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En España hay tecnología para la Fórmula 1
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Javier Rubio

Dentro del Paddock

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En España hay tecnología para la Fórmula 1

Hoy se presenta a través de un canal de televisión un proyecto de nuevo equipo para el campeonato 2010 de Fórmula 1. El concepto “genuinamente americano”

Hoy se presenta a través de un canal de televisión un proyecto de nuevo equipo para el campeonato 2010 de Fórmula 1. El concepto “genuinamente americano” está en el ADN de la iniciativa, ya saben, aquello de “American Technology, American Drivers y American competitive spirit…” como proclaman los promotores de USF1. Con una magnífica utilización de los medios de comunicación, en el sentido más interesado de la palabra, y sin poner un duro hasta el momento, los responsables de USF1 están sondeando al personal para embarcar potenciales socios en la aventura. Que alguien pone el dinero, allá vamos. Que no, pues no pasa nada, Ken Anderson y Peter Windosor, sus promotores, se han hecho un poco más famosos.

Una de sus señas de identidad sería la ubicación en Charlotte, (Carolina del Norte) uno de los epicentros del automovilismo americano. Operar desde Estados Unidos tiene tanto sentido como hacerlo, en el caso de Toyota y Honda, desde Japón. No en vano, la primera funciona desde Alemania, y la segunda instaló su base en Gran Bretaña. Por lo conocido hasta el momento y por los antecedentes del pasado, un proyecto americano para la Fórmula 1 plantea numerosas dudas. La logística, entre ellas. Un ejemplo, para que se hagan una idea. Cuando un equipo finaliza un gran premio europeo el domingo, sus camiones llegan a la sede en la madrugada del martes siguiente, como muy tarde. En ese momento, todos sus operarios afrontan la compleja tarea de desmontaje, revisión, montaje y pintura de monoplazas que han de salir de nuevo hacia otro gran premio. ¿Se imaginan todo este proceso con Charlotte como base? Para cubrir este flanco y dar credibilidad a su proyecto, los responsables de USF1 han anunciado la posibilidad de utilizar una infraestructura que no está en Estados Unidos precisamente, sino en Miñano, Vitoria, sede de Epsilon Euskadi.

La visión de un pionero

Al frente se encuentra Joan Viladeprat, un verdadero pionero para este país en lo que se refiere a la competición y la ingeniería desde una vertiente empresarial. En la década de los ochenta y primeros noventa, cuando la Fórmula 1 en España era tan popular como la Copa América, Viladeprat triunfó profesionalmente en McLaren, Ferrari y Benetton. A su regreso, decidió crear un proyecto que aunara deporte, formación, innovación y desarrollo. Joan Viladeprat recuerda a ese joven estudiante de medicina que emigró de España para triunfar en el extranjero y, una vez consagrado, crea a su vuelta un institución para aplicar el “know-how” y su enorme experiencia en la lucha contra el cáncer.

¿Qué fue de aquella visión? En la actualidad se están completando en Miñano unas sofisticadas instalaciones de 17.000 metros cuadrados. Para referencia, las del equipo de Fernando Alonso cuentan con 12.000. En ellas, Epsilon Euskadi ha puesto en marcha el primer túnel de viento en España, de escala 1/5. Tiene previsto montar un simulador de suspensiones, y se está en camino de instalar una red de ordenadores entre las de mayor potencia de cálculo en España. Se espera que una plantilla de 300 personas, todas ellas altamente cualificadas, formen el conjunto humano de Epsilon Euskadi. En paralelo, Viladeprat creó un master de ingeniería internacional, ya en su quinto año, que sigue bombeando ingenieros de primera, algunos de los cuales ya han pasado por la Fórmula 1.

Los americanos sí, los españoles nada de nada

Y ya ven, los americanos están pensando en utilizar los servicios y la infraestructura de Epsilon Euskadi con la vista puesta en la Fórmula 1, pero Viladeprat no encontró el respaldo suficiente en España para un magnífico proyecto: las 24 Horas de Le Mans, con un coche íntegramente español. A base de aportaciones personales y créditos, Viladeprat eligió la famosa carrera francesa para “vender” el potencial de Epsilon Euskadi, con la ilusión y la esperanza de encontrar apoyos en nuestro país. Una experiencia que fue para él, “inolvidable”, pero también una “espina clavada”.

Epsilon Euskadi construyó un espectacular prototipo que corrió con dos unidades en Le Mans, una prueba durísima, de elevado nivel tecnológico y logístico. Audi domina en ella desde hace varios años, y Peugeot volverá intentar arrebatarle el cetro en la próxima edición. En este “jardín” se metió Epsilon Euskadi. Al final, sus prototipos corrieron sin el menor apoyo económico, totalmente vacíos de patrocinadores, pero con la bandera española en el lateral. Tenían que haber visto a los mecánicos e ingenieros del equipo luchando como posesos, durante toda la noche, para solucionar los problemas mecánicos y lograr terminar la carrera en su primera participación, todo un éxito para una montura nueva. Muchos, de pura rabia, no reprimieron las lágrimas al no poder resolverlos y tener que abandonar la prueba. Viladeprat quiere volver a Le Mans, pero “sin financiación, no podemos repetir lo del año pasado”.

En España estamos reconsiderando alternativas a un modelo económico en plena crisis. En momentos en los que se pide a gritos el desarrollo de sectores donde prime la innovación y la investigación, Epsilon Euskadi representa un ejemplo de aquello que este país necesita. Junto a su equipo, Viladeprat está creando un proyecto empresarial de alta tecnología también con capacidad técnica para ofrecer servicios a otros sectores, no solo relacionados con la competición.

Dada la reconversión económica hacia la que camina la Fórmula 1, en el futuro sería factible emprender un proyecto de capital español con Epsilon Euskadi. Puede que el equipo USF1 no llegue a ninguna parte. O puede que sí, y se apoye para ello en Epsilon Euskadi. Pero tendría narices y, perdonen la expresión, que Joan Viladeprat y su gente tengan capacidad para afrontar la Fórmula 1, “tenemos lo mejor para ello”, y ni siquiera puedan participar en las próximas 24 Horas de Le Mans, con los prototipos encerrados en el garage.

Y es que ya no se trata de carreras. Se trata de economía. ¿Saben cuántas empresas forman el McLaren Group, nacidas al calor de los éxitos del equipo de Fórmula 1?

Hoy se presenta a través de un canal de televisión un proyecto de nuevo equipo para el campeonato 2010 de Fórmula 1. El concepto “genuinamente americano” está en el ADN de la iniciativa, ya saben, aquello de “American Technology, American Drivers y American competitive spirit…” como proclaman los promotores de USF1. Con una magnífica utilización de los medios de comunicación, en el sentido más interesado de la palabra, y sin poner un duro hasta el momento, los responsables de USF1 están sondeando al personal para embarcar potenciales socios en la aventura. Que alguien pone el dinero, allá vamos. Que no, pues no pasa nada, Ken Anderson y Peter Windosor, sus promotores, se han hecho un poco más famosos.

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