En coche desde Asturias a Toulouse para no poder entrar a la fan zone más breve

La UEFA le ofreció a la Selección y a los otros 23 equipos participantes en la Eurocopa 69 lugares para elegir dónde establecer su campo base. España escogió uno de los más tranquilos, en la Isla de Ré, con una pequeña deficiencia: solo está cerca de una de las tres sedes donde tiene que disputar partidos, Burdeos. El resto de viajes son bastante largos. Toulouse es la primera parada, y se sitúa a algo más de 450 kilómetros de distancia de Saint-Marie-de-Ré. Para los que no tenemos la suerte (relativa, por cierto) de participar en el viaje oficial, el traslado se complica. Pero una vez en la capital occitana, he ido conociendo historias que me hacen replantearme mis quejas.

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Nada más llegar, me dirigí a la ‘fan zone’, esperando encontrarme algún tipo de fiesta de las aficiones mucho más pacífica y acogedora que las de ciudades del sur como Niza y Marsella. Y cuando estuve allí, lo único que vi es un grandísimo recinto muy preparado, con restaurantes, escenario para actuaciones musicales y diversas actividades lúdicas para el aficionado… pero todo cerrado. Nada había este domingo, día festivo, para que checos y españoles, que ya están por las calles de Toulouse, pudieran empezar a preparar el partido. Todo para el lunes. Y piensen que si el partido es a las 15:00 y la fan zone abre a las 11:00, puede que sea una de las más breves de la historia.

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Me encontré con varios de ellos, tanto españoles como checos, que se habían hecho el camino desde sus hoteles con la esperanza de divertirse junto a otros cientos de paisanos en la fiesta del fútbol. Al llevar la acreditación al cuello y una camiseta no oficial (sino barata) con los colores de España (pura casualidad, nada aposta), era el objetivo de las preguntas de los curiosos. ¿Sabes cuándo abre? ¿Tienes entradas? ¿Nos echas una foto? En eso último fue en lo único que pude ser útil a los curiosos allí presentes.

Eran españoles. Nada más escuchar la petición de hacerles una fotografía, me di cuenta de que eran asturianos, pero por si acaso pregunté, para no meter la pata. “De Asturias”. “Y de Madrid”, respondió un chico. Les interrogué sobre si vivían por allí o habían venido solamente para el partido, y resultó ser de los aventureros que consiguieron entrada y vinieron hasta Toulouse para ver a España. Y a los checos, claro, que también que también uegan, aunque sea un suceso colateral, en realidad. ¿Por qué es trascendente este grupo de dos parejas? Porque son el motivo por el que me dejo de quejar: vinieron en coche desde Asturias. Más de 700 kilómetros por un partido. Y si ellos lo han hecho, habrá sin duda quien haya hecho más. Esa es la locura del fútbol.

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Ah, por cierto. La UEFA creó un pequeño caos entre la prensa que tenía una sencilla solución. Le dio pase de la rueda de prensa previa al partido a muy pocos medios, muy pocos. Eran inmensa mayoría los que no lo tenían, y varios se quedaron en el congelador que era el 'Media Centre'. "Vaya a la puerta quince minutos antes y espere a ver si hay sitio". Y cuando ya pasaron los poco más de diez que tenían pase, entraron el resto, decenas. La sala estaba prácticamente vacía. ¿Qué necesidad había de ahorrarse papel y no acreditar correctamente a los medios si al final entramos todos?

'Au revoir'.