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Javier Rubio

Dentro del Paddock

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Cómo Alonso cambió la mirada durante el Gran Premio de España

Quien asistiera a la rueda de prensa del pasado jueves pudo observar a un Fernando Alonso muy diferente al piloto que ayer culminó un brillante segundo

Foto: Cómo Alonso cambió la mirada durante el Gran Premio de España
Cómo Alonso cambió la mirada durante el Gran Premio de España

Quien asistiera a la rueda de prensa del pasado jueves pudo observar a un Fernando Alonso muy diferente al piloto que ayer culminó un brillante segundo puesto en el Gran Premio de España. A veces, en el sofisticado y complejo mundo de la competición, una mirada también vale más que mil palabras.

El mismo día varios periodistas entrevistábamos a Lewis Hamilton. Cuando la conversación derivó hacia al estilo de conducción que imponen  los neumáticos actuales en carrera, le preguntamos al británico, “con la filosofía de ataque con la que siempre has encarado la competición ¿te divierte ahora la Fórmula 1? De repente, Hamilton se impulsó hacia delante, sus ojos se abrieron como platos y su sonrisa de oreja a oreja para exclamar con énfasis casi infantil: “¡A mí, lo que me gustan son los entrenamientos, donde puedo darlo todo…!” Ojalá hubieran visto la escena. Su lenguaje corporal cambió en un instante. El de Fernando Alonso, a lo largo del fin de semana.

Tres veces la misma pregunta

En la rueda de prensa del jueves, el piloto español  apareció con gesto duro, seco, concentrado, la mirada parecía estar focalizada en otra parte. Estaba tenso. Sabía lo mucho que él y Ferrari se jugaban este fin de semana. Sus respuestas eran tajantes. Incluso, sin dejar de terminar la pregunta a un veterano periodista brasileño. El español ya sabía por dónde iban los tiros.

- “Fernando, tienes un coche muy diferente para esta carrera, supongamos que el coche no corresponde a..”

- “Veremos, veremos”, interrumpe Alonso, con el mismo estilo de toda la rueda de prensa, “tenemos partes nuevas, aunque todo el mundo las tiene. Pero, porque es Ferrari, hay muchas expectativas en cada carrera a la que vamos. Parece que solo es Ferrari el que trae piezas nuevas. Tenemos una evolución, creemos, sobre lo que tuvimos en Bahrein, pero sabemos que este no es el último paso que tenemos que dar, hay que mejorar la posición de clasificación y el ritmo de carrera…”

- “Pero, para terminar la cuestión….”, vuelve a intentarlo el periodista, “si el coche no corresponde a…”

- “Te contesto el domingo”, Alonso interrumpió de nuevo. El periodista tuvo que intentarlo una tercera vez.

Cada día, una respuesta

“Si entramos en el Q3 con más tranquilidad que en carreras anteriores será una buena señal, si llegamos con muchos problemas o no entramos, estaremos en la misma situación de antes”, declaraba Alonso ante la confusa jornada del viernes. Segundo puesto de parrilla el sábado. Al día siguiente, solo fue superado por un inesperado Williams que no será rival para el campeonato. “Este segundo puesto sabe como una victoria. Tras acabar a un minuto del ganador en Sakhir, hoy doblamos a uno de los Red Bulls y luchamos por la victoria hasta el final".

Y es que el Gran Premio de España parece haber abierto un panorama más optimista para Ferrari. Sobre todo, por una cuestión de fondo. Los técnicos de la Scuderia parecen estar logrando una mayor correlación de datos entre simulaciones y asfalto, entre la teoría y la práctica, con lo que ello supone para el desarrollo de las diferentes soluciones que el equipo italiano prepara para las próximas carreras. Quizás, a partir de ahora, Ferrari dé menos palos de ciego y pueda encauzar la carrera de la evolución técnica que cada temporada corre en paralelo con los monoplazas sobre el asfalto.

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Una cosecha espectacular

Al término de la prueba Alonso volvió a ofrecer otra de las claves del presente campeonato: “la consistencia y el desarrollo continuo será importantes este año, porque dos décimas pueden suponer seis o siete posiciones en una parrilla este año”. Fue el caso de Montmeló.  “Es el comienzo más difícil de estos tres años, con un coche que no era competitivo en absoluto hemos terminado el primer cuarto del campeonato como líderes, empatados con Vettel, tenemos que estar muy, muy orgullosos” reconocía al final de la carrera. 

Con el quinto monoplaza de la parrilla hasta Bahrein, objetivamente, la cosecha no puede ser más espectacular. Y si con el lastre técnico del comienzo de temporada Alonso ha logrado la primera posición en cinco carreras  ¿Qué podría ocurrir con un equipo más centrado técnicamente? En este contexto, el progreso de Ferrari en Montmeló y el plan de trabajo que solo Alonso y la Scuderia conocen quizás permitan soñar con más optimismo a partir de ahora.

El segundo no fue el primero de los que pierden

Habría supuesto un regalo inolvidable vivir en Montmeló la primera victoria de un español con Ferrari en un Gran Premio de España. Estuvo muy cerca. Sin embargo, Alonso no delataba decepción alguna, al contrario, y lo reflejó durante la rueda de prensa  posterior a la carrera. Su mirada había cambiado. Era viva, limpia, con una chispa de alegría y, sobre todo, tan lejana a la de aquel pasado jueves. Entonces,vimos a un piloto tenso y con grandes interrogantes. El domingo, Fernando era un piloto feliz, y con respuestas.

“Te contesto el domingo...”. En más de una ocasión, el piloto español ha rechazado el uso de su lenguaje corporal para intentar interpretar la realidad que le rodea.A pesar de ello, y tirando de intuición, nos arriesgaríamos a aventurar que Fernando Alonso exteriorizaba con su mirada una íntima esperanza: la de que esta temporada será posible luchar por su tercer campeonato del mundo.

Quien asistiera a la rueda de prensa del pasado jueves pudo observar a un Fernando Alonso muy diferente al piloto que ayer culminó un brillante segundo puesto en el Gran Premio de España. A veces, en el sofisticado y complejo mundo de la competición, una mirada también vale más que mil palabras.

Fernando Alonso