Un grupo de ultras españoles, retenidos en Niza, única alteración del buen ambiente

Se vino diciendo en los últimos días que los turcos son unos aficionados peligrosos, violentos, demasiado pasionales. Y de hecho, en las redes algunos colgaron fotos de armas con las que pensaban llegar a Niza. Como en todos lados, los hay poco inteligentes. Y de esos hay en cada casa. En España no nos quedamos cortos. De hecho, unos doce de ellos (que representaban a Ultras Sur, Frente Bokerón, Brigadas Blanquiazules y Ultras del Jaén, según informa 'Marca') han sido retenidos en la ciudad de la Costa Azul para evitar que, como estaba previsto por las autoridades, se unieran a otros grupos ultras franceses con la intención directa de pegarse con los ultras turcos, según contó 'El Español'. Es decir, querían representar otro desastre como el que protagonizaron rusos e ingleses en Marsella. Los cuerpos de seguridad, al menos hasta el momento, se han adelantado.

Hasta hoy, los días de partido de los que lleva ya la Selección hay una fiesta en la ciudad sede. Ya fuera primero en Toulouse como en Niza, el colorido y el buen ambiente se siente en los puntos más importantes de las urbes. Hasta el momento en el que se redactó esta nueva entrada en esta bitácora, el ambiente era excepcional. Esta mañana me recorrí los puntos principales de la capital de la Costa Azul y no hubo ni el más mínimo incidente. De hecho, españoles y turcos (los que venían a pasárselo bien) se juntaron en la Fontaine du Soleil y el Jardin Albert 1er y disfrutaron de, hoy sí, un sol digno de la fama de esta zona de playa.

En ese jardín público estaba situada la 'fan zone', que como está siendo habitual, abre el día del partido. En este caso, sus puertas empezaron a acoger al público a partir de la una de la tarde, por lo que la gente no perdió la oportunidad de comer primero y después empezar a tragar la cerveza que servían dentro. En un momento, mientras yo aprovechaba para comer sano (una ensalada por 11€, que visto lo visto, es hasta barata), unos chicos españoles pasaron por mi lado mientras decidían qué almorzar. No estaba claro qué elegirían, pero sí qué no: "Hoy no podemos comer kebab", dijo uno de ellos cuando uno sugirió un puesto de ese plato turco. El 'boicot' a la comida típica adversaria fue la mayor 'tensión' entre españoles y turcos.

Pero todo puede cambiar

La situación, como digo, es tal cual se ha expuesto, pero no deja de ser una representación del momento, como una instantánea. Haber retenido a los ultras españoles es un motivo para estar tranquilos por ahora. Que se sepa, aún no ha sucedido nada. Pero es cierto que me sorprendió mucho escuchar en la Place Masséna unos gritos de 'Sur, Sur, Ultras Sur', cántico habitual de los ultras del Real Madrid. Probablemente, algunos de ellos serán de esos radicales que ha retenido la policía. Sería una lástima (y muy absurdo y patético) que se produjera ese enfrentamiento que tenían programado.

Por cierto, cambiando de tema. Ayer comentaba el infierno real que es tener que acudir en cualquier medio de transporte al Allianz Riviera. Mis compañeros Pedro y Luis, de 'El Español' y 'El País' respectivamente, decidieron ser previsores y establecieron la hora de quedada a las 15:30 para acudir al estadio. Mucho antes, pero fue la decisión más que correcta. Otros compañeros que marchaban en autobús, tardaron ¡dos horas! en llegar. Y no hablo desde otra provincia, ni desde otra ciudad, sino desde el mismo centro de Niza, una sede de la Eurocopa que hace casi imposible no sufrir por llegar a su estadio.