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La difícil continuidad de Juande Ramos
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Javier Gómez Matallanas

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La difícil continuidad de Juande Ramos

El Real Madrid cuenta sus últimos siete partidos por victorias. Y desde que Juande Ramos se hizo cargo del equipo, el equipo blanco solo ha salido

El Real Madrid cuenta sus últimos siete partidos por victorias. Y desde que Juande Ramos se hizo cargo del equipo, el equipo blanco solo ha salido derrotado en un partido de los nueve que ha disputado, el que disputó en el Camp Nou ante el Barcelona de Guardiola. El entrenador manchego ha cumplido su objetivo inicial de acabar con la “sangría” de goles encajados y en estos nueve partidos que ha dirigido tan solo ha encajado tres goles. Juande ha cimentado la recuperación del equipo y la superación de la crisis de resultados en reforzar el sistema defensivo, el objetivo principal es mantener la puerta a cero, y realizar un fútbol de contragolpe efectivo y eficaz, con Robben como referencia indiscutible de la fase ofensiva del equipo. Aunque ante el Racing apareció Higuain que solito se fabricó un gol de delantero grande, la dependencia del Madrid de un único futbolista, en este caso el extremo holandés, se antoja excesiva.

 

Los aficionados madridistas asisten expectantes a la persecución de su equipo al Barça. El Real Madrid no pierde y espera el fallo del primer clasificado, que hasta la fecha no ha llegado. El juego de su equipo no les enamora, no se lo pasan bien viendo a sus jugadores, pero los resultados están siendo los mejores porque el equipo se ha instalado en la victoria. Aunque el Barcelona juega mucho mejor.  El Bernabéu silba en momentos puntuales, cuando se echa un balón atrás a Casillas o cuando el rival coge todos los rechaces y da sensación de poder ganar al Madrid. No es el Madrid que gusta al Juande Ramos da instrucciones desde el banquillo.madridista. Por jugar a algo muy parecido, Capello fue despedido, cuando tenía contrato en vigor, y se fichó a Schuster en busca de la excelencia en el juego.  Tampoco mejoró en exceso el fútbol del Madrid el alemán, pero, como el italiano, consiguió ganar la Liga y también la Supercopa. Aún así, ganando tres títulos en dos temporadas, el madridismo y sus dirigentes no están satisfechos como demuestra el hecho de que Schuster fuera destituido y se fichara a Juande.

Con un proceso electoral abierto, las opciones de Juande Ramos de continuar en el cargo la próxima temporada son muy pocas. Si gana un título (la Champions League parece más accesible que la Liga), su contrato se renovaría automáticamente, pero ni aún así tendría garantizada su continuidad porque ninguno de los candidatos que tienen pensado presentarse, o que aún sopesan esta posibilidad, a las elecciones a la presidencia del Real Madrid le consideran el técnico adecuado en los proyectos que presentarán para ganar ese proceso electoral. Puede que el Real Madrid mejore su juego y que siga ganando partidos y esta confianza provoque que realice un mejor fútbol. Pero con los mimbres que posee Juande en su plantilla, según el mismo reconoce, es complicado realizar un mejor fútbol. Ejecuta el contragolpe con gran solvencia, pero pocas veces se adueña y domina los partidos.

El Real Madrid cuenta sus últimos siete partidos por victorias. Y desde que Juande Ramos se hizo cargo del equipo, el equipo blanco solo ha salido derrotado en un partido de los nueve que ha disputado, el que disputó en el Camp Nou ante el Barcelona de Guardiola. El entrenador manchego ha cumplido su objetivo inicial de acabar con la “sangría” de goles encajados y en estos nueve partidos que ha dirigido tan solo ha encajado tres goles. Juande ha cimentado la recuperación del equipo y la superación de la crisis de resultados en reforzar el sistema defensivo, el objetivo principal es mantener la puerta a cero, y realizar un fútbol de contragolpe efectivo y eficaz, con Robben como referencia indiscutible de la fase ofensiva del equipo. Aunque ante el Racing apareció Higuain que solito se fabricó un gol de delantero grande, la dependencia del Madrid de un único futbolista, en este caso el extremo holandés, se antoja excesiva.