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La Liga de los récords y el hundimiento del submarino amarillo
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Javier Gómez Matallanas

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La Liga de los récords y el hundimiento del submarino amarillo

Cuando acaba el partido no te lo quieres creer. Deseas despertar y ver que todo se trataba de una pesadilla. Pero pasan los minutos y ves

Foto: La Liga de los récords y el hundimiento del submarino amarillo
La Liga de los récords y el hundimiento del submarino amarillo

Cuando acaba el partido no te lo quieres creer. Deseas despertar y ver que todo se trataba de una pesadilla. Pero pasan los minutos y ves que es real. Que tu equipo ha descendido a Segunda división. Es la sensación más desagradable del fútbol. Anoche la vivieron los aficionados, los jugadores y los dirigentes del Villarreal. Los del Sporting ya la habían rumiado las últimas semanas, pero los del Villarreal lo experimentaron de sopetón cuando quedaban un par de minutos para que concluyera la Liga BBVA. Fue un jarro de agua fría, un hachazo para Fernando Roig y José Manuel Llaneza, los hombres que colocaron al Villarreal en la élite del fútbol español y que anoche vieron como su proyecto se desmoronaba yéndose al infierno de Segunda.

El Atlético cumplió y ganó, con otro gol de Falcao, y a Miguel Angel Gil le quedó la mala conciencia de mandar a la Liga Adelante al Villarreal sin conseguir siquiera el premio de la Champions League. El gol del Atleti unido al gol de Tamudo en Vallecas salvó al Rayo Vallecano de Sandoval y descendió al Villarreal. El Zaragoza ganó en Getafe y protagonizó una salvación milagrosa, en la que se ha reivindicado como el gran técnico que es Manolo Jiménez.

Tampoco es cuestión de ser ventajistas y entrar en los crueles chascarrillos de Twitter y Facebook que se ceban con la figura de Miguel Angel Lotina. El Villarreal destituyó a Garrido, primero, después a Molina y eligió a Lotina para conseguir la salvación. Pudieron fichar a Luis Aragonés pero ni siquiera le llamaron porque prefirieron a 'Loti' y está claro que fue una decisión errónea. Es una lástima que un equipo como el Villarreal que apostó por el buen fútbol y llegó a alcanzar una semifinal de Champions haya descendido. Su paso por la élite del fútbol le debe un título porque jugó muy bien pero no logró ganar ni la Copa del Rey, trofeo en el que, por ejemplo, el Getafe se metió en dos finales.

El Villarreal ha estado 13 temporadas en Primera división, las últimas doce de manera consecutiva, y ha hecho las cosas muy bien hasta las dos últimas temporadas en las que por motivos económicos su potencial se fue mermando. El submarino amarillo se hundió cuando el campeonato terminaba en Segunda cuando era el que más probabilidades (7,41 por ciento) tenía para salvarse junto al Granada.

Cuando acaba el partido no te lo quieres creer. Deseas despertar y ver que todo se trataba de una pesadilla. Pero pasan los minutos y ves que es real. Que tu equipo ha descendido a Segunda división. Es la sensación más desagradable del fútbol. Anoche la vivieron los aficionados, los jugadores y los dirigentes del Villarreal. Los del Sporting ya la habían rumiado las últimas semanas, pero los del Villarreal lo experimentaron de sopetón cuando quedaban un par de minutos para que concluyera la Liga BBVA. Fue un jarro de agua fría, un hachazo para Fernando Roig y José Manuel Llaneza, los hombres que colocaron al Villarreal en la élite del fútbol español y que anoche vieron como su proyecto se desmoronaba yéndose al infierno de Segunda.