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Kroos, que no vería mal irse, culpable del enésimo pulso entre Guardiola y Mourinho
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Antonio Sanz

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Kroos, que no vería mal irse, culpable del enésimo pulso entre Guardiola y Mourinho

Mourinho y Guardiola no sólo coinciden en residir en la misma ciudad, Manchester, ahora también en el deseo de atraer a sus respectivos clubes un jugador del Madrid: Toni Kroos

Foto: Kroos celebrando un tanto en el Santiago Bernabéu. (Reuters)
Kroos celebrando un tanto en el Santiago Bernabéu. (Reuters)

Tras muchas batallas, la pareja consideró que era el momento de aparcar la pelea. ¿Para qué seguir maldiciendo el uno del otro? Y más, cuando la génesis de la relación arrancó con respeto y fraternidad. El tiempo los separó y el fútbol los alejó. Hoy, el destino, imposible de predecir, los ha conducido a habitar en la misma ciudad. Vuelven a ser rivales en dos entidades poderosas: una por historia y capital; la otra, por hegemonía e inversión. Sin franquear el futuro, el pulso por ser el mejor es incuestionable, enfrentamiento de fuerzas que continúa con la intención de firmar a los mejores jugadores. Mourinho y Guardiola, Pep y Jose.

Ya sucedió el pasado mercado de invierno con Alexis Sánchez. Las dos entidades de Manchester rivalizaron para contratar al chileno. Esta vez, ‘Mou’ consiguió hacerse con el objetivo. Pero ni resultó el primero, ni concluirá como el último. En el horizonte, los dos clubes ya trabajan para atraerse a Toni Kroos, a quien probar la ‘experiencia Premier’ tras los éxitos alcanzados en el Real Madrid no solo seduce, también le provoca intención de cambio.

Kroos acaba de cumplir 28 años. Alemán del este, estrella del fútbol desde edad juvenil. Su padre diseñó un plan para convertirlo en futbolista, y el chico salió bueno, muy bueno. Creció y disfrutó del balompié como uno de los mejores centrocampistas del continente. Con personalidad, supo cómo y cuándo abandonar una institución legendaria como el Bayern tras sentirse hostigado, incluso burlado por la administración ejecutiva. Sí, los dirigentes, algunos de los antiguos jugadores de la entidad, nunca entendieron a Toni, ni él tampoco a ellos. Kroos es una persona singular. Bien relacionado en el vestuario, no forma parte de ninguna facción, pero es aceptado y respetado por todos. Es un tipo muy familiar, a quien gusta disfrutar de la convivencia con su mujer e hijos. En estos días, se esfuerza por recuperarse del esguince de rodilla que lo mantiene en vilo con vistas al choque del curso: la vuelta en el parisino Parque de los Príncipes.

placeholder Toni Kroos y Dani Alves en el reciente partido de Champions. (Reuters)
Toni Kroos y Dani Alves en el reciente partido de Champions. (Reuters)

En octubre de 2016, Kroos amplió contrato dos años más con el Real Madrid, alcanzando el ocaso contractual en junio de 2022. En Alemania pronosticaron que se convertía en el germano mejor pagado del mundo, dejando atrás a Neuer, Hummels o Müller, con 10 millones de euros libres de impuestos. Más tarde, la web que divulga los documentos privados de futbolistas ofrecía unos datos que desvelaban que el jugador cobra 10,9 millones de euros brutos, cláusula de 300 millones y que el sueldo aumenta en un millón más si llegara a ser nominado Balón de Oro y otro ‘kilo’ más si levantase el trofeo. Hay que recordar que Florentino Pérez dio el visto bueno a la operación en el verano de 2014 abonando 25 millones de euros en un plazo de dos temporadas (12 al recibir el transfer internacional, 8 más en julio de 2015 y los 5 últimos en julio de 2016).

La desazón de Guardiola por Kroos

Pep Guardiola sintió una desazón considerable cuando conoció los problemas de Kroos con la ejecutiva del Bayern. Siempre lo consideró un futbolista extraordinario, capaz de cambiar el ritmo de los partidos, con el impulso necesario para ejecutar con el balón al adversario. Con únicamente una temporada de la mano, Pep trató de que entendiera que su fútbol se desarrollaría en el FC Barcelona como en ningún sitio. Pero fracasó en el intento. Ni la directiva culé, ni el entrenador de turno (Luis Enrique) estimaron al germano como prioritario porque habían seleccionado a Rakitic. El Real Madrid se aprovechó y adquirió a un jugador cuyo rendimiento ha sido más que óptimo. Pero el técnico del City no se rinde. Se ha marcado el objetivo de recuperarlo para la causa en su sempiterna búsqueda de la excelencia con un balón. Ya lo intentó cuando desde Múnich fabricó el primer equipo ‘citizen’ y ahora mantiene el pulso para asomarse a la siempre complicada terraza de Concha Espina. Considera que es un jugador fundamental para seguir creciendo.

placeholder Mourinho y Guardiola esta temporada.
Mourinho y Guardiola esta temporada.

A Mourinho se le presenta un verano intenso ya que busca reforzar el centro del campo. Tras el fuerte desembolso realizado para firmar a Alexis, se encuentra en la tesitura de reemplazar a quien abandona la camiseta roja, Carrick… y a quien no aparece, Pogba. El rendimiento del francés es más que cuestionado por el cuerpo técnico de los diablos rojos que no acaban de entender su intermitencia y su escaso compromiso con la causa. Con las mismas, el entrenador luso hace llegar a Kroos que nada mejor que Old Trafford para cerrar una carrera que pasó por Múnich y después por Madrid. Si finalmente se consuma el divorcio entre el portugués y el irreverente jugador galo, el traspaso puede ser un hecho con dirección a París, donde lo acogerían con gusto conscientes de que necesitan una estrella local que alterne el gusto con Mbappé. Entonces, ‘Mou’ podrá contar con un buen presupuesto para atemorizar al Real Madrid.

Florentino Pérez no mantiene en sus pensamientos desprenderse de Kroos. Es consciente del acierto del fichaje. Son cuatro años en el Real Madrid logrando títulos y ayudando al crecimiento de la entidad. Pero el germano comprende que se encuentra ante una buena oportunidad de probar un mercado nuevo, atractivo, emergente, diferente, seductor. Nadie, esto es obvio, pagará la inalcanzable cláusula de rescisión del jugador. Todo es negociable, pero todo apunta a que el pique entre Mourinho y Guardiola, esta vez, quedará en tablas.

Tras muchas batallas, la pareja consideró que era el momento de aparcar la pelea. ¿Para qué seguir maldiciendo el uno del otro? Y más, cuando la génesis de la relación arrancó con respeto y fraternidad. El tiempo los separó y el fútbol los alejó. Hoy, el destino, imposible de predecir, los ha conducido a habitar en la misma ciudad. Vuelven a ser rivales en dos entidades poderosas: una por historia y capital; la otra, por hegemonía e inversión. Sin franquear el futuro, el pulso por ser el mejor es incuestionable, enfrentamiento de fuerzas que continúa con la intención de firmar a los mejores jugadores. Mourinho y Guardiola, Pep y Jose.

José Mourinho Pep Guardiola Florentino Pérez