¿Hubo alguien que no se alegró de lo que Kvyat hizo con Verstappen?

Cómo cambia la vida en la Fórmula 1 en solo un año. En 2015, Daniil Kvyat lideró con un Red Bull la segunda sesión libre del GP de Singapur. Un año después luchaba en la misma pista por su supervivencia a bordo de un Toro Rosso. ¿Se salvará el rusode lasuerte que deparaRed Bull a los condenados deportivamente? ¿Ayudará Carlos Sainz a mantener sucontinuidad en la F1?

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Paradójicamente, Kvyat vivió su mejor momento desde abrilmientras marcabael territorioa quien le había sustituido, Max Verstappen.Pero, simultáneamente, el piloto ruso se enfrentaba a un dilema: pensar en Red Bull, o en sí mismo.¿Dejas fluir tuinstinto de piloto, o calibras los intereses y la situación mientras luchas en un bacheado circuito urbano con un bicho de 900 cv bajo un calor sofocante?Nadie garantiza que no pueda cometerse un error en medio de la pelea. Las consecuencias vienen después.

El dilema de Kvyat

Si se le ordenaba dejar pasar a Verstappen, lahumillación deportivahubiera sido letal. No hubo instrucciones, afortunadamente. Si el holandés le hubiera pasado fácilmente, habría aparecido como un corderro derrotado. Pero si al defenderse con tanto denuedo se hubiera producidounincidente en perjuicio de ambos equipos, habríafirmado su sentencia de muerte en Red Bull.Si Marko ya lo ha hecho, el ruso hubiera puesto su cabeza en bandeja de plata de haberla pifiado con Verstappen. Como en Sochi.

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La vida interior de Red Bull viene marcada por personalidades duras y exigentes. En concreto, la de Helmut Marko. Que le pregunten a Webber.Seguro quealguno recordaría aquella famosa bronca que aquelechó a Jaime Alguersuaricuandono dejó pasar a Vettel en una sesión de entrenamientos,a pesar de queel piloto catalándefendía sus propias intereses.Hablando de intereses, recordemos la actuación de Nelson Piquet en esta misma pista en 2008 para que el equipo le renovara su contrato. Que fue renovado.

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“¿No ha sido suficiente? ¿Qué coño está pasado?”

Elpiloto ruso resolvió tan delicado momento con brillantez y dignidad. Tanta comoen aquella rueda de prensa del Gran Premio de España, justo después de ser apartado del equipo principal. Terminó en ambas situaciones con la cabeza alta. Ojalá el duelo con el holandéshaya cargado la batería de su moralcomo el ERS de su monoplaza. Podría ayudarle mucho lo vivido en Marina Bay.

Kvyat es un ejemplo de la despiadada filosofía Red Bull yde la volatilidad de la Fórmula 1. Del título de GP3 directamente a Toro Rosso. En dos años, piloto de Red Bull. En Chinase subió al podio… para serapeado del primer equipo tras sus incidentes de Sochi.Con solo veintidós años, suvidapersonal y deportiva le han formado en la resiliencia. Su fortaleza mental ha sido uno de sus mejores rasgosa lo largo de estos años.Por ello, resultaba descorazonador escucharaquel desconsolado.“¿No ha sido suficiente? ¿Qué coño está pasado?”del pasado Hockenheim, cuando le comunicaban por la radioque Sainz había pasado al Q2 y él había sido eliminado.

En un mundo donde mostrar cualquier signo de debilidad es letal,Kvayt se derrumbótotalmente ante las cámaras de 'Sky' en Hockenheim,abriéndose en canal con una sinceridad desarmante e inusual. El sentimiento de empatía hacia su persona fue general. Al llegar al descanso veraniego, Kvyat era un ser humano destruido psicológicay perdido técnicamente al volante. Tampoco resultabafácil pasar del increíble chasis del Red Bull al STR11…

Un buen chute de confianza

Un equipo maneja muchos datos y variables para juzgar a un piloto. El duelo con Verstappen del pasado domingo no definirásu continuidad. Pero nos permitió ver a un piloto en forma y control de sí mismo. Quizás esedueloante millones de espectadores de todo el mundosuponga un buen chute de confianza para el resto de la temporada.

De momento, Kvyat estaríacondenadoconla jurisprudencia vigentede Red Bull, según la cual la suerte de un piloto está echadacuando no es“materialVettel/Ricciardo”. Pero ¿Cabríatambién la inédita posibilidad para los cánones deRed Bull de que se busque su recuperaciónpara seguir la próxima temporada en Toro Rosso?

"La gente cree que es fácil batir a Kvyat"

Porque quizásRed Bull le necesite en 2017 ¿Y si finalmente Renault fichara a Sainz, con el beneplácitodel fabricante de bebidas?Un Kvyat de confianza recuperada y más sólido tras estadura experiencia psicológicapuede resultar vital parael equipo italiano. Pierre Gasly sería su compañero,aún novato. La marcha de Vettel a Ferrari abrió la puerta de Red Bull a Kvyat, y por ende, a Sainz en Toro Rosso. Podría ser queahora ocurriera lo contrario.

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Daniil Kvyat es universalmente querido en la Fórmula 1.Si supera la actual experiencia puede elevarse a otro nivel como piloto. Carlos Sainzacertó en Marina Bay cuando a lavez que daba mérito a surendimientopersonal en relación al ruso, también ponía en valor eltalento de este. "Me sigue pareciendo que la gente cree que es fácil batir a tu compañero,sobre todo si se llama Kvyat.Se toma como obligación que tenga que ganarle, peroes un piloto muy bueno, que ha conseguido un podio este año”.

Veremos qué depara el futuro a Daniil Kvyat. De momento, queda una certeza: se contarían con los dedos de una manoquienesno disfrutaron conel duelo conMax Verstappen en Marina Bay.