrita al domicilio del jugador. Debe defenderse de cuatro presuntos delitos contra la Hacienda Pública, que le acusan supuestamente de haber cometido un fraude que alcanza los 14.7 millones de euros entre los años 2011 y 2014. El daño para su imagen pública ya lo ha sufrido con la llamada ‘pena del telediario’.

Por eso está que rabia tras pronunciarse, en distintas entrevistas previas, que nada le acercaba a los problemas fiscales con que le asociaban diferentes informaciones. Cristiano Ronaldo, harto, explotó y lanzó el órdago utilizando al periodismo patrio. Consciente de que romper unilateralmente el contrato que le vincula al Real Madrid hasta 2021 es casi imposible, quiso poner nervioso al madridismo. Sin embargo, éste reaccionó con indiferencia: “Si no ha pagado, que lo haga”, sentenció la opinión pública blanca en esa relación de amor-odio que acompaña al portugués con la grada desde sus primeros pasos como blanco.

Florentino salió sin miramientos a dar la cara por él en un gesto que honró al recién nombrado presidente -aprovechó la reelección para la ronda de entrevistas-. El Real Madrid nada tiene que ver con las supuestas irregulares cuentas fiscales de su empleado. No obstante, perder al que será nuevamente nombrado Balón de Oro no entra ni en la ecuación ni en los planes del dirigente. De ahí esa defensa incondicional de los valores personales del chico, que a todo esto sigue cabreado por lo que próximamente debe vivir. Se especula que del paseíllo que acometa en Pozuelo, zona noroeste de la capital, se abstraerán las últimas conclusiones para conocer si Cristiano vuelve a forzar la salida o simplemente capitula y acepta que no es fácil partir y que lo mejor es plantear un nuevo acuerdo económico con la entidad de Concha Espina. Falta conocer si la dirigencia blanca está dispuesta a aceptar una nueva revisión contractual que cubra los gastos que surjan de las supuestas sanciones si finalmente es condenado.

Pero, ¿por qué debe capitular Cristiano Ronaldo? Con la manera de arrear que se marcó el ideólogo de la filtración al periódico luso, el asesor del futbolista se puso manos a la obra para sondear el mercado y encontrar un destino para su cliente. Con el papel bajo el brazo, tocó la puerta de aquellos equipos que entendió podrían hacerle sitio. Uno que siempre lo aguarda es el Manchester United, convertido en retiro espiritual para el jugador. Sin embargo, Sir Alex Ferguson, el gran valedor, vive jubilado y algo desligado del foco de acción. Mourinho, también cliente del mismo asesor, no quiso ni escuchar la propuesta deportiva. La mala experiencia vivida por ambos durante los últimos meses de convivencia en Madrid imposibilita, por ahora, cualquier acercamiento para volver a trabajar juntos. Además, Mou quiso a Griezmann y la negativa del francés se encuentra bien recompensada por el Atleti, ahora a Morata, a quien ya comunicó que sería siempre moneda de cambio si al final los blancos retornaban a por De Gea. Vamos, que el técnico no quiere para él este regalo envenenado llamado Cristiano Ronaldo.

El PSG es la otra carta marcada por el futbolista portugués. Sin embargo, la prioridad gala pasa por Mbappé. La joven perla del Mónaco, 18 años, es el verdadero objetivo del club parisino, que mantiene la intención de afrancesar el equipo. La propiedad árabe es consciente de lo que supondría incorporar al delantero de Funchal, pero valoran que el desembolso de la operación tendría más sentido con el joven que con el veterano. Salvo que Kylian Mbappé estime que prefiere esperar al Real Madrid, las opciones de Cristiano no se contemplan en París. Quizá por aquí se le pueda abrir una puerta a Florentino y cambiar cromos. Sólo si el portugués se lo dice a la cara al dirigente, éste se plantearía el traspaso definitivo del luso. Pero CR7 es consciente de que para ganar el Mundial de Rusia, su siguiente gran objetivo, debe jugar y competir en el mejor equipo y en una mejor Liga que la gala. Y ese destino es hoy por hoy el Real Madrid de Zidane.