Es noticia
Marc Gené, de la Auditoría al triunfo en las 24 horas de Le Mans
  1. Deportes
  2. Fórmula 1
Javier Rubio

Dentro del Paddock

Por

Marc Gené, de la Auditoría al triunfo en las 24 horas de Le Mans

Hace algunos años se sentaba en su despacho de auditor en Price Waterhouse Coopers.  El domingo estaba de pie sobre su Peugeot 908, protagonizando una imagen

Hace algunos años se sentaba en su despacho de auditor en Price Waterhouse Coopers.  El domingo estaba de pie sobre su Peugeot 908, protagonizando una imagen realmente impresionante. Con los brazos en alto, en medio de una enorme marea de público, Marc Gené celebraba la victoria en las 24 Horas de Le Mans. Como primer piloto español en conseguirlo ha cosechado  uno de los más importantes éxitos de nuestro deporte en estos últimos tiempos.

 

Y aquí, en España, la mayoría de los medios de comunicación, a por uvas. Poco más o menos, lo mismo que la Fórmula 1 en España antes del triunfo de Fernando Alonso en Hungría, en 2003. Si el éxito de Gasol en la NBA es único, el Gené en Le Mans, también. Lo diferente fue el tratamiento ofrecido por los medios de comunicación españoles. Lo triste es que no se trata de pereza informativa, sino de pura y simple ignorancia. Eso sí, el triunfo de un tenista inglés en Queens o de un golfista americano en su país se llevaban más espacio que el éxito de un español en Le Mans.

Ganar esta carrera no está al alcance de cualquiera. La primera edición de Le Mans fue en 1923. La de este año fue la edición número setenta y siete. Hasta el domingo. Cerca de ocho mil pilotos han participado en la historia de esta mítica carrera, en la que solo han ganado cuatro campeones del mundo de Fórmula 1. Ningún español había logrado la victoria absoluta hasta el domingo.

Es “la madre de todas las carreras”. En esta prueba se derrota a los rivales, pero siempre después de salvar los obstáculos de la prueba en sí misma. Representa un desafío logístico increíble. Es de una enorme dureza para hombres y máquinas. Rodar rápido en Le Mans, una pista “big balls”, no está al alcance de cualquiera. Y  formar parte de un equipo oficial, como Marc Gené, tampoco. Jacques Villeneuve, campeón del mundo de 1997 y compañero del piloto español, fue apeado del equipo para la presente edición. No era lo suficientemente rápido en las condiciones cambiantes de Le Mans.

Un caso único

El propio Campos, mientras veía rodar a Gené en cabeza de las 24 Horas, recordaba los momentos en los que su carrera deportiva estuvo a punto de naufragar: “le saqué a Marc del despacho de la auditoria, cuando no tenía nada, mira ahora…”. Aquel fue un momento crucial en la vida de Gené, porque en 1998  se vio obligado a dejar la competición para concentrarse en su carrera profesional. Porque Gené es un caso único. Estudió Económicas en Gran Bretaña, con un gran expediente. Su título  universitario lo recibió de manos de Margaret Thatcher. Habla cinco idiomas.  Está suscrito habitualmente a "The Economist", "Newsweek", "Business week" y otras publicaciones del género. Disfruta con las biografías de Henry Kissinger o Winston Churchill.  Muchos pilotos abandonaron sus estudios para dedicarse en cuerpo y alma a un deporte que exigen total concentración de energías. Gené alternó ambos.

Si algo le ha distinguido ha sido su perseverancia, ya que forjó su carrera en unos años en los que el automovilismo era un deporte marginal en España. Aún recuerdo a aquel joven estudiante que siempre encontraba la manera de colarse en el paddock del Gran Premio de Gran Bretaña para contarnos a los periodistas de la Fórmula 1 sus planes. Por arte de magia, sin saber cómo, Marc siempre encontraba un apoyo para seguir corriendo. Y lo hacía todo él, siempre solo, sin la figura protectora de un manager.

Fue subcampeón del mundo de Fórmula Ford, corrió en la Fórmula 3, fue campeón de la Superfórmula… Tras años de sacrificio, de sacar dinero debajo de las piedras, su carrera deportiva tocó techo. Sufrió un grave accidente en la Fórmula 3000 de 1997. Agotó todos sus recursos y, a pesar de su capacidad de lucha, decidió desarrollar la carrera para la que se había preparado al margen de los circuitos.

Del despacho a la Fórmula 1, en un año

Entonces apareció Adrián Campos. En 1998 se fundó el Open Nissan. El ganador del mismo tendría la oportunidad de probar el Minardi de Fórmula 1. Campos llamó a Marc para su nuevo equipo, y dejó Price Waterhouse. Marc ganó el campeonato y en 1999 dio el salto a la Fórmula 1 apoyado por Telefónica. Al retirarse esta, Gené se quedó sin volante, al igual que Pedro Martínez de la Rosa con la retirada de Repsol. Ambos acabaron como pilotos de pruebas al no contar con patrocinadores para mantenerse como  titulares. Primero fue en Williams, luego Michael Schumacher apoyó su entrada en Ferrari. Incluso Jean Todt le permitió, en un gesto inusual, compatibilizar su trabajo en Ferrari con su participación en el proyecto de Le Mans.

El pasado año, en las 24 Horas, sufrió un monumental accidente en los entrenamientos. Fue capaz de recuperarse psicológicamente, pero se le escapó por problemas mecánicos la victoria. Confesó haber llorado por la decepción, todavía al volante, cuando estaba a punto de terminar la carrera. El domingo tampoco pudo reprimir las lágrimas en la última vuelta, esta vez por la emoción del triunfo. Tuvo el privilegio, además, de entrar en la meta al volante del 908, escoltado por los otros dos Peugeot y por todos los supervivientes de las 24 Horas.

Marc Gené ha cosechado el justo premio a una vida deportiva marcada por la perseverancia y la confianza en sí mismo. Ahora  está en la lista de Adrián Campos para formar parte de su nuevo equipo de Fórmula 1. Joan Villadelprat, que todavía aspira a poder entrar en ella, también querría contar con él: “en mi equipo ideal, estarían Marc Gené y Pedro Martínez de la Rosa”, nos comentaba la semana pasada. Eso sí, muchos de los que  han ignorado su victoria en Le Mans, beberán los vientos por él si vuelve a la Fórmula 1.

Hace algunos años se sentaba en su despacho de auditor en Price Waterhouse Coopers.  El domingo estaba de pie sobre su Peugeot 908, protagonizando una imagen realmente impresionante. Con los brazos en alto, en medio de una enorme marea de público, Marc Gené celebraba la victoria en las 24 Horas de Le Mans. Como primer piloto español en conseguirlo ha cosechado  uno de los más importantes éxitos de nuestro deporte en estos últimos tiempos.