Es noticia
La primera, en la frente
  1. Deportes
  2. Fórmula 1
Javier Rubio

Dentro del Paddock

Por

La primera, en la frente

La pregunta prioritaria que se hacen millones de aficionados españoles ante la nueva temporada es nítida: ¿podrá luchar Alonso por su tercer título con el R29?.

La pregunta prioritaria que se hacen millones de aficionados españoles ante la nueva temporada es nítida: ¿podrá luchar Alonso por su tercer título con el R29?. En principio, nada de lo visto en Australia permite contestar afirmativamente a la cuestión anterior. La novela que protagonizan Fernando Alonso y Renault en 2009 podría culminar en un final feliz, quién sabe, pero el primer capítulo ha resultado “decepcionante”. El adjetivo es de Briatore, aunque otro calificativo podría perfectamente sustituir al anterior: el debut del R29 fue preocupante.

 

Consideremos primero los atenuantes: era la carrera de apertura, en una pista con singulares condiciones de adherencia, a una hora inusual de celebración… El Gran Premio de Australia, siempre sui generis,  obliga a dejar en suspenso cualquier tipo de sentencia. Pero hubo primera pedrada, y fue en plena frente. Olvídense de unos puntos logrados que no hacen sino enmascarar la realidad. ¿Tiene Alonso material para ganar en 2009? La prudencia y el sentido común más elementales impiden sacar conclusiones con tan solo una carrera. Pero ojala no se proyecten en el futuro algunos indicios preocupantes que, por ahora, invitan a responder negativamente a la pregunta.

Ganar en Australia no resulta requisito imprescindible para lograr el título, faltaría más. Pero en los últimos cinco años todos los monoplazas triunfadores en Albert Park llevaron a sus pilotos a la victoria final. Contar con un coche competitivo en una pista tan singular como Albert Park representa un punto de partida favorable. Los R25 (con Fisichella) y R26 ganaron en los dos títulos de Alonso, como los Ferrari de 2004 y 2007, y Hamilton el pasado año. No fue el caso del R29 ayer.

 

Si Ferrari está lejos de Brawn….

Los mecánicos empujan el monoplaza de Felipe Massa.Para aspirar al título, un monoplaza ha de clasificarse regularmente en las tres primeras líneas de salida. Por detrás, los riesgos son muy elevados, como Alonso volvió a constatar. Para evitarlo hace falta un monoplaza rápido. Tampoco fue el caso del R29 en su debut.

“Por mi experiencia, cuando veo un coche que está un segundo por delante, mejorar un segundo de un  día para otro es muy difícil”. Son palabras  de Felipe Massa tras la carrera, anonadado ante el ritmo de los Brawn. Y si estas son las pesimistas sensaciones del piloto brasileño, cuyo F60 se mostró superior al R29 durante el fin de semana, ¿en qué nivel se encuentra el monoplaza de Alonso?

Pero quizás uno de los síntomas más preocupantes fueron las palabras de Alonso tras los entrenamientos cronometrados del sábado: “El coche, a la hora de conducirlo, no iba mal, me encontraba cómodo con él, sobre todo cuando quitamos la gasolina y con neumáticos nuevos se comportaba mucho mejor. Cuando paraba en el box, me preguntaban qué tal iba o qué cosas había que cambiar, y las dos últimas veces que paré sólo dije que me pusieran otros neumáticos. No quería cambiar nada en el coche radicalmente, porque estaba bastante contento”. ¿Se sentía “cómodo”, “sin gasolina y neumáticos nuevos”? ¿No quiso “tocar el coche”? ¿Estaba “contento”? ¿Y terminó duodécimo en la parrilla?

Fernando Alonso se distingue por su permanente insatisfacción con el material. Pregunten al respecto en McLaren. Por ello, resulta desconcertante tales declaraciones ante semejantes resultados.  Una situación semejante podría ser síntoma de que la naturaleza básica de un monoplaza esté equilibrada, balanced, que proporcione confianza al piloto pero que, simple y llanamente, no resulte lo suficientemente  rápido.  El piloto se ha tirado 'a cuchillo', y termina con la sensación de haber logrado una gran vuelta. Pero su tiempo queda lejos de sus expectativas y, sobre todo, de los rivales de cabeza. Pascal Vasselon, uno de los responsables técnicos de Toyota, al comparar  el actual monoplaza con el del pasado año, reconocía que  el TF.108 era un monoplaza   equilibrado, no rompió un solo motor, pero… ¿le ocurrirá igual al R29 esta temporada, y las palabras de Alonso puedan estar anticipando semejante hipótesis?

Ya se oye el estruendo de la respuesta: “¡Es solo la primera carrera..!”. El partido acaba de empezar y queda margen de maniobra. Ojala, porque el 'chorreo' de Timo Glock  al español  fue espectacular. Alonso viste fama de piloto duro y agresivo (aunque limpio, como demostró una vez  más al dejar  sitio a Glock en una delicada maniobra), y sin embargo fue arrasado por Glock, que le 'metió el cuerno' en paralelo durante tres curvas, ante la impotencia del español.  Alonso , antes de empezar el campeonato, se mostró satisfecho de su motivación y nivel de forma (“me pongo un diez”), pero ¿es este un monoplaza para ganar un campeonato del mundo?

Según Alonso, el asfalto bacheado y el viento de Australia jugaron en su contra. La próxima cita en Malasia podría cambiar radicalmente el panorama. Como mínimo, serán necesarias tres o cuatro carreras para perfilar el nivel del R29. Ojala la primera cita de la temporada se recuerde como una simple pedrada, y la herida tenga cura. Pero, de momento, duele.

La pregunta prioritaria que se hacen millones de aficionados españoles ante la nueva temporada es nítida: ¿podrá luchar Alonso por su tercer título con el R29?. En principio, nada de lo visto en Australia permite contestar afirmativamente a la cuestión anterior. La novela que protagonizan Fernando Alonso y Renault en 2009 podría culminar en un final feliz, quién sabe, pero el primer capítulo ha resultado “decepcionante”. El adjetivo es de Briatore, aunque otro calificativo podría perfectamente sustituir al anterior: el debut del R29 fue preocupante.

Fernando Alonso