Por qué a Fernando Alonso y Lewis Hamilton todavía les separa un abismo

“Estuviste a punto de tocarme y daba la casualidad que yo era el j… líder. ¡Era el j… líder…!”. Tras el Gran Premio de Japón de 1993, Ayrton Senna gritaba a un debutante Eddie Irvine, que había osado desdoblarse del brasileño durante la carrera. Pero, ante numerosos testigos,  el norirlandés se enfrentó al brasileño en el motorhome del equipo Jordan.“Te veré ahí fuera…”. Tras una tensa discusión, la actitud de un displicente Irvine enfureció más si cabe a Senna, quien finalmente terminó golpeando con su mano izquierda al norirlandés. “Tienes que aprender a respetar donde te equivocas…”, le espetó mientras se marchaba.

Así trataba el brasileño maniobras que no son frecuentes en la Fórmula 1, por lo que resultaba inevitable recordar aquel episodio de Suzuka ante la actuación de Lewis Hamilton en Alemania, que quizás sirve para ilustrar cómo en la diferencia de talento, pero también de experiencia y madurez, reside la clave por la cual Fernando Alonso lidera el actual campeonato.

De la retirada a desdoblarse

Aunque para Alonso Hamilton sea el piloto más respetado de sus rivales, celebrando  el británico su centenario en la Fórmula 1 nos visualizó de nuevo el gran trecho que separa su inconmensurable talento de su gestión mental de las carreras. Así, quien incomprensiblemente pedía retirarse en la segunda vuelta por un pinchazo, luego se peleaba con los líderes de la prueba a pesar de rodar doblado. “Fue una estupidez”, lamentaba Vettel, "si quería ir rápido, debería haberse dejado caer y abrir un hueco. Si no tienes opciones de ganar, deberías respetarlo y utilizar el sentido común. No esperaba que me atacara, porque no veía el sentido en ello”.

Entusiasmado con un coche muy veloz, Hamilton parecía ayer un niño entre adultos. Evidentemente, Alonso no desaprovechó tales fuegos de artificio para su propia fiesta. “Estábamos acercándonos a la parada y Hamilton detrás significaba tener a Vettel a dos segundos y medio, lo que era muy bueno, así que intenté mantenerle detrás”. Gran "inteligencia" –etiqueta de las carreras al margen- la de ayudar al líder del Mundial cuando tú estás doblado. Como en Silverstone, donde Hamilton se resistía para la galería local frente a un Alonso en diferente estrategia y gomas nuevas, con ese ego primario que derrochan algunos carreristas de fin de semana.

El "Samurai" confirmó por qué está en su "mejor momento"

En el otro lado del cuadrilátero se encuentran un piloto sin fisuras y un equipo de músculo fortalecido y caliente. “El diccionario está empezando a agotar los superlativos para describir el rendimiento de Alonso esta temporada”, empezaba apuntando ayer Ferrari en su página oficial.  Ante la evidencia, a los rivales no les queda más remedio que repartir incienso. "Está en un momento dulce", reconocía Christian Horner tras la prueba. "Fernando está haciendo un gran trabajo, y también Ferrari, son difíciles de batir, pero es posible hacerlo..." admitía Martin Whitmarsh al término de la prueba. 

Ante el acoso de dos monoplazas más rápidos en diferentes momentos de la prueba, su gestión de una carrera tan dura certificó de nuevo  ese "mi mejor momento de forma" al que aludía esta semana. Bajo enorme presión, "en 67 vueltas de entrenamientos" como definió Domenicali la prueba, se mostró magistral al utilizar ese “medio cerebro en el volante, y el otro medio en la carrera”, al que se refiere Ross Brawn para  destacar a los grandes. "Quizás no éramos los más rápidos en seco”, reconocía Alonso, “pero éramos bastante competitivos, suficiente para mantener la cabeza”. Tras tantos años en la Fórmula 1, Alonso sigue compitiendo con el mismo espíritu del samurai que se ha tatuado a la espalda. Quizás no sea casualidad que lo haya hecho este mismo año.

El tiqui-taca de Alonso y Ferrari

Pero la victoria en Alemania fue también un extraordinario trabajo de equipo. Porque si el piloto estuvo sublime, Ferrari  le secundó en los momentos clave. Para empezar, con su llamada a boxes en los momentos finales del Q3, con la que el equipo italiano robó la cartera a Red Bull. Con gomas nuevas en los compases finales, Alonso marcó el primer gol del partido en un gran tiqui-taca de equipo y piloto.

Una ventaja clave, como se comprobó en la prueba, que Ferrari también ayudó a defender durante el resto del encuentro. “Hubo también buenas decisiones del equipo en la estrategia, cuando Jenson paró teníamos que reaccionar”, reconoció Alonso al final de la prueba. Lo hicieron, como también  acertaron al anticipar la primera parada en boxes respecto Vettel. Por no olvidar el fulgurante trabajo de los mecánicos en los cambios de neumáticos, donde el equipo italiano lleva la mejor media por parada de la temporada.

Definitivamente, Ferrari ha dado la vuelta a la tortilla

El ecuador del actual campeonato también pone en evidencia el impresionante trabajo de un equipo sometido a enorme presión y seriamente cuestionado en marzo. “Cuando comenzamos en Jerez, estábamos a dos segundos. En Australia, a 1,6 en el Q2. Ahora estamos muy contentos con los puntos que tenemos” recordó Alonso ayer ¿Treinta y cuatro de ventaja, frente a aquellos desconcertantes días de Jérez?  

“Creo que, por el momento, el coche parece ir bien en todas las áreas, no hay puntos débiles como al principio de la temporada, cuando sufríamos con la tracción y la velocidad punta. Ahora estamos bien en esto. ¿Hungría? No veo ningún problema con el coche y deberíamos ser competitivos allí", reconocía ayer. Quién hubiera anticipado este panorama en abril.

En semejante contexto, una pregunta queda flotando en el aire: ¿tiene Lewis Hamilton calibre para jugar en McLaren un papel como el que está protagonizado Fernando Alonso en Ferrari?