Con este golpe de pedal, Alonso hacia el título

“Año 2006, llegamos líderes a Monza, coche roto en q3, sanción, salgo el 10, abandono en la 1a chicane, motor roto, me lleva un comisario en moto al paddock. Fuimos campeones...;)
”

“Año 2012, llegamos líderes a Monza, coche roto en q3, salgo el 10, el viernes rompo motor en la 1a chicane, me lleva el mismo comisario al paddock. Ojalá sea un buen año al final..;)))!”

Tras la fallida última sesión cronometrada del sábado, Fernando Alonso volvía a hacer gala en Twitter de su personalidad inasequible al desaliento y la frustración. Y si fuera cierto aquello de que la realidad es la materialización de la mente, en la de Alonso late una confianza de titanio que se está plasmando una y otra vez en el asfalto, un componente subjetivo que está contribuyendo a desnivelar la balanza del título a su favor. En Monza se vivió un nuevo ejemplo de ello.

Una carrera que se podía haber ganado

"Creo que Ferrari era tan rápido como nosotros este fin de semana", reconocía Hamilton al final de la prueba "si Fernando hubiera tenido unos mejores entrenamientos, estoy seguro de que hubiera estado conmigo y me hubiera hecho la carrera un poco más dura". Aunque Alonso y Massa lograron un gran resultado el domingo, dejó cierto poso agridulce. 

Porque, no nos engañemos, la de ayer fue una carrera que Ferrari podía –y debía- haber ganado si nos atenemos a las palabras del español tanto el sábado (“esta era la pole más fácil de toda la temporada”) como al ritmo del F2012 (“la máquina más rápida del fin de semana”) que volvía a recordar en el podio. Pero no ha sido esta la primera vez en 2012 que un equipo con el monoplaza más veloz se ha quedado sin victoria. Hamilton y Vettel saben también de ello.

Las simulaciones, fuera del podio

Esta temporada, Alonso nos ha acostumbrado a resultados que no estaban en el corazón del F2012. En Monza, ocurrió lo contrario. Esta vez, el español pudo amortiguar el golpe y la decepción del sábado. "Todas las simulaciones y predicciones nos decían que nunca terminaríamos en el podio”, declaraba Alonso tras la carrera. No es de extrañar que a la postre calificara el resultado de "perfecto" el domingo. Sobre todo, si recordamos el riesgo corrido en el adelantamiento a Vettel, por la hierba y a más de 300km/h.

Así, de haberse confirmado el panorama que Alonso anticipó el sábado ("en una carrera normal, noveno u octavo”), hubiera supuesto un golpe duro para el campeonato. Al final, no fue solo un gran resultado deportivo. Moralmente, salvó el honor de la Scuderia ante un Checo Pérez -y su motor Ferrari- en el segundo puesto. Y, de propina, igualaba a Senna en número de podios. Pero, ¿qué pensará verdaderamente en su fuero interno con el monoplaza que tenía entre manos en Monza?

'El factor Alonso'

En todo caso, el piloto español volvió a confirmar en Italia cómo su aportación personal que está marcando la diferencia con esa mezcla de gen ganador innato, experiencia profesional y madurez personal. Es el 'factor Alonso', que parece estar jugando un papel adicional esta temporada junto a la diferente competitividad de los monoplazas. 

“Hablamos de algo que la mayoría de los humanos no pueden entender”, explicaba recientemente Stefano Domenicali a la revista F1 Racing, “cuando estás en un par de décimas de segundo, cada vuelta, cada carrera, cada año, y mantienes ese nivel de consistencia, significa que tienes una gran capacidad para maximizar tu concentración y rendimiento al nivel más elevado. Esta es la característica más increíble que he visto”. Domenicali define perfectamente la dimensión de Alonso que marca diferencias y que, tras la evolución de McLaren en estas últimas carreras, se antoja más vital si cabe en lo que resta de campeonato. Al menos, volvió a estar presente en Monza.

El diablo y el ángel

“Tenía un diablo que me animaba a saltar, y al otro lado un ángel que me decía que guardara fuerzas”, reconocía Alberto Contador tras su épica etapa en Fuente De, en la Vuelta. Como su amigo, Fernando Alonso lleva haciendo caso al diablo toda la temporada. Y mientras sus rivales ruedan agolpados en los diez puntos de diferencia que separan a Hamilton, Raikkonen, Vettel y Webber, Alonso cuenta casi con la misma ventaja (37) que en la pausa veraniega (40). Ahora, con dos carreras menos.

La meta del tercer título sigue todavía lejos pero, también un poco más cerca de mantener ese golpe de pedal, ese 'factor Alonso'. Y es que, como en aquel 2006 que nos recordaba en su ‘tuit’, como en el título del año anterior, Fernando Alonso nunca fue alcanzado cuando ha marchado escapado del pelotón.

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