¿Por qué el Madrid no ficha a Gareth Bale?

Gareth Bale ha sido el futbolista revelación en Europa en esta temporada que concluye el próximo 30 de junio. El lateral-interior-extremo del Tottenham Hostpur se ha mostrado como el futbolista más desequilibrante y con más futuro de los que han participado en la Champions League. Con ese bagaje, ese presente y ese futuro, extraña que el Real Madrid, que se ha caracterizado en su historia por fijarse en los mejores del mundo, no se haya si quiera planteado el fichaje de Bale.

Mientras no ha trascendido el más mínimo movimiento de aproximación a Bale, el Madrid negocia con luz y taquígrafos el fichaje del portugués Fabio Coentrao, un buen lateral, también polivalente, cuyo precio, fijado por el Benfica de 30 millones de euros, es exagerado para los parámetros del mercado en la actualidad.

Marcelo ha sido el jugador más desequilibrante del Madrid la última temporada. Siendo polivalente también, el brasileño no tiene recambio en su puesto de lateral izquierdo y su sustituto es Arbeloa, jugando a banda cambiada. Coentrao sería un buen refuerzo a mitad del precio que pide el Benfica. Por esa cantidad, el fichaje del Madrid debería ser Bale.

Si el Real Madrid firmara a Bale, Cesc Fábregas y Sergio Agüero, jugando junto a Cristiano Ronaldo, competiría de tu a tu con el Barça. Si Pep Guardiola consigue la contratación de Cesc, el Madrid tendrá un nuevo problema porque el fichaje del capitán del Arsenal aumentaría la distancia futbolística entre el Barcelona y el Real Madrid. Pero el Madrid tampoco ha movido un dedo por Cesc hasta la fecha. Lo del Kun sigue sus plazos y se ha convertido su más que posible fichaje por el Madrid en un culebrón que si el guión no se tuerce tendrá un final feliz para los madridistas (¡y para Agüero!) y será la peor pesadilla para los atléticos.

El Madrid no tendría fácil fichar a Bale, Cesc y Agüero, principalmente porque la situación financiera del club de Concha Espina no es la mejor para pagar 120 millones de euros que cuestan entre los tres. Por Benzema, Cristiano y Kaká pagaron unos 60 millones más, pero la situación económica que heredó Florentino Pérez del anterior presidente Vicente Boluda en junio de 2009 era la mejor que ha tenido el Madrid en su historia. Para acometer tres fichajes de tanta entidad y tan necesarios deportivamente, debería vender a Benzemá, Lass y Kaká, como ya hizo con Senijder y Robben en el verano de 2009.

Futbolísticamente, la llegada de Gareth Bale supondría un salto de calidad. Di María ha ofrecido su mejor rendimiento a banda cambiada, y la banda izquierda del Madrid con Marcelo, Bale y Cristiano Ronaldo, también a banda cambiada, sería la más potente del planeta fútbol. Y si Cesc llega de cerebro y Kun de delantero, el Madrid plantaría de verdad cara al Barça de Messi, Xavi, Iniesta, Alves y Villa. Pero ese no es el plan del manager Mourinho, que se encuentra obesionado con fichar a Coentrao, un buen jugador, pero menos ilusionante que Gareth Bale, quien deslumbró al Bernabéu con el Tottenham. 

La contratación de Cesc es más complicada porque el crack del Arsenal ha hecho pública su preferencia de jugar en el Barça. Pero sorprende que el Madrid no haya sondeado el fichaje de Bale, por más que el carrilero galés se esté recuperando de una lesión grave de tobillo. La del Kun Agüero, con Neymar sonando a cortina de humo (aunque el brasileño es un futurible con opciones reales), es una operación que se resolverá cuando el Atlético se abra a negociar, algo que puede producirse esta semana.  

El Madrid se ha centrado en encarecerle fichajes al Barça, como el del chileno Alexis Sánchez y el propio Neymar, y no ha trabajado el mercado como debe hacerlo uno de los mejores clubes del mundo. Parece que el Madrid fichará a Coentrao por más dinero del que vale y parece que no firmará a Bale, por quien ni ha realizado el más mínimo esfuerzo. En otro tiempo, el Madrid habría intentado fichar al futbolista más prometedor y desequilibrante de Europa. ¿Por qué el Madrid ni siquiera ha intentado fichar al carrilero galés? Pues no se entiende.