Cuando el sexo era seguro y las carreras, peligrosas

“Era una época en la que el sexo era seguro, y las carreras peligrosas. Ahora es al contrario”. La genial sentencia del piloto alemán Hans Stuck ilustra magistralmente la evolución de la competición en las últimas décadas en la Fórmula 1, por la que circuitos como el antiguo Nurburgring pasaron a la historia. Cuando los pilotos vuelvan el próximo domingo a su versión moderna, lo harán una vez más bajo el espíritu cercano del “Infierno Verde”, escenario durante muchos años del Gran Premio de Alemania y próxima parada del 'Gran Circo' en su versión moderna.

“Balls meter wide”

“Tenías que tener balls a meter wide para pilotar en esta pista en mi época”. Quien tan contundentemente se expresaba no era otro que Niki Lauda, quien estuvo a punto de perder la vida en Nurburgring, en 1975. Incluso para los muy inferiores niveles de seguridad de la época, el antiguo Nurburgring era una locura. Desde el accidente del piloto austríaco, nunca más volvió la Fórmula 1 a competir en este trazado.

El “Nordschleife”, como también se le conoce, fue construido en 1927, y ha contado con varias figuraciones. La actual supera ligeramente los veinte kilómetros. Es una pista espeluznante, majestuosa, única. Que tantos y tantos pilotos hayan osado correr a bordo de un Fórmula 1 en esta pista nos retrotrae a una época en la que no quedaba más remedio que darle la razón a Stuck. Al menos, en el aspecto de la competición. Karl King, antiguo piloto alemán de Fórmula 1 en los cincuenta, dijo una vez de esta pista: “Cada mañana, antes de ir a correr, miraba a la habitación al marcharme, y me preguntaba si la vería de nuevo”. Hemos escuchado a algunos famosos toreros frases semejantes.

La naturaleza de este trazado sacaba lo mejor de los mejores. Por ejemplo, Jackie Stewart ganó aquí en 1968 con una mano escayolada, entre la niebla, con cuatro minutos de ventaja sobre el segundo clasificado. Pero quizás uno de los mayores monumentos del automovilismo fue levantado en el “Nordschleife” por Juan Manuel Fangio, en 1957. Tras perder más de un minuto en una parada en boxes y ser adelantado por Mike Hawthorn y Peter Collins, remontó desesperadamente hasta superar a ambos a falta de una vuelta. Así recordaba aquella carrera y la pista de Nurburgring muchos años después: “Llegué a batir mi récord de vuelta en 24 segundos (han leído bien), y aún hoy en día siento miedo cuando pienso en aquella carrera. Nunca piloté así antes, y nunca más lo hice así después. Nurburgring siempre fue mi pista favorita, y creo que aquel día la conquisté. Otro día diferente, podría haberme conquistado a mí…”.

Carlos Sainz: “Es un circuito único”

“Tienes que aprender a respetar el “Infierno Verde”, de lo contrario, el circuito te enseñará a su manera cómo hacerlo”. Esta frase no la pronunció ningún piloto de Fórmula 1, sino Carlos Sainz antes de afrontar las dos últimas ediciones de las 24 Horas de Nurburgring a bordo de un Volkswagen Scirocco. En una de ellas, acompañado precisamente de un ya veterano Hans Stuck.

“Yo calificaría el circuito antiguo de único”, explica Sainz a El Confidencial, “porque con solo dar una vuelta te das cuenta lo que difícil que es, porque parece más un tramo de rallie que un circuito. Es tremendamente variado, muy rápido, con muchas subidas y bajadas, mucho cambio de ritmo y curva rápida, curvas casi todas diferentes, y muy difícil de memorizar”.

Después de conocerlo, Sainz es consciente ahora de lo que suponía rodar a bordo de monoplazas muy diferentes a aquellos que salvaron la vida de Robert Kubica en Canadá, por ejemplo: “en un coche rápido, es muy serio, no es un circuito para poder jugar, es muy peligroso, no hay margen para el error porque no tiene escapatorias. ¿Ir en un Fórmula 1...? Puff…, bueno, me imagino que no lo pasarían nada bien y por eso se dejó de utilizar después del accidente de Lauda. Desde luego, con buen criterio se dejó de autorizar en Fórmula 1…”.

Niki Lauda: “Yo estaba loco”

En el año de su accidente, Lauda logró la pole con un tiempo de 6 minutos y 58 segundos, la única vez que se bajó de los siete minutos en el trazado clásico de 22.8 kilómetros. “Cuando logré aquella vuelta”, recuerda, “estaba loco. No tenía miedo de morir, así de simple. No lo volvería a hacer”. De hecho, Lauda no murió el día de la carrera porque los pilotos, Arturo Merzario, Guy Edwards, Bret Lunger y Harald Ertl le sacaron de entre las llamas. ¿Un Fórmula 1 moderno en esta pista?”, le preguntaban a Niki Lauda, “pídeles que pasen por el Karussell a fondo, y apuesto a que el coche se deshace…”.

Ningún piloto de Fórmula 1 actual ha rodado en esta increíble pista salvo el alemán Nick Heidfeld. Hace dos años, BMW decidió llevar a cabo una “prudente” demostración. “Es la mejor pista del mundo”, declaró entusiasmado el alemán tras solo tres vueltas. Ahora estoy celoso de los pilotos de los setenta. Debía haber sido fantástico. Si, era más peligroso, pero creo que cualquier piloto de Fórmula 1 de hoy se hubiera atrevido. Me acordaré de este día el resto de mi vida…”.

Al resto de los mortales nos queda la opción de la Playstation, o de revivir el “Infierno Verde” de la mano de Nick Heidfeld a bordo de su Fórmula 1. ¡Ah!, y también nos queda la del sexo pero, ya saben, con cuidado…